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Artesanos cada vez más digitales

La rigidez de un sistema educativo que tarda en adaptarse a los cambios y a la evolución del mercado de trabajo empuja a los técnicos en Prótesis Dental a buscarse permanentemente cursos que les mantengan vivos y con opciones de desarrollo en el ámbito laboral. Una profesión que ha sabido mantener su esencia analógica, pero que en los últimos años ha vivido una auténtica revolución digital.

Los técnicos de laboratorio dental con experiencia se muestran muy críticos con la formación reglada de su campo. «Es incomprensible que la formación reglada actual del protésico dental tenga, prácticamente, las mismas horas desde hace 40 años. Es indiscutible que para un correcto desarrollo profesional esta formación es necesaria, pero, desgraciadamente, en España, la carga horaria es totalmente insuficiente para dotar al alumno de los conocimientos y de una experiencia práctica idónea», destaca José María Fonollosa, presidente del Colegio Oficial de Protésicos Dentales de Cataluña.

La insuficiente carga horaria en la formación reglada en la Prótesis Dental hace necesaria la formación continua

El valor de la formación continua

Imagen: Shutterstock. Bymandesigns

Hasta que lleguen estos deseados cambios en el sistema educativo, unas mejores opciones de empleabilidad y de desarrollo profesional pasan necesariamente por la formación continua. «El protésico dental debe adquirir conocimientos en los campos que resultan necesarios para abordar adecuadamente cualquier especialidad de la Prótesis Dental. En este sentido, la formación debería incluir y tratar en profundidad contenidos sobre anatomía, morfología dentaria, oclusión, estética y materiales dentales, además de unos conocimientos básicos en cada una de las distintas especialidades. Igualmente, el protésico dental debería formarse también en el diseño y fabricación mediante tecnología CAD-CAM.

Este nuevo paradigma de fabricación, ya no es algo lejano, sino que cada día está más implantado e integrado en la mayor parte de los laboratorios de prótesis dental», destaca José María Fonollosa. Crítico con el sistema educativo se manifiesta también Pedro Herrera desde su laboratorio Prótesis del Sur de Granada. «Las nuevas promociones de técnicos nos llegan con una menor experiencia y capacidades prácticas que hace años. Antaño, muchos de los colaboradores de nuestro laboratorio que venían a hacer las prácticas de empresa, al finalizarlas, directamente tenían un contrato para incorporarse a un puesto de trabajo desde el que ir progresando. Hoy día eso es casi impensable», advierte.

El mundo digital ha revolucionado el laboratorio y el perfil del protésico dental

¿Y a qué se debe este cambio de tendencia? «Por un lado, en los centros públicos, las prácticas no son impartidas desde hace tiempo, salvo alguna excepción, por técnicos experimentados, sino por graduados en especialidades sanitarias totalmente ajenas a los procedimientos, materiales, técnicas y protocolos necesarios para la realización de cualquier tipo de prótesis dental», destaca Pedro Herrera. «Por otro lado -prosigue-, la transformación digital que se ha producido en los laboratorios no se ha efectuado de forma paralela en la mayoría de los centros de estudio. Si acaso se ofrece la posibilidad de acceder a esos conocimientos con los mal llamados másteres, no todos de una calidad y contenidos deseables», denuncia Herrera.

Revolución digital

Y es que el proceso de digitalización de los laboratorios de prótesis en los últimos años ha modificado el perfil del técnico dental. «La tecnología digital en la fabricación de Prótesis Dental es un hecho cada vez más presente en los laboratorios y lógicamente el perfil del técnico dental ha de adquirir nuevos y diferentes conocimientos y destrezas en este campo. La tecnología digital ni resulta más fácil que lo analógica, ni evita tener que aplicar los conceptos sobre oclusión, estética, diseño, etc., ni evita los protocolos básicos que hasta ahora han permitido obtener excelentes resultados. Se trata de un nuevo paradigma de fabricación que requiere de una formación específica que, desgraciadamente, en la mayor parte de los casos, aún no se ha incorporado, de manera plena, en la formación académica de los nuevos protésicos dentales titulados», destaca José María Fonollosa, presidente del COPDC.

Imagen: Shutterstock. VasylRohan.

En ese perfil mixto, por un lado, conocedor de las virtudes de lo analógico y, por otro, de lo digital, incide Juan Carlos Megía, con laboratorio propio y miembro de la Junta Directiva del Colegio de Protésicos Dentales de Madrid. «La formación continua es uno de los grandes gaps de nuestros profesionales. Es esencial porque no podemos quedarnos estancados en la astillera y el pincel. Esto ha cambiado. Hemos pasado del pincel al ratón y al ordenador, y ahora usamos la fresadora en vez de la astillera. La astillera es necesaria, pero debemos avanzar en las nuevas tecnologías y buscar la excelencia en el resto de ramas de la profesión, que cada vez son más demandadas», advierte.

«El futuro de los profesionales -prosigue Megía- pasa por ser altamente cualificados en todas las ramas posibles de la Prótesis, ya que hay una demanda importante en determinadas ramas de la profesión. Aquí es donde los recién llegados, pero también los profesionales de amplia experiencia, deben luchar por saber más cada día. También aquí es donde los centros de formación y los planes de estudio deben poner el foco, haciendo especial hincapié en la vanguardia, tanto en instrumental como en materiales», añade Juan Carlos Megía.

