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Los nuevos riesgos laborales en Odontología

En una clínica dental existen numerosos riesgos que pueden ser origen de enfermedades profesionales: agentes químicos, fisiológicos, biológicos, el ruido, ergonomía y, cómo no, el estrés. La mayoría de estos riesgos laborales ya son bien conocidos, o deberían serlo, por parte de los odontólogos y de sus equipos. Pero, con el paso de los años, las nuevas tecnologías y, sobre todo, con la pandemia que estamos viviendo, han aparecido nuevos riesgos laborales que amenazan la salud física y mental de los odontólogos.

Síndrome de Burnout, estrés crónico o COVID-19 son los nuevos riesgos laborales del sector, en su mayoría causados por factores de riesgo psicosociales a los que no siempre se les presta la atención necesaria. Saber detectar a tiempo estos problemas y, sobre todo, poner medidas adecuadas para evitarlos, es hoy más esencial que nunca.

Los riesgos laborales en constante cambio

La crisis sanitaria que llevamos viviendo casi dos años ha dado una vuelta de tuerca al concepto de riesgo profesional, haciéndonos conscientes de que el riesgo laboral no es un concepto estático ni tiene una sola faceta física, sino que también afecta a la vertiente psicosocial. Los nuevos riesgos laborales, nacidos o acrecentados por la pandemia, se manifiestan de formas muy novedosas, vinculadas a nuevas funciones o a contextos familiares diferentes, como es la necesidad de conciliación.

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Dr. Manuel Primo Prieto, especialista en Ergonomía y Psicosociología, director del Máster Universitario en Recursos Humanos de la Universidad Europea de Madrid.

Para el Dr. Juan Antonio Carrión Bolaños, especialista en Estomatología y en Salud Laboral, asignatura que imparte desde hace dos décadas en la Universidad Europea de Madrid, «es cierto que ha habido una evolución en la implantación de la prevención de los riesgos para la salud en el ámbito laboral en las consultas dentales pero, desde mi punto de vista, son poco operantes.

En la actualidad, las clínicas dentales tienen obligación de tener un mapa de riesgos laborales y un responsable de prevención con formación en el tema, pero la realidad es que esto se externaliza y se paga a una empresa con cualificación en el sector de riesgos laborales para que lo haga, por lo que el odontólogo se desentiende. Solo las empresas muy grandes tienen tanto servicios propios de prevención como los correspondientes delegados de prevención».

AL SER UN RIESGO PSICOSOCIAL, EL SÍNDROME DE BURNOUT NO ES SENCILLO PREVENIRLO NI DETECTARLO Y, CUANDO FINALMENTE SE MANIFIESTA, ES MUY DIFÍCIL
SOLUCIONARLO. POR ESO, ES ESENCIAL PREVENIR EL ESTRÉS CONTINUADO
DR. MANUEL PRIMO PRIETO

Los riesgos laborales más prevalentes

Para el Dr. Pedro J. Alomar, jefe de estudios de la Facultad de la Escuela Universitaria ADEMA-UIB, «las bajas laborales en el ámbito odontológico son de índole variada. Podemos encontrar bajas por lesiones en la espalda y/o cuello, por posiciones forzadas o incómodas durante el trabajo (hay que tener en cuenta el campo tan pequeño en el que se desenvuelva la actividad profesional de un dentista), así como lesiones en las manos y dedos (capsulitis) o codos (epicondilitis). Estas patologías osteoarticulares normalmente afectan a gente con un recorrido laboral extenso, es decir, gente de más edad. A más años de ejercicio, mayor riesgo de lesión. No obstante, la experiencia hace que se adopte una posición de trabajo y una ergonomía más correcta, facilitando así el trabajo y disminuyendo el tiempo del mismo».

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Dr. Pedro J. Alomar, jefe de estudios de la Facultad de Odontología de la Escuela Universitaria ADEMA-UIB.

