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No todo es la consulta dental

Aunque trabajar en una consulta dental suele ser la principal opción laboral por la que se decantan los profesionales de este ámbito, existen otras salidas para quienes desean explorar más allá: desde la investigación forense y la sanidad militar hasta trabajar en empresas del sector o como divulgador científico.

Las salidas laborales en Odontología no se limitan a trabajar en una clínica dental ya sea propia o ajena. Dentro del ámbito sanitario, académico y del propio sector hay diferentes opciones para aterrizar en el mercado laboral. Por todo ello, merece la pena pararse a pensar detenidamente la meta a alcanzar y el camino que marcará el futuro de tu trayectoria profesional.
Trabajar por cuenta ajena en una clínica dental, trabajar como odontólogo en la Seguridad Social, montar tu propia clínica o dedicarte a la docencia e investigación son algunos de los caminos que te puedes plantear. Sin embargo, también hay otras alternativas que pueden ser muy gratificantes para ti y, quizás, poco conocidas entre los profesionales del sector.

Odontología Legal y Forense

La Odontología Forense es una de las especialidades más olvidadas por los profesionales. Sin embargo, sigue siendo una técnica imprescindible para las investigaciones legales y judiciales, así como para la identificación de cadáveres en grandes catástrofes. Y, además, es una disciplina que apasiona y engancha a aquellos que deciden practicarla. Pero, ¿qué formación es necesaria para poder dedicarse a la Odontología Forense?

Imagen: Shutterstock. Arunporn Thanapotivirat

Al no ser una enseñanza reglada en España, «pasar de la Odontología clínica a la forense no es fácil. Posiblemente, el camino sea realizar la tesis doctoral en Odontología Forense y luego ir teniendo contactos con los departamentos e institutos de Medicina legal, que son los que realizan la Medicina Forense en cadáver real. Con respecto a la peritación sobre casos de responsabilidad profesional, lo más razonable es hacer un curso que permita conocer las normas básicas y legales que se deben seguir y valorar, y apuntarse en las bolsas de peritos que tienen todos los colegios profesionales. Como campo de conocimiento la Odontología Forense es apasionante porque se profundiza y permite diferentes alternativas, lo cual es muy bonito y recomendable. Ahora bien, la dedicación exclusiva es realmente difícil. En mi caso compagino la Odontología Forense con la docencia y con la práctica de la Antropología Forense», explica Bernardo Perea, médico estomatólogo y director de la Escuela de Medicina Legal y Forense de la Universidad Complutense de Madrid.

La Odontología Forense es una especialidad muy atractiva

«En mi caso, -señala la Dra. Anna Hospital Ribas, médico forense del Instituto de Medicina Legal de Cataluña y odontóloga- me licencié en Medicina y, posteriormente, en Odontología. Según los planes de estudio actuales para ser odontólogo no hace falta estudiar Medicina, por lo que la tendencia actual es hacer Odontología y formarse en Odontología Legal y Forense. Es una formación en la que se adquieren unos conocimientos de Odontología que se pueden aplicar dentro de la Medicina Forense y que puede ayudar a los tribunales de justicia, a la Administración…, en la resolución de casos cuando hay temas odontológicos. Pero no solo en identificación de cadáveres, sino también en valoración de lesiones odontológicas o cuando hay reclamaciones contra profesionales por malas praxis. De hecho, hoy en día las reclamaciones contra dentistas van a más, por lo que es importante que haya odontólogos que estén capacitados para realizar peritajes e informar a los tribunales».

Por su parte, la Dra. Elena Labajo González, odontóloga y secretaria del Dpto. de Medicina Legal, Psiquiatría y Patología de la UCM, señala que «tenemos la oportunidad de actuar como asesores e investigar porque somos docentes de la universidad y los juzgados contactan con nosotros. Pero de forma privada, trabajar en los casos de identificación forense no es sencillo. A lo que sí se puede dedicar de forma privada es a los casos de malas praxis o lesiones, aunque no de forma exclusiva porque es un ámbito en el que hoy por hoy no hay suficiente práctica».

