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¿Cuándo es conveniente realizar una cirugía de frenillo lingual?

Con este tipo de cirugías se libera la tensión del frenillo sublingual corto y aumenta la longitud del mismo. Sin embargo, la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial y de Cabeza y Cuello (SECOM CyC) alertó sobre “un elevado número de cirugías de frenillo lingual innecesarias”. 

Como afirman el Dr. Ignacio García Recuero, jefe de Cirugía Maxilofacial del Hospital Niño Jesús y las Dras. Marta Redondo y Elena Gómez, especialistas en Cirugía Oral Maxilofacial Pediátrica de los Hospitales 12 de Octubre y La Paz, respectivamente, y miembros de la Junta de la Sociedad de Cirugía Oral y Maxilofacial, “es importante consultar con un profesional formado y acreditado para realizar una cirugía de frenillo lingual puesto que, aunque la indicación la pueda hacer el pediatra o el asesor de lactancia, es el cirujano especialista el que tiene la última palabra”.

Según la Asociación Española de Pediatría, se estima que un 1,7-4,8% de los niños nacen con un frenillo sublingual corto o anquiloglosia, y que es tres veces más frecuente en los niños que en las niñas. Sin embargo, como recomiendan los profesionales “no se debe realizar una cirugía de frenillo lingual antes del primer año en ausencia de problemas de lactancia”.

Con el fin de recabar más información sobre el tema, desde Gaceta Dental hemos hablado con los Dres. Ignacio García Recuero, Marta Redondo y Elena Gómez.

¿Qué opinión tienen sobre el elevado número de cirugías de frenillo lingual que se realizan y que podrían ser innecesarias?

Dra. Elena Gómez García

En relación al elevado número de consultas sobre anquiloglosia o frenillo lingual corto, es muy llamativo el elevado número que se está realizando en el momento actual, aún en casos de ausencia de problemas de lactancia. Existe una alarma en este momento, sobre todo en relación con asesores de lactancia, en los que se recomienda de forma muy precoz la realización de estas cirugías, en aras de prevenir posibles problemas futuros de pronunciación o desarrollo maxilomandibular.

Sin embargo, los consensos internacionales, ante esta elevada incidencia de frenectomías, recomiendan que no se realice antes del primer año en ausencia de problemas de lactancia.

“en ocasiones, un frenillo inicialmente de inserción anterior, por el crecimiento fisiológico puede mejorar su situación y permitir el movimiento lingual”

¿Cuáles son las señales o síntomas clave que indicarían la necesidad de una cirugía de frenillo lingual?

El frenillo lingual corto o de inserción muy anterior puede provocar problemas en el movimiento de la lengua. Durante el primer año, un frenillo anterior puede ir modificando su relación con la punta por el crecimiento lingual que se produce. Por lo tanto, en ocasiones, un frenillo inicialmente de inserción anterior, por el crecimiento fisiológico puede mejorar su situación y permitir el movimiento lingual.

En el neonato, un frenillo anterior visible que se inserta muy anterior puede ser subsidiario de tratamiento (frenotomía) para permitir la lactancia. Este procedimiento se recomienda realizarlo en las primeras semanas de vida, especialmente entre la 1ª y 4ª semana, para evitar el abandono de la lactancia. Si no hay problemas de lactancia, es decir, hay buena tolerancia entre madre e hijo, se recomienda evitar el tratamiento y valorar nuevamente al paciente sobre el año, año y medio de vida.

¿Cuáles son los riesgos asociados con las cirugías de frenillo lingual? ¿Cuándo es apropiado considerar este tipo de procedimiento?

Los riesgos asociados a las cirugías de frenotomía y frenectomía se podrían resumir en los siguientes grupos:

Dr Ignacio Garcíaa Recuero
  • Hemorragia, que puede producir, en un neonato con un hematocrito muy ajustado, pérdidas muy importantes que pongan en peligro su vida, aún en ausencia de un sangrado masivo.
  • Lesiones de estructuras vecinas, especialmente los conductos de Wharton, por los que se realiza el drenaje de las glándulas submaxilares, que están muy próximas al frenillo.
  • Alteraciones de la cicatrización, con cicatrices muy hipertróficas o fibrosis en la zona que limiten más aún que el propio frenillo la movilidad de la lengua.
  • Lesiones de las fibras sensitivas que llegan a la punta lingual. Este aspecto es muy complejo de diagnosticar en el paciente pediátrico, pero existen estudios anatómicos que nos hablan de la localización superficial de las fibras sensitivas en los neonatos, por lo que la cirugía debe ser restringida a la zona mucosa, solamente.

Por lo tanto, aunque se trate de una cirugía a priori sencilla, es importante que la realice un cirujano especialista, en entorno hospitalario, capaz de realizar la cirugía de forma segura y solucionar las eventuales complicaciones, evitando realizar procedimientos en entornos no controlados ni acreditados.

¿Existen alternativas no quirúrgicas que podrían ayudar a abordar las restricciones del frenillo lingual sin recurrir a la cirugía?

En el paciente lactante neonato es prácticamente imposible la colaboración para realizar movimientos dirigidos. Cuando existe una auténtica limitación anatómica franca, es decir, una estructura que nosotros veamos que ancla la lengua al suelo de boca e impide el movimiento, no hay posibilidad de mejorar salvo con cirugía.

En casos más límite, con ejercicios de succión en el bebé, incluso succión no alimenticia (chupete anatómico), podemos intentar mejorar la dinámica de los movimientos.

En niños mayores, el tratamiento con logopeda resulta imprescindible, incluso en los casos postcirugía, ya que, como comentamos a los padres, la cirugía del frenillo no enseña a hablar, ni a colocar correctamente la punta lingual para la correcta articulación.

“aunque se trate de una cirugía a priori sencilla, es importante que la realice un cirujano especialista en un entorno hospitalario”

¿Consideran que existe una falta de formación, conciencia o información entre los profesionales de la salud y los pacientes sobre los criterios apropiados para realizar una cirugía de frenillo lingual?

En nuestra opinión, lo que existe es una alarma sobre los posibles efectos deletéreos de un frenillo lingual en el bebe. Existen, y es importante conocer, ventajas de facilitar la lactancia materna, que nosotros apoyamos, pero no podemos reducir las causas de la imposibilidad o dificultad de lactancia materna únicamente a la presencia del frenillo.

Dra. Marta Redondo Alamillos

Creemos también que no se debe alarmar a los padres sobre posibles efectos negativos a largo plazo, instando a tratamientos muy precoces que han sido desaconsejados por guías internacionales, con un alto número de profesionales implicados. Por tanto, conocer estos aspectos, así como la fisiología del crecimiento lingual y de los movimientos linguales, puede ayudar a una correcta derivación al cirujano, que es el que puede realizar el tratamiento, especialmente en los neonatos más vulnerables.

¿Qué recomendaciones darían a los padres o cuidadores de niños que presentan posibles problemas relacionados con el frenillo lingual?

Nuestra recomendación es que, ante la duda de la necesidad de realizar o no una frenotomía, y de elegir el mejor momento para realizarlo, consulten con un profesional formado y acreditado para realizar la intervención, puesto que, aunque la indicación la pueda hacer el pediatra o el asesor de lactancia, es el cirujano especialista el que tiene la última palabra para realizar este procedimiento y cuándo es conveniente llevarlo a cabo.

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