«Si hablamos de prevalencia, el riesgo más prevalente, sobre todo por la velocidad a la que se trabaja, es el pinchazo accidental. Nos pinchamos de media dos o tres veces al año con las agujas, por lo que podemos coger cualquier infección que pueda ir por la sangre», explica el Dr. Carrión Bolaños. Pero, sin duda, «uno de los riesgos laborales con altísima prevalencia es el llamado estrés crónico, es decir, estrés mantenido durante mucho tiempo, y no de forma puntual, que puede suceder en varios momentos de la vida, y que prácticamente afecta al 100% de los dentistas en algún momento de la carrera profesional», asegura el Dr. Carrión Bolaños.

MUCHOS PROFESIONALES SE VEN ENVUELTOS EN UNA PRESIÓN ASISTENCIAL POR LAS EXIGENCIAS DE SUS CENTROS, QUE LES HACE IR A UN RITMO NO DESEADO, GENERANDO UN ESTRÉS QUE AFECTA A SU SITUACIÓN LABORAL, PERSONAL Y FAMILIAR
DR. PEDRO J. ALOMAR

Síndrome de Burnout, el más nocivo de los nuevos riesgos laborales en Odontología

Derivado de ese estrés crónico aparece el Síndrome de Burnout o Síndrome de desgaste profesional. Según el Dr. Alomar, este es «uno de los riesgos más peligrosos que acechan a los dentistas a día de hoy. El temido Síndrome Burnout se aplica a aquel profesional que está literalmente ‘quemado’ de y en su trabajo. Por muchos y diversos motivos, los profesionales se ven envueltos en una presión asistencial debido a las exigencias de los centros donde llevan a cabo su ejercicio profesional, los cuales les hacen ir a un ritmo de trabajo no deseado generando un estrés que afecta a su situación laboral, personal y familiar. Esto puede conllevar angustia, desasosiego y afectar a las relaciones entre los mismos compañeros de trabajo y, lo más importante, entre odontólogo y paciente».

Para el Dr. Primo Prieto, director del Máster Universitario en Recursos Humanos de la Universidad Europea de Madrid, «el Síndrome de quemado por el trabajo, surge del estrés continuado que la persona no es capaz de gestionar. Cuando el estrés se convierte en crónico, porque el trabajo es muy intenso o existe mucha responsabilidad diaria, llega un momento en el que el estrés no se llega a neutralizar y acaba por convertirse en un problema de ansiedad continuada y mantenida, convirtiéndose en una patología que la persona ya no puede eliminar».

Síndrome Burnout en las clínicas dentales
En momentos de pandemia, como el que estamos viviendo, aparecen nuevos riesgos laborales que amenazan la salud física y mental de los odontólogos. Shutterstock/Fotodrobik.

Perfil del profesional «quemado»

Para el Dr. Carrión «la gran variación en los últimos años, respecto a los riesgos laborales en las clínicas dentales, ha sido el cambio en el modelo del mercado de trabajo. En los últimos años, el número de clínicas dentales se ha duplicado y han aparecido multitud de franquicias dentales, donde los odontólogos tienen, a veces, unas condiciones laborales precarias. Muchos están trabajando como falsos autónomos cobrando bajas comisiones y este modelo conlleva que trabajen en exceso y tensionados, lo cual predispone a nuevos problemas de salud laboral, como es el estrés y posturas de trabajo inadecuadas que, a su vez, derivan en las nuevas patologías que están apareciendo».

Actualmente, el perfil de dentista tipo es mujer joven de entre 30 y 40 años que está sometido a un estrés laboral y con las expectativas laborables que se frustrarán si continúan en la misma situación laboral. «Son caldo de cultivo para sufrir un síndrome de desgaste profesional», explica el Dr. Carrión, quien asegura que entre sus antiguos alumnos «noto esta frustración, ya que no pensaban que esta profesión iba a ser así, están con problemas de autoestima, frustración… Es decir un auténtico síndrome de desgaste profesional».