«La Odontología Forense es una especialidad muy atractiva, muy interesante con mucha investigación que te atrae, te engancha y te apasiona cuando la conoces», detalla la Dra. Anna Hospital, para quien «el hecho de poder aportar tus conocimientos odontológicos para la resolución de casos hace que esta especialidad sea realmente interesante».

Imagen: Shutterstock. Sorapop Udomsri.

Apostar por la divulgación

Las redes sociales tienen una influencia cada vez mayor en la vida cotidiana de muchas personas, lo que ha propiciado el emerger de la figura del divulgador científico, aquel profesional que usa diferentes plataformas sociales para promover sus conocimientos. En el caso de la Odontología, el contenido que se produce en las redes sociales tiene el potencial de ser un método invaluable para crear conciencia sobre las campañas y condiciones de salud bucal y, a su vez, ofrecer información sanitaria de calidad al público en general sobre diversos temas de su campo profesional y tener.

Pero, ¿cómo convertirse en divulgador científico? ¿Es tan fácil como abrirse un perfil en una red social y «lanzarse» a compartir contenido? El Dr. Simón Pardiñas, reconocido divulgador científico y clínico y director de la Clínica Dental Pardiñas, destaca que «es un proceso que requiere una inversión de tiempo importante, y los resultados no son inmediatos, sino que es ir poco a poco generando contenido de interés y con rigor».

Con la divulgación informas y educas al paciente en el cuidado de su salud

En este sentido, cuenta, «redactar artículos orientados a que el paciente pueda entender de una manera clara y simple el contenido, grabar vídeos con calidad adecuada y contenido preciso, documentar de una manera completa los casos clínicos etc., consume muchísimo tiempo. Compaginarlo con nuestra actividad principal, que es la de atender pacientes, resulta a veces complicado, porque hay que sacar huecos para poder realizar esta labor de divulgación». Así, añade, «una gran parte de mi tiempo libre lo dedico a la guionización y grabación de vídeos, redacción de artículos, actualización de redes sociales, etc. Pero sería inviable poder compaginarlo con mi agenda diaria en consulta sin tener a un equipo que colabore en estas tareas».

Toda esta gran dedicación tiene «la principal ventaja de poder cumplir una labor muy importante, que es la de informar y educar al paciente en el cuidado de su salud, llegando de manera inmediata a personas de cualquier parte del mundo», comenta el Dr. Simón Pardiñas. Además, esta labor de divulgación puede ayudar a mejorar la imagen de la profesión y que resulte más fácil para las personas relacionarse con los profesionales de la Odontología. «Nos permite posicionarnos de cara al paciente como un profesional cercano, reconocido y confiable al que pueden acudir y recurrir para solventar sus dudas o realizar tratamientos», subraya.

Es importante destacar, también, que muchos pacientes pueden conocer la clínica o los servicios de estos profesionales, precisamente, a través de su labor de divulgación hecha en las redes. Por todo ello, detalla el Dr. Pardiñas, «animaría a cualquier profesional a hacerlo, porque en realidad muchas de las cosas que explico en los vídeos y artículos es lo mismo que les explicamos a nuestros pacientes en la consulta».

Imagen: Shutterstock. Roman Fenton

Odontología militar

Formar parte del equipo de sanidad militar, si bien es una alternativa algo más desconocida, es otra de las salidas profesionales por la que puede decantarse un dentista. El Cuerpo Militar de Sanidad está formado por diferentes especialidades de Medicina, Farmacia, Veterinaria, Psicología, Enfermería y Odontología. Su misión es prestar apoyo preventivo, asistencial y pericial a las Fuerzas Armadas. Por tanto, y si quieres desarrollar tu carrera en el Ejército, ésta puede ser una buena opción.

Imagen: Freepik.