Trabajos con alma

«Desde mi punto de vista, lo analógico y lo digital son absolutamente compaginables», destaca Miguel Ángel Arroyo, director de LAB Dental Creative. «Para mí, lo digital está muy bien, pero hay que dar a los trabajos un poco de alma. Si eres un buen artista, un buen ceramista, y a la vez, digital, esto te hará mejorar en situaciones que antes un laboratorio no podía resolver. Aunque creo plenamente en la tecnología, en el futuro los rasgos exclusivamente humanos, tales como la creatividad, la imaginación, la pasión, etc. son los que darán más valor a nuestros trabajos», finaliza.

La Prótesis debe beneficiarse de la exactitud de lo digital y de la personalidad y punto artístico de lo analógico

Está claro que tradición y modernidad están condenadas a entenderse en el campo de la Prótesis Dental y que sus profesionales deben aprovecharse de cada una de las virtudes que ambas ofrecen a los trabajos finales. «La exactitud para el digital; y la individualidad, personalidad y el punto artístico, para el analógico», resume Francisco Gutiérrez, presidente de ACADEN (Asociación Científica Andaluza para la Difusión de la Prótesis Dental).

Áreas de especialización

Imagen: Shutterstock. Pik Dmitry Kalinovsky selstock

«Conseguir conocimientos y destreza en tecnología CAD/CAM, los diferentes tipos de escáner intraoral y facial, los registros dinámicos y la aparatología CBTC» es fundamental en el perfil del técnico protésico actual, destaca Antonio Ávila Mañas, propietario de un laboratorio dental en Madrid.

Además, enumera una serie de áreas donde los técnicos de laboratorio deberían especializarse y complementar su formación: implantes, dentaduras postizas completas y parciales, coronas y puentes, cerámica y ortodoncia. Por su parte, Rocío Yu, del laboratorio madrileño Aragoneses CPD, añade que, además de la especialización digital, ahora tan solicitada, «sigue habiendo mucha demanda de ceramistas y esqueleteros». Así que si quieres aumentar tus opciones de empleabilidad y desarrollo profesional no pierdas de vista estos consejos.

Lo que pide el mercado

Al graduarse, el técnico en Prótesis Dental puede apostar por ampliar su formación con una carrera universitaria o dar el salto al mundo laboral en empresas del sector o, lógicamente, en laboratorios especializados. ¿Y en qué se fijan los empleadores a la hora de incorporar nuevo talento en su plantilla? «Desde hace años no aceptamos a ningún Técnico de Prótesis Dental que no tenga, al menos, dos años de experiencia en algún laboratorio reconocido, una formación adicional especializada o ambas cosas», detalla Pedro Herrera, gerente de Prótesis del Sur.

En el caso del laboratorio Ávila Mañas, a los nuevos técnicos se les pide «un mínimo de 2 a 5 años de
experiencia, dependiendo del departamento que requiera el puesto de trabajo
. Además de cursos de formación continuada o acreditaciones verificadas por laboratorios de referencia», destaca Antonio Ávila. Por otra parte, las entrevistas de selección aportan información de relevancia sobre el candidato, por ejemplo, «saber qué le impulsó para elegir esta profesión. Al saber sus motivaciones, el laboratorio puede entender mejor sus metas, su dedicación al campo y su capacidad para proporcionar una atención de calidad», detalla Ávila Mañas. Y es que la Prótesis Dental es un área exigente. «Para mí es una profesión bastante sacrificada y hay mucha gente que no lo ve claro, que no está dispuesta a tal dedicación», señala Rocío Yu.

Imagen: Shutterstock. bymandesigns

Más allá del título de Técnico Superior en Prótesis Dentales, cursos de formación complementaria y experiencia profesional previa, como explica Rocio Yu, «también se valora en los candidatos que tengan actitud, ganas de trabajar y ganas de aportar nuevas ideas al equipo. Al final, como decía mi abuelo –el reconocido protésico Rufino Aragoneses, tristemente fallecido–, a todos se les puede dar formación, pero no se les puede enseñar a ser trabajadores y buenas personas. Además, y cada vez lo estamos viendo más en el sector, se demanda a los técnicos ser multitarea en el ámbito de las prótesis». Una vez que ya tiene una base de pericia y conocimientos, Pedro Herrera insiste en la importancia de la actitud del candidato. «La persona que, una vez incorporada, muestra una actitud ávida por seguir formándose y actualizándose, iniciativa propia y se integra en el equipo de trabajo, se hace querer tanto por la empresa como por sus compañeros», destaca.

Destreza, creatividad, exigencia, espíritu crítico… son cualidades que no deben faltar en un protésico dental

Otras de las cualidades que se tienen en cuenta son «las habilidades de comunicación y organización cuando se trabaja como técnico de laboratorio dental, así como la capacidad de prestar atención a los detalles y seguir las instrucciones. Por supuesto, también se valora la destreza, la creatividad, la actitud positiva y la capacidad de formación continuada y para trabajar de forma independiente», enumera Antonio Ávila.

«Desde mi punto de vista un buen técnico de laboratorio debe de ser objetivamente crítico con su trabajo y ser exigente en la búsqueda de la excelencia. Es importante también que esté abierto a incorporar todo aquello que pueda mejorar sus trabajos, ya sean materiales, máquinas o nuevas tecnologías, es decir, nuevas maneras de hacer. Debería contar con buenas capacidades organizativas y de trabajo en equipo que es la única manera de alcanzar los objetivos profesionales que se proponga, y todo ello guiado desde una perspectiva ética profesional», añade José María Fonollosa.

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