Es por eso que cuando estos jóvenes profesionales continúan con esas condiciones durante años y ven que no se han cumplido sus expectativas, es cuando aparece un cansancio emocional y se sienten desmotivados. «Esto sucede sobre todo entre los 40 y 50 años, ya que muchos están desencantados con la profesión, debido principalmente a las condiciones del mercado laboral. Esto hace que se encuentren quemados», explica el Dr. Carrión, profesional que deja claro que «este síndrome de cansancio emocional no es el mismo que sucede cuando llevas trabajando 20 o 30 años en la consulta, ya que entonces te encuentras con el cansancio propio del paso de los años, al que se suma el estrés mantenido por la gestión de la clínica, rutina en la atención a pacientes, etc.».

Sin embargo, el Dr. Manuel Primo ofrece una perspectiva diferente del perfil del profesional con Síndrome de Burnout: «donde más afecta este síndrome es en aquellos profesionales que tienen su propia clínica y tienen que afrontar, además, problemas de empleados, infraestructuras, salarios, clientes, pago de impuestos, etc. Todas estas responsabilidades van generando más y más estrés. Aparece el Síndrome asociado al tiempo de trabajo, si va acompañado de estrés continuado; por lo que es un factor psicosocial de riesgo que se correlaciona en gran medida con la antigüedad del profesional, afectando en menor medida al odontólogo joven, siendo mayor su prevalencia en el profesional consolidado que suele dirigir su propia clínica o a un equipo profesional, al ser mayor su nivel de responsabilidad».

¿Cómo solucionar o prevenir el estrés crónico y el Síndrome de Burnout?

Puesto que el Síndrome de Burnout aparece con el estrés crónico, la solución está en la prevención del estrés. No obstante, el estrés no es malo en sí mismo, ya que agiliza el trabajo y nos mantiene alerta. El problema aparece cuando la persona estresada no llega a descansar, el estrés no desciende y se mantiene durante largos periodos de tiempo. «Es ahí donde aparece el Síndrome de Burnout ya que la persona no es capaz de relajarse y de tener una vida ajena al trabajo –explica el Dr. Manuel Primo–. Por lo tanto, para prevenir este síndrome hay que rebajar el estrés e intentar neutralizarlo. Si el estrés continuado no se evita, el Síndrome de Burnout llega tarde o temprano».

«Al ser un riesgo psicosocial, no es sencillo prevenirlo ni detectarlo y, cuando finalmente se manifiesta, es muy difícil solucionarlo. Por eso ese esencial prevenir el estrés continuado, para lo cual conviene descansar, hacer ejercicio, dormir el tiempo suficiente, aprender a relajarse y desconectar del trabajo con otras actividades de disfrute, intentar tener vida social y privada, y no tener el trabajo como única alternativa de tu vida», argumenta Manuel Primo.

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Dr. Juan Antonio Carrión, especialista en Estomatología y en Salud Laboral; profesor de la Universidad Europea de Madrid.

En líneas similares, el Dr. Juan Antonio Carrión explica que la clave para prevenir el Síndrome de Burnout «básicamente consiste en no vivir solo para trabajar. Hay que evitar el estrés crónico y saber desconectar de los problemas de la clínica y los pacientes. Tienes que tener otras actividades culturales o lúdicas, practicar deporte y, sobre todo, tener relaciones familiares y sociales para intentar desconectar de la profesión. Es muy importante ser realista con tus expectativas profesionales. También existen técnicas de afrontamiento del estrés crónico y del Síndrome de Burnout, pero hay que conocerlas y, desafortunadamente, ahora mismo no hay educación sanitaria ni educación en prevención de riesgos laborales que ayuden a ponerlas en marcha».

El autodiagnóstico del síndrome de desgaste profesional nos proporciona herramientas para poderlo afrontar o, en su caso, pedir ayuda a un profesional especialista en su tratamiento.