Éste fue el caso de la Dra. Elena Villalta, Teniente Coronel de la Guardia Real. «Para mí, el motivo principal por el que decidí formar parte de la Odontología Militar fue que siempre había practicado mucho deporte de competición y, en cuarto de carrera, me hablaron de la posibilidad de hacerme odontóloga militar, ya que en el Ejército se fomenta mucho el tema deportivo. Por ello, me informé bien, y decidí prepararme la oposición, sin plantearme otra salida profesional. La oposición consta de un temario específico de Odontología, unas pruebas físicas y un psicotécnico. Al aprobar la oposición se hace una formación militar en las tres Academias Militares (Tierra, Aire y Armada), más una formación en la Escuela Militar de Sanidad de nueve meses, hasta que sales de Teniente. En mi caso, fui destinada a la Policlínica del Cuartel General del Aire, en Madrid, y en el año 2005 me destinaron a la Guardia Real, donde llevo trabajando desde entonces».

En cuanto a las ventajas que la Dra. Villata considera que aporta esta opción, «la principal es que eres funcionaria con plaza fija, con la tranquilidad que eso supone. Además, hay actividades diarias propias del empleo militar que hacen el trabajo dinámico y diferente de lo que es la práctica privada».

Trabajar en empresas del sector

Otra de las salidas profesionales del odontólogo, aunque más a largo plazo, es apostar por el lado empresarial de la Odontología, participando en la promoción de empresas del sector proveedoras de clínicas y laboratorios dentales. Se trata de un perfil dotado también de aptitudes comerciales y comunicativas.

Ángel Alcaide, odontólogo y responsable de Relaciones Científicas y Profesionales de Oral-B España, comenta su experiencia en este ámbito, tras haber optado previamente por emigrar dos veces al Reino Unido, trabajar en la Seguridad Social, trabajar para clínicas privadas, impartir cursos de postgrado y montar su propia clínica dental. Para Alcaide existen dos beneficios irremplazables a la hora de decantarse por un trabajo como el suyo. «Hay una ventaja muy edificante, y es que estoy en contacto con los líderes de opinión a nivel odontológico, a los cuales antes seguía como puro admirador, y ahora tengo la oportunidad de trabajar, codo con codo, con ellos. Estar cerca de gente del nivel al que están las personas con las que estoy en contacto es, desde mi punto de vista, casi más personal que profesional, muy satisfactorio. Como también lo es trabajar en una empresa multinacional, ya que todo lo que sea abrir las perspectivas, y recibir opiniones y experiencias de diversas culturas y entornos también es muy enriquecedor y es un plus de este tipo de trabajo».

Trabajar en empresas del sector requiere de aptitudes comerciales y comunicativas

No obstante, Alcaide advierte y aconseja tener, como en su caso, experiencias previas antes de elegir esta opción de desarrollo profesional. «Si yo hubiera elegido esta experiencia como mi primer puesto de trabajo me habría perdido tantísimo que, directamente, no podría hacer este trabajo, o lo haría mal».

Trabajar en el extranjero, otra alternativa

Una alternativa profesional que gana día a día más adeptos es trabajar en el extranjero. Generalmente, se conciben como etapas transitorias que te hacen salir de tu zona de confort, aprender un nuevo idioma, vivir en otro país, conocer otras formas de hacer Odontología… En definitiva, una opción que te permite enriquecer el currículum si es que aún no tienes muy claro el rumbo que quieres dar a tu vida laboral.

Entre los destinos más atractivos para marcharse fuera, «antes del Brexit, la estrella era Reino Unido, porque todos partimos de un nivel medio de inglés. Sin embargo, ahora es un destino que tira un poquito más para atrás por la cantidad de papeleo que hay que hacer. Hoy por hoy, Irlanda es un buen destino porque es un país en el que necesitan muchos dentistas y en el que pagan muy bien. También Francia, donde muchos dentistas se están jubilando y necesitan cubrir vacantes», manifiesta la Dra. Estefanía Moreno, coordinadora del Departamento Internacional Profesional (DIP) del Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de la 1a Región (COEM).

Y es que, los beneficios de trabajar en estos países son muchos. «Tienen unos horarios de trabajo fantásticos. No es como en España, que muchas veces salimos a las 10 de la noche porque se nos ha complicado el último paciente. Normalmente, en estos países, a las 6 de la tarde ya están en su casa, con lo cual tienen más conciliación y, por tanto, más tiempo libre», explica la Dra. Estefanía Moreno.

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