La placa dental es una sustancia amarilllo blanquecina que se forma debido al crecimiento bacteriano y a la acumulación de residuos de alimentos y se adhiere a la superficie de los dientes. Si no se elimina a tiempo con el cepillado, debido a las sales minerales presentes en la saliva, puede calcificarse. Es así como se convierte en sarro, y puede llegar a introducirse por debajo de las encías, diferenciándose en dos tipos de sarro:
- Sarro supragingival: se ve a simple vista porque está por encima de la encía, siendo más fácil de eliminar.
- Sarro subgingival: está por debajo de la encía, extendiéndose en la raíz del diente, por lo que puede llegar a formar bolsas periodontales, por no hablar de las caries y el mal aliento. Como no se ve a simple vista, hay que realizar radiografías y un sondaje periodontal para detectarlo.
Causas por las que se acumula
- La principal es la falta de higiene o una técnica incorrecta de cepillado.
- La existencia de malposiciones o dientes torcidos, pues hacen más difícil acceder a los recovecos donde se puede acumular.
- Cuando hay sequedad bucal o xerostomía.
- Fumar.
- El consumo de ciertos alimentos, porque provocan variaciones en el pH de la saliva, lo que favorece su aparición.
- Ciertos medicamentos favorecen la aparición del sarro.
- Enfermedades causadas por hongos o bacterias.
- Cambios hormonales.
- Factores genéticos.
¿La saliva puede provocar sarro?
El sarro dental es una mineralización de la placa. Si no hay placa, no hay sarro.
Sí que es cierto que un pH de saliva básico puede provocar la acumulación de sarro con mayor facilidad que una saliva con pH más ácido.
Concretamente, el pH de la saliva, dependiendo de la persona, oscila entre 6,5 y 7,5.
Consecuencias de la acumulación de sarro
La gran cantidad de bacterias que se encuentran en el sarro pueden llegar a provocar los siguientes problemas:
- Mayormente, son las encías las que más sufren sus consecuencias: Inflamación y sangrado (que puede ser el síntoma de una gingivitis o periodontitis); cambios de color; se pueden retraer etc.
- Halitosis o mal aliento.
- Caries dental.
- Enfermedades sistémicas como artritis, problemas cardíacos, etc.
- Y la más obvia, problemas estéticos cuando es visible por encima de la encía.
Prevenir la formación de sarro
Con una buena higiene dental
No solo con el cepillado de dientes después de cada comida, – con un cepillo de dureza media – también usando el hilo dental o incluso cepillos interproximales. También hay que acordarse de limpiar la lengua.
Importante: el cepillado debe hacerse correctamente, dedicando al menos un par de minutos y realizando la técnica correcta.
Usando pasta de dientes con flúor
El flúor incrementa la resistencia del esmalte dental ante los ácidos derivados del crecimiento bacteriano y de los restos de alimentos que forman la placa dental. Por eso se recomienda el uso de pastas dentales con flúor en personas con tendencia a la caries. Aunque los dentífricos sin flúor que contienen hidroxiapatita también pueden ayudar.
Eligiendo el enjuague bucal más adecuado
Si eres una persona propensa al sarro, es recomendable que sea uno antibacteriano, ya que dificulta el crecimiento de las bacterias orales.
Mantener una dieta saludable
Disminuir el consumo de alimentos azucarados y abundantes en almidón y favorecer a las frutas y los vegetales.
No fumar
El tabaco ayuda a que las bacterias formen biopelículas sobre los dientes.
No olvidar las revisiones
Acudir al dentista al menos 2 veces al año y realizar las profilaxis dentales profesionales que le recomiende su dentista.
Cómo eliminar el sarro dental
Dependiendo de la profundidad a la que se encuentre, se podrá realizar:
- Una limpieza profesional
- Un raspaje y alisado radicular
- Una cirugía periodontal en casos de enfermedad periodontal avanzada.
¿Los remedios caseros ayudan a eliminar el sarro?
Realmente, una vez la placa se ha calcificado (endurecido) y formado el sarro, la única manera de eliminarla es yendo al dentista para que, tras diagnóstico, realice uno de los tres tratamientos indicados en el apartado anterior.
Pero vamos a repasar algunos de los mitos sobre los remedios caseros que se aconseja aplicar. Y por qué, realmente, no merece la pena.
Bicarbonato de sodio
Puede usarse en pequeñas cantidades, mezclado con agua, formando un enjuague bucal. Ayudará a eliminar la placa, como cualquier otro enjuague, pero no el sarro.
Zumo de limón
Aunque se habla de sus propiedades bactericidas, también hay que recordar que es erosivo, – debido a los ácidos que contienen los cítricos – por lo que realmente no merece la pena su uso.
Aceite de coco
Los enjuagues con aceite de coco no sirven para eliminar el sarro, pero sí pueden ser beneficiosos para mantener la salud dental, pues pueden ayudar a reducir la aparición de infecciones bucales y reducir el acúmulo de placa.
Vinagre
Cuidado, porque igual que pasa con el limón, es un ácido que con un uso contínuo, puede provocar erosión del esmalte y por tanto, ayudar a que se produzca sensibilidad dental y caries. Por lo que tampoco es recomendable.