HACE FALTA UNA EDUCACIÓN LABORAL DE LOS ODONTÓLOGOS PARA QUE SEPAN CÓMO DETECTAR LOS PROBLEMAS, CÓMO AFRONTAR EL ESTRÉS, QUÉ ES EL BURNOUT Y CÓMO DIAGNOSTICARLO
DR. JUAN ANTONIO CARRIÓN

Sin conciencia de prevención

A pesar de que la Ley General de la Seguridad Social considera que el Síndrome de Burnout o de desgaste profesional es accidente laboral, son pocos los odontólogos que están concienciados en evitarlo.

Síndrome Burnout en las clínicas dentales
Saber detectar a tiempo problemas como el Síndrome de Burnout es hoy más esencial que nunca para los profesionales de la Odontología. Shutterstock/Garagestock.

El problema está, explica el Dr. Carrión, en que, «la formación recae en las mutuas que se encargan de dar cursos, pero los profesionales no están mentalizados, con excepción de aquellos que han dado formación de riesgos laborales en las pocas universidades que imparten esta asignatura». De forma genérica, únicamente se aprende ergonomía en primero de carrera y ya no hay más formación en prevención de riesgos laborales, a no ser que la facultad ofrezca la materia como asignatura optativa.

«Hace falta una educación laboral de los odontólogos para que sepan cómo detectar y afrontar los problemas: cómo sentarse bien, cómo afrontar el estrés, qué es el Burnout y cómo diagnosticarlo lo antes posible. En definitiva, el odontólogo necesita formación y concienciarse de lo importante que es saber afrontar estos nuevos problemas laborales», concluye el Dr. Carrión Bolaños.


COVID-19 ¿estamos bien protegidos en las clínicas dentales?

Desde siempre, los riesgos inherentes al contagio por posibles agentes patógenos han sido el caballo de batalla en cuanto a los riesgos a los que hace frente un odontólogo. Algo que ha quedado totalmente demostrado con la situación actual de pandemia, con las medidas de protección «extra» que se han exigido dentro de las clínicas dentales. Pero, ¿es esto suficiente para protegernos de la COVID-19?

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ADEMA ha desarrollado un novedoso dispositivo de
cierre periférico para las mascarillas quirúrgicas.

El Dr. Pedro J. Alomar destaca que «desde hace muchos años, los equipos de protección individual (EPIS), tan presentes y nombrados a día de hoy, han formado parte del quehacer diario del dentista». No obstante, en situaciones de alto riesgo frente a la COVID-19, cuya transmisión es aérea mediante aerosoles, es necesario replantearse la seguridad en las clínicas.

«En el caso de ADEMA, –explica el Dr. Alomar–, el equipo de investigadores ha patentado un novedoso dispositivo de cierre periférico, ADEMA Mask Safer (AMS) para las mascarillas quirúrgicas, en situaciones de alto riesgo frente a la COVID-19».

El Dr. Juan Antonio Carrión apunta al riesgo que supone la COVID-19 y otras infecciones respiratorias en las clínicas, donde no existe ventilación adecuada. «Creo que hay clínicas dentales que no reúnen la correcta seguridad contra el COVID porque los gabinetes dentales son espacios cerrados, pequeños y sin ventilación natural. Puesto que habitualmente utilizan aparatos de aire acondicionado antiguos, no hay renovación del aire, por lo que no sirven para eliminar estas micropartículas de aerosoles que están en el aire, en suspensión y que se ha demostrado son las principales responsables de la transmisión del virus COVID-19.

Existen sistemas de ventilación rápida, que es la única forma de eliminar las micropartículas de los espacios, pero no es lo habitual en las clínicas dentales. Si no hay una renovación del aire, hay virus en suspensión y, por tanto, hay riesgo alto de contagio de COVID tanto para el profesional como para el paciente, y esto es algo que todos debemos tener muy en cuenta».

Autores

Copywriter de salud y redactora web. Durante 13 años ha sido directora de publicaciones de una editorial dedicada a revistas sanitarias y profesionales y ha sido directora de comunicación de sociedades científicas.

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