Hábitos saludables para que tus hijos tengan una boca sana

El papel que juegan los padres en la educación de sus hijos es fundamental y, por supuesto, también en lo que respecta a la salud bucodental. Y es que, inculcarles hábitos saludables desde los primeros años puede cambiarles la vida.

Pero, ¿qué puedes hacer como progenitor para ayudar a tu hijo a mantener una boca sana? El Consejo General de Dentistas, en el número 11 de su publicación “Consejos de tu dentista”, proporciona las claves que te ayudarán a que tu hijo mantenga una boca saludable desde los primeros meses de vida.

Consejos generales

– Dieta sana

Proporciónale una dieta sana a diario y evita que ingiera productos azucarados.

– Hidratación

Procura que tu hijo beba suficiente agua durante todo el día, especialmente entre las comidas.

– Evita compartir cubiertos

Las bacterias de la caries se transmiten por la saliva. Por ello, es muy importante que no compartas cubiertos ni introduzcas su chupete en tu boca.

– Conviértete en su ejemplo

Los niños siempre imitan lo que ven a su alrededor. Si tú mantienes unos buenos hábitos de higiene bucodental, tu hijo encontrará en tu figura un buen ejemplo a seguir. También les ayudará que les elogies y les reafirmes cuando lo hacen bien.

¿Cómo influyen los elogios de los padres en el cepillado de dientes de sus hijos?

– Cepillado

Hasta que cumpla los siete u ocho años, es importante que le ayudes a cepillarse los dientes dos veces al día.

Consejos durante el primer año de vida

Tal y como señala el Consejo General de Dentistas en la citada publicación, los doce primeros meses de vida son muy importantes para encauzar la salud general y oral de los bebés.

• Así, el Consejo recuerda el importante papel que juega la lactancia materna de los 0 a los cuatro meses, ya que previene diversos problemas orales.
• De los cuatro a los once meses, es preciso que limpies sus dientes con una gasa o un cepillo después de comer. Evita los alimentos y bebidas azucaradas. Durante este período, espacia la ingesta de la comida y el sueño para prevenir la llamada caries de la infancia. Y, en cuanto sea posible, elimina los alimentos durante la noche.
• En su primer año de vida, usa un cepillo de dientes pediátrico blanco y cepilla sus dientes con pasta fluorada del tamaño de un grano de arroz. Es en esta época cuando debes concertar la primera cita con el dentista y acudir a revisiones periódicas.

Guía del cuidado dental en bebés de 0 a 24 meses

El Consejo General de Dentistas recuerda, además, la importancia de la caries del biberón, causada por una exposición prolongada de los dientes del bebé a los líquidos azucarados. Para evitarla, no dejes que el niño duerma con el biberón por la noche; limita o elimina las bebidas azucaradas; limpia sus encías con una gasa húmeda después de cada toma; cepilla sus dientes desde el momento en el que estos aparecen en su boca; y utiliza pasta fluorada hasta los tres años de edad.

5 errores que debes evitar en la salud bucodental de tu hijo

El Consejo General de Dentistas señala cinco errores habituales a la hora de cuidar la salud bucodental de los niños.

– Dulces

Intenta limitar al máximo las llamadas “chuches” y dárselas siempre en las comidas. Además, el niño debe cepillarse los dientes inmediatamente después de haberlas ingerido.

– No dejes que se cepille solo

Los niños necesitan ser supervisados por un adulto para que el cepillado sea correcto y llegue a todas las piezas dentales. Normalmente, los niños aprenden a cepillarse correctamente hacia los siete u ocho años.

– Dientes de leche

Los dientes de leche también pueden sufrir caries, producir dolor y afectar a la futura dentición permanente.

Los tratamientos dentales preventivos durante la infancia mejoran notablemente la calidad de vida

– Primera cita con el dentista

No esperes a que tu hijo cumpla dos o tres años para llevarle a la consulta del dentista ya que las probabilidades de que desarrolle caries se multiplican. Comienza con este hábito cuando cumpla un año de edad.

– Uso de flúor

Por último, el Consejo recomienda el uso de pasta fluorada desde el principio: del tamaño de un grano de arroz hasta los tres años y del tamaño de un guisante de los tres a los seis años de edad.