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«La SEOP ha puesto toda su ilusión en celebrar un gran evento el 24 de febrero», Dra. Asunción Mendoza

«Adaptándose a los desafíos y liderando los avances en el campo de la Odontopediatría en España». Así define la evolución de la Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP) su presidenta, la Dra. Asunción Mendoza, en la celebración del 50 aniversario de la Sociedad.

En primer lugar, como presidenta, felicitarla por el aniversario de la Sociedad Española de Odontopediatría. ¡50 años! ¿Cómo ha sido la evolución de la organización en este medio siglo?
– Desde sus modestos comienzos, la Sociedad ha crecido y evolucionado, adaptándose a los desafíos cambiantes y liderando los avances en el campo de la Odontopediatría en España.

– ¿Quiénes han sido los pilares fundamentales en la trayectoria de la organización?
– Esta Sociedad no hubiera sido posible sin las personas que inicialmente, en 1974, la impulsaron, de la mano de María Luisa Gozalvo. Entre los miembros fundadores estaban: Juan Pedro Moreno (catedátrico, por entonces, de Ortodoncia), Remigio Guedán, Maricruz Suárez, Carmen Navarro, Antón Lasagabaster, Tono Brusola, Antonio Barreiro y Antón Radigales, a quien debemos el primer anagrama de esta Sociedad. Posteriormente, gracias al trabajo y entrega de sus sucesivos presidentes y de todos sus miembros, hemos podido llegar a lo que hoy es nuestra Sociedad.

«La SEOP ha puesto toda su
ilusión en celebrar un gran
evento el 24 de febrero
en Madrid»

– ¿Qué actos se han programado para conmemorar este destacado cumpleaños?
– La SEOP ha puesto toda su ilusión en celebrar un gran evento el 24 de febrero. En el plano científico, contamos con un ponente de elevado prestigio, el profesor Alessandro Loguercio, que nos hablará sobre los últimos avances en la adhesión y la restauración. Al finalizar este interesante curso, recordaremos nuestros 50 años como Sociedad, destacando los momentos más significativos. Finalizaremos el acto celebrándolo en el Casino de Madrid, con un cóctel inolvidable.

– Si tuviera que trazar el perfil ideal de un profesional de la Odontopediatría, ¿qué requisitos formativos y cualidades no deberían faltar?
– Actualmente, en muchas ocasiones, solo por el hecho de ser mujer, se comienza a trabajar como odontopediatra por la cercanía en el trato que una mujer puede tener con un niño de corta edad. No son solo necesarios el instinto materno y la empatía; la formación especializada la considero fundamental para un tratamiento de alta calidad en los niños que tratamos.
Por otro lado, además de que es fundamental una formación especializada antes de comenzar a tratar un niño, es igualmente importante una formación continuada, mantenerse siempre informado, haciéndose miembro de nuestra Sociedad y asistiendo a nuestros congresos.

Cuando asumió la presidencia de SEOP, en 2021, ponía de relieve que, en muchas ocasiones, en la consulta se atiende al niño como un adulto pequeño, con sus mismas patologías y necesidades, «denunciando» la falta de una formación especializada adecuada. ¿La solución a estas lagunas de conocimiento pasa necesariamente por la creación de la especialidad oficial?
– Creo que la Odontopediatría debe figurar como una de las primeras especialidades de la Odontología, no solo porque está presente en la mayoría de los países de la Unión Europea, siendo la tercera especialidad más reconocida tras la Ortodoncia y la Cirugía. Además, al igual que la Cirugía Maxilofacial, forma parte del Sistema de Salud Pública Español.

La Odontopediatría se encuentra dentro del Sistema de Salud Pública, bien a través del Plan de Asistencia Dental Infantil (P.A.D.I.), o a través de Unidades en los servicios de Atención Primaria. Sin embargo, al no existir la especialidad, ambas situaciones están atendidas por odontólogos generales y, por tanto, con limitada capacidad y seguridad para dicha atención especializada. Esta situación requiere la creación de la especialidad en Odontopediatría, al igual que en el resto de los países europeos.

