Las personas con VIH tienen más probabilidades de desarrollar problemas de salud bucodental por el debilitamiento del sistema inmunitario.
El 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial del SIDA. Una celebración que desde 1988 busca apoyar los esfuerzos globales para prevenir nuevas infecciones por el VIH y ampliar la concienciación y los conocimientos sobre este virus con el que conviven cerca de 38,4 millones de personas en el mundo.
Desde que se identificó en 1984 el VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana), la visibilización de los pacientes diagnosticados y los importantes avances médicos han permitido el tratamiento de esta infección. En este siglo se ha logrado un aumento de la esperanza de vida hasta los 73 años en aquellos pacientes que comenzaron su tratamiento antirretroviral entre 2014 y 2019.
La calidad de vida depende tanto del tratamiento farmacológico para lograr una carga viral indetectable y un seguimiento de los órganos más afectados, como de un adecuado estado nutricional y emocional. En este último aspecto resulta de gran importancia el papel del dentista, que debe encargarse de rehabilitar la función y la estética de la cavidad oral, y prevenir la aparición de infecciones como la enfermedad periodontal y la caries.
Coincidiendo con el Día Mundial del Sida, el Consejo General de Dentistas recuerda que los primeros síntomas de esta enfermedad pueden reflejarse en la boca. “Esto se debe al debilitamiento del sistema inmune de las personas VIH positivas y tienen que tratarse, ya que pueden ser dolorosas y dificultan la masticación y la deglución, por lo que empeoran la calidad de vida de los pacientes”, explica el Dr. Óscar Castro Reino, presidente de la Organización Colegial.
Por este motivo, tanto la población como los profesionales sanitarios deben ser conscientes de que diagnosticar de forma temprana la infección por VIH es clave, y que el dentista cumple un papel fundamental en este aspecto, tal y como señala el Dr. Castro: “Mediante una revisión bucodental, los dentistas podemos prevenir la mayoría de las lesiones orales asociadas a esta enfermedad, incluso puede ser el primer paso para la detección y el tratamiento de esta enfermedad. Asimismo, conocemos a la perfección los protocolos para tratar a pacientes inmunodeprimidos y con patologías infectocontagiosas”.
Principales consecuencias del VIH en la salud bucodental
Desde el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región (COEM) y su Fundación (FCOEM) también quieren reivindicar “el papel del odontólogo en relación con el diagnóstico, manejo y progresión de la enfermedad”.
Y es que, entre las patologías orales más habituales que puede provocar el VIH, están la xerostomía (sequedad bucal), la caries, aftas bucales, verrugas, candidiasis, gingivitis, periodontitis y leucoplasia vellosa. “Las lesiones orales pueden ayudar en la detección de las infecciones por VIH en casos no diagnosticados previamente, además de ayudar a predecir la progresión de la enfermedad”, explica el Dr. Tomás Hernán Pérez de la Ossa, vocal de la Junta de Gobierno del COEM.
Por esta razón, es fundamental que los pacientes con VIH acudan con periodicidad a su dentista, para prevenir y tratar estas patologías. La higiene dental es imprescindible siempre, pero todavía, más si cabe, en estos casos. “La investigación sobre esta enfermedad debe seguir ocupando una parte importante en Medicina y Odontología. Los nuevos fármacos empleados como Profilaxis preexposición (PrEP) han permitido reducir la infectividad de este virus desde el año 2016 en España. A pesar de esto, sus efectos adversos orales como la xerostomía, el aumento de concentración de calcio salival, la disgeusia (dificultad para tragar), la alteración en la reparación la mucosa oral y el aumento de la proliferación epitelial, aún son poco estudiados y pueden tener nuevas implicaciones en la prevención y tratamiento de los pacientes”, añade el Dr. Carlos Cobo Vázquez, vocal de la Junta de Gobierno del COEM.
“Las lesiones en la cavidad bucal actúan como marcadores de otros estados de inmunodeficiencia mucosa más sutiles que a menudo pasan desapercibido en el examen clínico y se correlacionan individualmente con los niveles de CD4 en pacientes gravemente inmunodeprimidos”, añade el Dr. Hernán.
