La odontofobia es uno de los principales desafíos a los que se enfrentan los profesionales del sector odontológico. Los pacientes con estas características no solo pueden sufrir ansiedad y miedo, sino que también pueden ser difíciles de tratar debido a la falta de confianza o problemas emocionales. En uno de los episodios del podcast GDentalk, presentado por Patricia Merino, redactora de Gaceta Dental, y el Dr. Simón Pardiñas, la psicóloga Silvia Álava ofreció una serie de consejos para manejar a pacientes conflictivos en la clínica dental, con el fin de mejorar la interacción y reducir la tensión durante el tratamiento.
¿Cómo mejorar la atención a pacientes conflictivos?
Validación emocional
Un paso clave para comenzar el tratamiento con este tipo de pacientes es validar sus emociones, reconocer su miedo y mostrar comprensión. En este sentido, Silvia Álava menciona que “al validar las emociones, el paciente se siente comprendido, lo que facilita que empiece a relajarse. Frases como: «entiendo que estés nervioso» pueden ser muy efectivas, seguido de una explicación sencilla y tranquilizadora sobre el procedimiento”.
El manejo de la ansiedad dental
Para algunos pacientes, el miedo al dentista va más allá de la ansiedad común, y puede considerarse una fobia. En estos casos, el dentista debe evaluar la posibilidad de recurrir a la sedación consciente o, en casos extremos, derivar al paciente a un psicólogo especializado en fobias. Es importante que este tipo de pacientes reciba atención en un ambiente tranquilo, con explicaciones claras y sin sobrecargarles de información que les pueda generar más ansiedad.
Establecer límites con pacientes conflictivos
Simón Pardiñas resalta “la importancia de saber cuándo decir no a un paciente que constantemente cuestiona al profesional o que no confía en el diagnóstico”. En situaciones donde la relación de confianza no es posible puede ser necesario rechazar al paciente de forma honesta, indicando que acuda a otro profesional.
Autoconocimiento y control emocional del profesional
Como indica Silvia Álava, “el estrés en el sector odontológico no solo proviene de los pacientes, sino también de la gestión diaria de una clínica”. De hecho, la psicóloga destaca “la importancia del autoconocimiento como herramienta para prevenir el burnout. Conocerse a uno mismo, saber cuáles son los casos que generan más estrés y estar preparado emocionalmente ayuda a gestionar mejor las emociones y evitar llevarse el malestar a casa”.
Prevención y gestión del estrés en la clínica
Contar con herramientas para manejar las emociones y el estrés puede marcar la diferencia tanto para los profesionales como para los pacientes. En este punto, Silva Álava y Simón Pardiñas coinciden en que “la prevención es clave”. Ambos creen que es necesario que “los odontólogos reciban formación en gestión emocional y atención psicológica, lo que no solo les beneficiaría en el manejo de pacientes, sino también en su propia salud mental”.
Crea un ambiente relajante
Intenta que la primera visita sea tranquila y sin prisas. La confianza se construye desde el primer contacto, y eso ayuda a manejar pacientes más complicados.