– Por todo lo que nos apunta, ¿considera que la Odontopediatría no está suficientemente valorada?
– Creo que la Odontopediatría no se encuentra suficientemente valorada, al partir del erróneo concepto de que «el niño es un adulto pequeño con patología similar». Por la misma razón, no existiría ni la Pediatría ni el resto de especialidades de la Medicina dedicadas al paciente infantil.

Tan solo nos acordamos del odontopediatra cuanto tenemos que realizar determinados tratamientos en los que, ante la falta de conocimientos específicos y las habilidades y competencias necesarias, derivamos a estos pacientes a otros profesionales que las han adquirido durante su formación, pero a los que hasta ese momento, hemos considerado de poca relevancia. Afortunadamente, la demanda social y el mayor conocimiento de la población en general, nos da el papel que realmente debemos desempeñar.

– ¿Cuál sería el escenario ideal para garantizar una atención bucal de calidad al paciente infantil?
– La mayoría de las asociaciones y sociedades científicas, nacionales e internacionales, recomiendan comenzar la prevención y los cuidados desde, incluso, antes del nacimiento del niño. En esta etapa, el dentista puede asesorar a las madres gestantes, no sólo en relación a establecer una alimentación y hábitos más adecuados para favorecer un correcto desarrollo de los dientes de su futuro bebé, sino también en lo relativo al adecuado control de la propia salud bucodental. Está demostrado que, en los primeros años de vida, el espectro oral de gérmenes maternos es corresponsable de la colonización de bacterias del niño (transmisión bacteriana) y posterior incidencia de la caries en el niño.

En cuanto a la primera visita al odontopediatra, se recomienda dentro del primer año de vida. Esto proporcionará un asesoramiento temprano de los cuidados higiénico dietéticos y una gran disminución de la patología bucodental. Sin embargo, a nivel público, hasta ahora, la mayoría de los programas y actuaciones contra la caries se han centrado en la población mayor de 6 años, olvidando a los más pequeños, donde se ha demostrado que el nivel socioeconómico influye determinantemente. Por primera vez, el nuevo Plan de Salud Bucodental del Sistema Nacional de Salud comprende las necesidades desde el nacimiento hasta los 14 años. Por tanto, son necesarios profesionales cualificados para la atención de niños en edades tempranas.

– El paciente infantil, ¿es más fácil o más difícil que el paciente adulto?
– No creo que, a priori, el paciente infantil sea más difícil que el paciente adulto, solo que, en más de una ocasión, el odontólogo español interpreta al niño como un «adulto en miniatura», con sus mismas patologías y necesidades, olvidando aspectos tan importantes como la Psicología, la prevención, la fisiopatología de la erupción y el recambio dentario, la traumatología dentaria, la patología pulpar en el diente temporal y en el diente permanente en desarrollo o el propio desarrollo de las arcadas en un paciente en crecimiento, sin analizar de qué forma puede repercutir todo ello en el futuro del paciente infantil como adulto. Esto nos lleva nuevamente a la necesidad de la creación de la especialidad.

¿Qué áreas o líneas de investigación de la Odontopediatría están aportando más a la Odontología en general?
– Quizás sea la Psicología del paciente infantil y el manejo de su comportamiento tanto en el paciente sano como en el paciente con necesidades especiales, una de las principales líneas de la Odontopediatría. En el área de la prevención, la constante
aparición de nuevos remineralizantes hace posible avanzar hacia una Odontología mínimamente invasiva.

Por otro lado, la aparición de los nuevos biomateriales bioactivos, al integrarse perfectamente con los tejidos vivos mineralizados, nos permiten restaurar dientes, siendo mucho más conservadores. También la traumatología dentaria, dado que el odontopediatra debe saber diagnosticar y tratar los traumatismos que afectan al diente temporal y al diente permanente en desarrollo, con todas las particularidades que ello conlleva en cuanto a erupción, crecimiento radicular, etc. Sin olvidar la fisiopatología de la erupción dentaria, así como el mantenimiento del espacio de las arcadas dentarias cuando se producen pérdidas prematuras.

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