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Consejos para preparar un examen

Puede pasar que después de estar estudiando durante días y horas, al final el examen no te haya salido como esperabas. ¿Cómo puede ser? ¿Te has preguntado si lo has preparado correctamente? Para ayudarte, recogemos algunos puntos a tener en cuenta a la hora de preparar tus exámenes de odontología y que te pueden ayudar a aprobar.

Elige el lugar adecuado para estudiar

No solo se trata de elegir un lugar bien ventilado, que sea cómodo, etc, sino también de lo importante que es crear una rutina, evitar distracciones, y cuidar bien la postura mientras estudias.

Empieza a estudiar con tiempo y planificando

Uno de los peores errores es dejar los estudios para última hora. Incluso si te parece una asignatura o un tema de los más fáciles, lo recomendable es que empieces a prepararlo con tiempo suficiente. Además, puede pasar que a medida que estudias y profundizas, te surjan dudas o quieras afianzar ciertos conocimientos, para lo cual es importante disponer de tiempo y preguntar a quien te haya impartido esa asignatura o a tus compañeros.

Y esto implica planificar cuándo estudias: días, franja horaria… Cuanto menos improvises, mejor, porque tenerlo bajo control siempre aporta tranquilidad y luego no hay que pasar por el estrés de las prisas.

Si quieres ir un paso más allá, no tienes que esperar siquiera a que llegue la fecha en la que se van acercando los exámenes, puedes hacerte tu calendario de estudios desde el principio del curso, a medida que vas conociendo mejor las asignaturas teóricas, viendo cuáles te resultan más difíciles para dedicarles más tiempo, etc.

Esto te permitirá también poder organizar mejor el tiempo y, siempre que sea posible, planificar días en los que puedas estudiar por las mañanas, que es cuando estamos menos cansados.

Crea un plan de estudio

No solo tienes que planificar cuándo vas a estudiar, también el qué. Si tienes varios temas que se complementan pero no siguen precisamente un orden, créalo tú. Si vas a necesitar ciertos libros de la biblioteca, apuntes o similar, anótalo también para que no se te pase el día de pedirlo o tenerlos a punto, respectivamente.

Puede parecer todo una tarea tediosa, pero tener una buena “estrategia” para preparar tus exámenes, y más en una carrera que demanda tanto como la Odontología, puede ser un salvavidas.

Encuentra tu manera óptima de preparar el examen

Para enfrentarte a un examen, la preparación puedes hacerla de varias maneras. Puedes hablar en voz alta, como si estuvieras explicando la lección a una audiencia. Puedes hacerte resúmenes o esquemas con un montón de colores o notas.

Hay muchas técnicas de estudio con las que los puedes preparar y elegir cuál te viene mejor. Puede depender de tu manera de estudiar o del tipo de tema y/o examen.

Ten en cuenta las pausas

Cuando estés estudiando, recuerda que también es conveniente – si vas a hacerlo por varias horas – hacer pausas que despejen tu mente. Incluso si piensas que lo mejor es ponerte con un café al lado y no parar hasta que esté todo dentro de tu cabeza, lo cierto es que mejorará tu rendimiento si haces una pausa, para que te despejes.

Además, ¿qué crees que es más efectivo? ¿Estudiar durante todo un día sin descanso o hacer pausas cada una o dos horas y luego continuar? Y si te has planificado bien, evitarás esas jornadas maratonianas de estudio, porque es incluso mejor dedicar una o dos horas a estudiar cada día para el futuro exámen y luego irte al gimnasio o salir a dar una vuelta, que estar todo un fin de semana en casa.

Estudiar en grupo

Puede ser una buena opción si se trata de temas o asignaturas donde el “conocimiento colectivo” puede aportar. A veces se pasa tanto tiempo en la facultad de odontología, que puede ser más productivo quedarse allí y estudiar juntos.

También es cierto que preparar un exámen con más personas puede dar lugar a distracciones, por eso puede ser recomendable que lo hagas o bien al principio del todo, cuando te pueden surgir dudas, o al final, más que nada para repasar. En este último caso, es muy útil para que os preguntéis unos a otros y así te hagas una autoevaluación de tus conocimientos.

Otra ventaja es que si algún compañero/a necesita que le expliques un tema, esto hace que se fije aún más en tu mente, por lo que te ayudará a asentar conocimientos, aprobar más fácilmente y obtener mejores notas.

¿Has usado apps?

A lo mejor no te has parado a pensarlo, pero existen varias apps que te pueden ayudar a preparar mejor los exámenes. Si eres una persona a la que le gusta la tecnología y estás acostumbrada a gestionar todo a través de tu teléfono móvil, echa un vistazo.

Prepara el examen haciendo uno “de prueba”

Seguro que hay estudiantes que ya han cursado las asignaturas a los que puedes preguntar si son tipo de test, de desarrollo, qué temas o qué partes del temario son las más importantes… Además, no es lo mismo un examen teórico que práctico.

En el caso de un examen teórico, incluso puedes probar a buscar online si hay ejemplos de examen que te puedan ayudar a hacerte una idea de cómo van a ser, tipo de preguntas…

Repasar antes de un examen. ¿Sí o no?

Si realmente llevas bien preparado el temario, esto no hace falta. Es mejor no agobiarse y llegar al examen con la cabeza despejada que no con los conceptos y términos atropellándose unos a otros en tu cabeza.

Si no lo llevas bien preparado, puede que te salve alguna pregunta, pero a la larga, esta técnica no es lo ideal.

No te dejes llevar por los nervios

A veces pasa que cuando te pones a estudiar (sobre todo si no lo haces con tiempo suficiente) se cae el mundo encima porque parece que todo es muy difícil. Y a veces pasa que te sabes el examen perfectamente, pero llega el momento y te bloqueas.

Ya sabemos que puede ser más fácil decirlo que hacerlo, pero es importante mantener la calma y el foco. Puede practicar técnicas de respiración antes del examen, por ejemplo. Y sobre todo, si cuando estás estudiando, hay un día que no puedes, por más que hagas no eres capaz de retener nada, como habrás planificado con tiempo, no pasa nada. Tómate el día libre, trabaja en lo que te está distrayendo y vuelve a la carga en tu próxima sesión.

Duerme adecuadamente

Sí, esto es una parte fundamental para preparar tu examen de la manera más adecuada. Y es que cuando no estamos bien descansados, si vamos arrastrando fatigas, es muy probable que rindamos mucho menos que cuando hemos dormido las 7 u 8 horas de rigor. Sobre todo si has planificado tus sesiones de estudio para la mañana.

Claro que puede haber algún imprevisto en tu planning y que tengas que estudiar algún día hasta tarde. Pero lo más recomendable es que no sea la norma.

Y por supuesto, el día previo al examen. Como decíamos en un punto anterior, si se puede evitar, nada de repasar hasta las tantas de la noche o despertarte a las 5 de la mañana para hacer una lectura rápida.

¿Puede influir la alimentación?

Según publica la web de salud de la Universidad de Harvard, “las investigaciones muestran que los mejores alimentos para el cerebro son los mismos que protegen el corazón y los vasos sanguíneos”, y que se deben consumir de manera continuada en una dieta saludable, ya que no hacen “magia”.

Aun así, no está de más repasar la lista que proporcionan: vegetales como la col rizada, las espinacas, las coles y el brócoli; pescados como salmón, bacalao o atún claro enlatado; fresas y arándanos o nueces, pueden ayudar a que tu cerebro se mantenga siempre en forma.

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