El trismo dental o trismus mandibular sucede cuando los músculos masticatorios se contraen o agarrotan, lo que dificulta la apertura total de la boca. En concreto, podemos hablar de tres tipos de trismo:
- Trismo leve, cuando se puede abrir la boca de unos 30 a unos 40 mm.
- Trismus moderado, cuando se puede abrir de unos 15 a unos 30 mm.
- Y trismo mandibular grave, cuando la boca no se puede abrir más de 15 mm.
También existe lo que se ha definido como trismus psicosomático, “una rara afección caracterizada por presentar grandes dificultades a la apertura oral como somatización debido a un estado de ansiedad y malestar”, tal como explica este caso clínico de la Revista Española de Cirugía Oral y Maxilofacial.
¿Qué causa el trismo?
La aparición del trismus dental o mandibular normalmente está relacionado con algún tipo de infección local, o asociado a un postratamiento dental en el que el paciente haya tenido la boca abierta durante mucho tiempo o debido a la inflamación habitual debido a una cirugía oral.
El trismus puede estar relacionado con problemas en la articulación temporomandibular, por ejemplo cuando existen tumores o artritis que le afectan. Lo que impide que realice su función correctamente.
Pero también puede ser causado por otras muchas circunstancias, como un tumor en la zona de la cara, traumatismos en la zona de la mandíbula; rechinar los dientes o bruxismo; procedimientos quirúrgicos en cara, cuello, mandíbula o boca; paperas o incluso debido a problemas neurológicos o reacciones a ciertos medicamentos.
Traumatismo como causa de trismus dental
En este caso, hablamos de un fuerte golpe que ha dañado los músculos faciales o la articulación temporomandibular.
Bruxismo y trismus
El bruxismo es un problema frecuente que provoca que quien lo padece apriete o rechine los dientes de forma involuntaria. Esta sobreestimulación de los músculos de la masticación puede derivar en una sobrecarga de los mismos, inflamándolos y contracturándolos e impidiendo que funcionen correctamente.
Procesos infecciosos
- Hay varios procesos infecciosos que pueden causar el trismus mandibular, siendo el más frecuente los relacionados con las muelas del juicio como las pericoronaritis.
- Otras infecciones como la otitis, que afecta al oído, también puede producir trismo.
- El tétanos se manifiesta con uno de los síntomas más frecuente llamado tetania, que en este caso puede afectar a la musculatura facial provocando hipertonía, es decir, provoca contracciones súbitas de los músculos faciales, lo que conlleva un mal funcionamiento de la musculatura mandibular.
Síntomas
- El síntoma más característico es no poder abrir la boca, aunque como se ha explicado, dependerá del grado de apertura que se puede realizar para que sea más o menos obvio.
- Probablemente cuando más se puede apreciar el trismus dental es a la hora de realizar una adecuada higiene bucodental, pues es necesario abrir la boca ampliamente para poder cepillar correctamente las muelas.
- En caso de padecer trismus mandibular extremo, también se pueden sentir molestias y rigidez en la mandíbula, hinchazón, sentir dolor al masticar o incluso tener dificultades para hablar.
¿Cómo saber si lo tengo?
Se puede hacer la llamada “prueba de los tres dedos”, que consiste en abrir la boca hasta abarcar la altura de tres de nuestros dedos: índice, corazón y anular. Si no se consigue abarcar los tres dedos, y estamos notando ya alguna de las molestias mencionadas, lo mejor es acudir al dentista o a un profesional, para hacer un diagnóstico y ver qué tratamiento se puede aplicar, si fuera necesario.
¿Cuánto dura el trismus dental?
Dependerá de qué lo haya causado, y puede durar desde solo unos días o semanas, desapareciendo por sí mismo, o por el contrario, prolongarse varios meses o incluso años, si no se proporciona tratamiento.
¿Cómo se cura?
Al igual que su duración, el tratamiento del trismus dental dependerá de qué lo haya causado. Para empezar, hay que llevar a cabo un diagnóstico, que normalmente se realiza mediante exploración física y pruebas de diagnóstico por imagen.
Tras el diagnóstico, dependiendo de la causa y gravedad se procederá al tratamiento correspondiente, que puede ser medidas locales de calor/frío, medicación, intervención quirúrgica, etc.
Medicación para tratar el trismus dental
En muchos casos es probable que el tratamiento consista en recetar antibióticos y/o antiinflamatorios si existe infección o una inflamación muscular.
Fisioterapia y trismus
Si así lo determina el diagnóstico, el trismo se puede tratar con fisioterapia y ejercicios cuya función es relajar la musculatura de la mandíbula, para poder recuperar la apertura total de la boca.
Intervenciones quirúrgicas
Por ejemplo, cuando se trata de una muela del juicio que cause una pericoronaritis o un tumor oral que esté causando el problema.
En casos de afectación del disco articular de la ATM o problemas en el cóndilo, también pueden requerir de una intervención quirúrgicas.
