La pulpa dental o nervio es el tejido blando que se encuentra dentro del diente, protegida por la dentina y el esmalte, ya que en su interior se encuentran nervios, vasos sanguíneos y tejido conectivo, que son los encargados de nutrir al diente.
El hecho de que esté protegida, sin embargo, no quiere decir que no pueda dañarse, y cuando esto sucede, se puede producir una pulpitis o inflamación de la pulpa, de la cual vamos a hablar a continuación.
Diagnóstico
Para poder diagnosticarla, se han de tener en cuenta los antecedentes clínicos de la persona afectada, además de realizar una exploración intraoral. Por exploración intraoral nos referimos al examen físico del diente, pudiendo realizar diversas pruebas para comprobar el estado y vitalidad del diente. Una de ellas es la conocida como test pulpar o test de frío, que consiste en aplicar frío local en la pieza afectada para comprobar su respuesta.
Es también necesario comprobar si la inflamación se ha extendido más allá del ápice del diente, por lo que también es necesario realizar radiografías dentales.
Tipos de pulpitis
Pulpitis reversible
Síntomas
La pulpitis reversible se suele caracterizar por una inflamación leve de la pulpa y el dolor agudo, cuando se presenta, lo hace solo cuando la pieza afectada entra en contacto con un estímulo de frío o dulce. Pero cuando el estímulo cesa, el dolor también (aunque puede tardar un par de segundos en desaparecer)
Causas
- Una caries que no haya llegado hasta el nervio.
- Una caries profunda tratada con un empaste, que aún no habiendo llegado directamente al nervio, esté muy próximo a él.
- La erosión progresiva de la capa de esmalte.
- Una fractura en la capa de esmalte, lo cual deja expuesta la dentina. Esto es algo frecuente por ejemplo en las personas con bruxismo (que rechinan los dientes).
- La sensibilidad dental.
Tratamiento de la pulpitis reversible
Hay que encontrar la causa que ha producido la inflamación de la pulpa y tratarla, para evitar males mayores. Normalmente, como hemos visto, suele ser una caries, así que la solución normalmente pasa por un empaste o reconstrucción de la pieza.
Además es importante comprobar la oclusión o forma de mordida, para evitar que existan sobrecargas en la zona y que han de ser corregidas.
Pero dependiendo del caso, podrían ser necesarios otros tratamientos.
Pulpitis irreversible
Síntomas
En este caso, la inflamación de la pulpa es intensa, y aunque hay veces que no provoca dolor, lo más habitual es todo lo contrario: que provoque un dolor intenso y constante que aparece no sólo tras un estímulo, sino incluso espontáneamente.
El dolor puede perdurar incluso por un par de minutos tras retirar el estímulo. También puede desaparecer si ya existe una necrosis de la pulpa. Por todo ello, a veces es difícil localizar el diente con pulpitis.
En estados muy avanzados también puede ir acompañada por la supuración de pus, causando mal olor y mal sabor de boca.
Causas de las pulpitis irreversible
- Cuando una pulpitis reversible no se ha detectado o tratado a tiempo.
- Caries muy profunda que ha alcanzado el nervio.
- Cuando no llega un aporte suficiente de sangre a la pulpa (a causa de un traumatismo o incluso de movimientos del diente en una ortodoncia), por lo que esta se necrosa. Al estar necrosada, puede contaminarse con bacterias, que provocan inflamación y el dolor.
Tratamiento
En caso de pulpitis irreversible lo más habitual será llevar a cabo un tratamiento de endodoncia o incluso reendodoncia.
Como última instancia, si no se puede realizar una endodoncia o éstas no han sido capaces de solucionar el problema, se procedería a la extracción de la pieza dental afectada.
Prevención
La mejor manera de prevenir la pulpitis es impidiendo que aparezcan las caries. Es decir, manteniendo una higiene y un cuidado dental adecuado así como acudir a las citas de revisión oportunas con el dentista.
También hay que evitar en la medida de lo posible golpes y traumatismos en los dientes, – por ejemplo practicando deporte de contacto es recomendable usar protectores bucales.
Además se recomienda evitar morder alimentos duros o abrir envases con los dientes, para prevenir posibles fisuras o fracturas.
En el caso de que padezcas bruxismo, debes acudir a tu dentista periódicamente para revisar el estado de tus piezas.
¿Qué pasa si no se trata una pulpitis?
Si existe una pulpitis y la pulpa se contamina, se puede provocar una infección que afecte además del diente, a estructuras vecinas como encías y hueso, pudiéndose extender a otras zonas.
Por tanto es importante detectar y tratar las pulpitis a tiempo para poder conservar tu pieza dental.