Así pues, como indica el Dr. Castro, “los tratamientos antirretrovirales que existen actualmente cronifican la enfermedad y permiten que los pacientes con VIH puedan disfrutar de una buena calidad de vida, ya que disminuyen la carga viral hasta niveles indetectables y se reducen las complicaciones. En este sentido, el dentista adquiere un protagonismo especial a la hora de mejorar la salud bucodental de las personas seropositivas y, por tanto, de su bienestar general”.
Una comunicación abierta entre pacientes con VIH y ortodoncistas
Por su parte, la Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial (SEdO) hace especial hincapié en la intersección existente entre la salud bucodental y el VIH, resaltando las implicaciones que esta infección puede tener en los tratamientos de ortodoncia. Desde la Sociedad recuerdan que “las personas que conviven con el virus pueden realizarse este tipo de tratamientos siempre que exista una comunicación fluida con el ortodoncista y, por supuesto, con la supervisión adecuada”.
“La prevención y el tratamiento del VIH son elementos esenciales de la atención de
salud pública, y es fundamental que en el ámbito odontológico y ortodóncico seamos conscientes de la importancia de la detección temprana y el manejo adecuado”, afirma el presidente de la SEdO, el Dr. Juan Carlos Pérez Varela. Asimismo, destaca “la importancia de ofrecer a todos los pacientes una atención igualitaria, respetuosa y libre de estigmas. Solo así, se puede lograr que las personas que conviven con el virus acudan a consulta con su ortodoncista, lo que redundará en un mejor cuidado de su salud bucodental y, por tanto, de su salud general”.
Los problemas derivados por el VIH pueden afectar al normal desarrollo de un tratamiento ortodóncico. En este sentido, desde la SEdO enfatizan “la importancia de una comunicación abierta y transparente entre el paciente y el ortodoncista, particularmente si se sospecha o se tiene conocimiento de la infección por VIH”.
“El acceso regular al ortodoncista no solo es fundamental para mantener la salud bucodental en general, sino que también puede ayudar a una detección temprana del VIH. Los profesionales de la ortodoncia están capacitados para identificar signos y síntomas orales que podrían indicar la presencia del virus en el paciente, lo que podría permitir una derivación oportuna a profesionales de la salud especializados para un diagnóstico y tratamiento adecuados. Además, el equipo de ortodoncia está comprometido con rigurosas prácticas de higiene y esterilización, lo que garantiza entornos de tratamiento seguros para todos los pacientes, independientemente de su estado de salud. Este compromiso constante con la esterilización y el control de infecciones es una prioridad para la prevención de cualquier infección, incluido el VIH, en el entorno clínico”, concluyen desde la organización.
Desmitificando el VIH en la atención odontológica
Por parte del Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Asturias (CODES) también quieren unirse a la campaña global en la erradicación de estigmas asociados al VIH, reafirmando su compromiso “con una Odontología consciente y libre de prejuicios”.
“El estigma y la discriminación siguen siendo barreras significativas para las personas que viven con VIH. La percepción errónea y los prejuicios en torno a la infección dificultan el acceso a la atención médica, incluida la atención odontológica, lo que puede afectar la salud bucodental y general de quienes viven con el virus”. En este sentido, el CODES reconoce el papel fundamental que los profesionales de la odontología desempeñan en la desmitificación del VIH y en la promoción de un entorno de atención libre de prejuicios. “Los dentistas tenemos la responsabilidad de brindar educación, apoyo y atención de manera responsable y sin juicios”, señalan desde la organización.
“El estigma en torno al VIH sigue siendo una realidad que afecta a muchas personas, incluso en el entorno médico. En el CODES, estamos comprometidos en promover un cambio de paradigma, ofreciendo un entorno inclusivo y de apoyo para todos nuestros pacientes”, afirma el Dr. Jesús Frieyro, presidente del Colegio.
Con este objetivo, el CODES impulsa la comprensión y empatía hacia todas las personas que conviven con el VIH. Además, de promover prácticas que garanticen la confidencialidad y el respeto absoluto hacia la privacidad de los pacientes.
