Las encías son una parte fundamental de nuestra salud, además de nuestra estética, ya que forman parte de nuestra sonrisa. Por ambos motivos, es importante cuidarlas y saber identificar las características de unas encías sanas, así como todo lo contrario: si necesitan atención porque están enfermas.
¿Cuál es el color de unas encías sanas?
El color de las encías será el primer paso para revelarnos si están sanas o no. Si las encías son de color rosa coral, a priori esto significa que están sanas y no hay que preocuparse pero sí cuidarlas para que sigan en ese estado, aunque esto no siempre es así, ya que personas con la piel oscura o con manchas también pueden tener las encías más oscuras y con manchas.
Hay otros colores, sin embargo, que pueden servir para hacer un primer diagnóstico no tan favorable.
- Encías blancas o rosa muy pálido: Si están pálidas, puede estar indicando anemia. Si están recubiertas de una capa blanquecina, es importante acudir al médico, pues podría tratarse de alguna infección bacteriana o por hongos.
- Encías rojo brillante: Normalmente este color señala la existencia de gingivitis o periodontitis. Ambas enfermedades deben ser tratadas por tu dentista.
- Encías oscuras: Es decir, negras o marrones. En este caso pueden deberse al hábito de fumar o pueden ser indicadoras de angioma o melanoma, por lo que igualmente es recomendable acudir a tu médico para que descarte si se trata realmente de una afección o no. Como comentamos anteriormente, este tipo de encía también puede ser normal en personas de piel oscura.
¿Cómo sé si mis encías están enfermas?
Independientemente del color, hay otros indicativos que nos pueden señalar claramente que existe una enfermedad de las encías, como es el caso de notar las encías inflamadas, que estén despegadas de los dientes, retraídas o si notamos que las encías sangran.
Cómo sanar las encías
- Si tienen heridas: Es recomendable enjuagarse con agua con sal o un enjuague bucal antiséptico. Si persiste durante más de 2 semanas es recomendable acudir al dentista.
- Si están inflamadas: enjuagues bucales con agua y sal y extremar la higiene bucodental, con el correcto uso del cepillo dental y seda.
- Si son encías sangrantes: también son válidos los enjuagues con agua tibia y sal, aumentar las medidas de higiene y acudir a tu dentista.
- Si están retraídas: la única manera de sanar estas encías es a través de diversos tratamientos que debe determinar tu dentista tras realizar un diagnóstico.
Consejos para que tus encías estén siempre sanas
El Prof. Spyros Vassilopoulos, coordinador del Día de la Salud de las Encías 2023 y miembro del comité ejecutivo de la EFP (Federación Europea de Periodoncia), hablaba con Gaceta Dental sobre los cambios en el estilo de vida o los hábitos que pueden ayudar a mejorar la salud de las encías. «Dando por sentado que un correcto cepillado de los dientes y el uso del hilo dental dos veces al día forman parte indiscutible de nuestro estilo de vida», informaba, «la adopción de buenos hábitos puede ayudar a prevenir la aparición de enfermedades de las encías. Aunque no se pueden dar pautas específicas, seguir una dieta sana y hacer ejercicio también pueden contribuir a una buena higiene bucal para prevenir la periodontitis».
«Por otro lado», continuaba, «un consejo importante es dejar de fumar. Existen sólidas pruebas de investigación de que dejar de fumar es quizá la medida más importante para prevenir la gingivitis y la periodontitis. Otro buen consejo, aunque no siempre sea factible seguirlo, es evitar o reducir el estrés. Esto último, por supuesto, puede requerir un cambio individualizado y más complejo del estilo de vida».
A continuación desarrollamos un poco más algunos de los consejos.
LLevar a cabo una correcta higiene bucodental
Cepillando los dientes entre 2 y 3 veces al día, sin olvidar el uso de hilo dental, enjuagues bucales o incluso cepillos interproximales en los casos necesarios.
Además, para tener unas encías sanas es muy importante elegir un cepillo de dientes de una dureza adecuada para cada caso, que normalmente suele ser la dureza media. Y sobre todo, no cepillar los dientes con demasiado vigor o fuerza, eso no significa que se estén cepillando mejor y además puede provocar que la encía se retraiga.
Renueva tu cepillo de dientes
Por mucho que se limpien bien, al cabo de un tiempo terminarán albergando bacterias y las cerdas perdiendo su forma y efecto mecánico. Por eso es aconsejable cambiarlos cada tres meses por uno nuevo.
No olvides las revisiones periódicas
Incluso si nunca has tenido nunca problemas de encías, es conveniente acudir al dentista de manera periódica (ella o él sabrán determinar la periodicidad necesaria en función a tus necesidades)
Pero si además ya has padecido en algún momento una enfermedad periodontal, estas revisiones cobran más importancia todavía.
Alimentación adecuada
Se recomienda ingerir diariamente alimentos saludables ricos en vitamina C y ácidos grasos omega 3. En concreto, algunos alimentos que pueden ser adecuados son la naranja, el kiwi, las nueces o el pescado azul.
Circunstancias ajenas a las encías
Si estás pasando por una situación de estrés, tus defensas se encuentran más bajas de lo normal, tu cuerpo está experimentando cambios hormonales debido a un embarazo o la menopausia… todo ello puede afectar a la salud de tus encías.
En caso de tener enfermedades cardíacas, diabetes, osteoporosis, VIH, herpes o trasplantes, las encías se pueden ver igualmente afectadas.
Sin olvidar que fumar perjudica a la salud de las encías.