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Dra. Cristina Cuadrado Canals

Cirugía de rescate en Implantología

Conocemos por cirugía de rescate aquel tratamiento quirúrgico destinado a tratar o modificar las complicaciones o resultados negativos de un tratamiento quirúrgico previo o de cualquier complicación derivada del propio tratamiento.

En el caso de la Implantología esta situación es cada día más frecuente, hasta el punto de comenzar a ser una especialidad dentro de la propia Implantología.

Existen numerosas complicaciones derivadas del tratamiento implantológico, desde las que se producen en el momento de la colocación del implante hasta las tardías, sobre todo las periimplantitis y la fractura de componetes, implantes o pilares de prótesis.

El cirujano que debe abordar este tipo de tratamientos precisa de una gran experiencia quirúrgica y protética y un gran conocimiento del universo de casas comerciales implantológicas.

La filosofía del tratamiento de rescate implica siempre un abordaje definitivo, eliminando posibles riesgos y subsiguientes complicaciones. Por ello, en muchas ocasiones, conviene hacer un planteamiento integral y agresivo para asegurar el caso, combinando muchas técnicas quirúrgicas.

En casos complejos, sobre todo de maxilar superior, los implantes zigomáticos han venido a ayudar a muchos de estos pacientes.

Como introducción, presentamos en esta ficha clínica una serie de casos demostrativos, solucionados de una manera sencilla.

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Planificación y tratamiento guiado de tipo 2

A pesar de estar disponible en el arsenal terapeútico desde hace años, la cirugía guiada no se ha popularizado como cabría esperar en un principio. Son muchas las razones, entre ellas las de adquirir la necesaria formación, las económicas, la complejidad de los programas y, sobre todo, la necesidad de emplear mucho tiempo y citas en la planificación de los casos.

En artículos anteriores hemos presentado numerosos casos realizados con guiada, incluso algunos de ellos, como en el caso del Nobel Replace CC, antes de que el propio fabricante la desarrollara.

En la actualidad la cirugía guiada resurge con fuerza y se abre paso a través de una simplificación de procesos, fruto del uso de nuevas tecnologías en la planificación y de la mejora de los softwares y en los procesos productivos de las férulas de guiada y de las prótesis, amen de una «apertura» de los fabricantes que permite encargar las férulas a fabricantes independientes, abaratando el proceso.

Realmente, todos los casos de implantes deberían ser planificados con programas de guiada. Seguir midiendo con reglas o cursores en placas o imágenes 2D, debería ser simplemente usado como valoración inicial.
Aunque no deseemos hacer la cirugía guiada, volcar la información del CBCT, los archivos Dicom, en el programa, nos permitirá una excelente planificación en todos los casos, incrementando la seguridad del procedimiento quirúrgico y de los resultados.

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Tratamiento de defectos complejos mediante injertos óseos: mentón y cresta iliaca

La reconstrucción de defectos en implantología abarca un amplio espectro en el que encontramos infinidad de situaciones, en ocasiones, complejas de abordar.

En la mayoría de los casos, y en el contexto actual de práctica profesional, a la propia reconstrucción se añaden exigencias estéticas. Se trata, no sólo de poder reconstruir el defecto sino, además, de llevar el caso hasta la reconstrucción «ad integrum», en la que el resultado final sea lo más parecido al aspecto natural armónico de la dentición del paciente y su integración en el marco gingival y estético.

Por ello, es fundamental seleccionar bien la técnica quirúrgica, adaptándola al caso clínico concreto. Conocer las limitaciones de cada técnica y la posible evolución es básico.

Como norma general, cuando hablamos de defectos complejos debemos evaluar dos situaciones, obvias, pero básicas:

1. El sustrato óseo y gingival remanente.

2. El grado de pérdida ósea.

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Tras una vida implantológica, por fin un huracán terapéutico revolucionario

Después de tantos años en el mundo implantológico uno vuelve la vista atrás para preguntarse: en todo este tiempo, «¿Qué ha cambiado?». Es muy difícil apreciar en su justa medida la situación actual sin este análisis retrospectivo.

La otra noche encontré algunos de mis Kodak Photo CD. Ahí estaban, fieles, esperando su reconocimiento. Después de tantos años de estantería, seguían ahí, al lado de miles de diapositivas anteriores al año 1993.

Para los que lo desconozcan, el Photo CD era un CD en el que Kodak, cuando llevabas un carrete de diapositivas a revelar, si lo solicitabas, te digitalizaban el carrete o las diapositvas que llevaras. Era una manera rápida de poder pasar imágenes a las presentaciones, sin tener que usar un escáner (aquí está la palabra mágica) de diapositivas. No existían cámaras digitales de suficiente calidad.

Resulta que en estos Photo CD tengo almacenados varios cientos de casos clínicos. Estaban en mi memoria, pero verlos de nuevo ha sido espectacular. Se trata de casos anteriores a 1993, concretamente de 1986 a 1993.

El análisis de las imágenes es definitivo y llamativo. Sinceramente, hay muy poco nuevo en el paraíso implantológico. Casos que hoy parecen espectaculares están en esos Photo CDs.

¿Tac? ¿Elevación sinusal? ¿Membranas de colágeno? ¿Hueso liofilizado? ¿Bloques? ¿Carga inmediata? ¿Implantes extraorales? ¿Reconstrucción corporal?… Todo estaba ahí, antes de 1993.

Adjunto algunas imágenes de aperitivo que creo merecen una serie de artículos especiales para disfrute de todos (figuras 1-10). Algunos de esos casos se publicaron en su día en GACETA DENTAL. Ahora estoy seguro de que son una joya. Me siento muy orgulloso.

Por eso cabe preguntarse con sinceridad en qué hemos mejorado, dónde estamos.

Bueno, sin duda, no en lo fundamental, pero sí en la dirección correcta.

¿Por qué no en lo fundamental? Uno debía esperar que, a estas alturas, el cambio tendría que haber sido espectacular. ¿Por qué seguimos colocando tornillos en la boca para reemplazar piezas dentales? Bueno, la respuesta es compleja, de momento, digamos que queda mucho hasta que las nuevas generaciones nos consideren unos bárbaros y pasemos a ser una anécdota graciosa en la Historia de la Odontología.

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