Un equipo dirigido por investigadores de la Universidad de Washington ha identificado y clasificado por primera vez cómo responden las distintas personas a la acumulación de placa dental, la pegajosa biopelícula que se acumula en los dientes.
Su trabajo, que fue publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS), arroja nueva e importante luz sobre por qué algunas personas pueden ser más propensas a sufrir afecciones graves que conducen a la pérdida de dientes y otros problemas.
Si no se controla, la acumulación de placa puede provocar gingivitis o inflamación de las encías. La gingivitis, a su vez, puede provocar periodontitis, una infección grave de las encías que daña el tejido blando y puede destruir el hueso que soporta los dientes.
Los investigadores descubrieron nuevas respuestas inflamatorias a la acumulación de bacterias en la boca. Esta acumulación bacteriana genera inflamación, una herramienta que el organismo utiliza para frenar la acumulación. Se conocían dos fenotipos de inflamación oral: una respuesta clínica alta y una respuesta clínica baja. El equipo identificó un tercer fenotipo, que denominó «lento»: una respuesta inflamatoria fuerte retardada tras la acumulación bacteriana.
Relación entre la respuesta inflamatoria y la susceptibilidad a enfermedades
El estudio reveló por primera vez que los sujetos con una respuesta clínica baja también mostraban una respuesta inflamatoria baja para una amplia variedad de señales de inflamación. «De hecho, este estudio ha revelado una heterogeneidad en la respuesta inflamatoria a la acumulación bacteriana que no se había descrito anteriormente», afirmó el Dr. Richard Darveau, de la Facultad de Odontología de la UW, uno de los autores del estudio.
Los autores del estudio señalaron que comprender las variaciones en la inflamación de las encías podría ayudar a identificar mejor a las personas con un riesgo elevado de periodontitis. Además, es posible que esta variación en la respuesta inflamatoria entre la población humana esté relacionada con la susceptibilidad a otras afecciones inflamatorias crónicas asociadas a bacterias, como la enfermedad inflamatoria intestinal.
Se descubrió una respuesta protectora del organismo, desencadenada por la acumulación de placa, que puede salvar tejidos y huesos durante la inflamación. Este mecanismo, evidente en los tres fenotipos, utiliza unos glóbulos blancos llamados neutrófilos. Estos regulan la población bacteriana para mantener una condición estable conocida como homeostasis saludable.
Cuando existe una homeostasis saludable y todo funciona correctamente, los neutrófilos promueven la resistencia a la colonización, una respuesta inflamatoria protectora de bajo nivel que ayuda a la boca a defenderse de un exceso de bacterias no saludables y a resistir las infecciones. Al mismo tiempo, los neutrófilos ayudan a garantizar la composición microbiana adecuada para el funcionamiento normal de los huesos y tejidos periodontales.
Por todo ello, los investigadores señalan el papel importante que tienen los dentistas no solo a la hora de tener en cuenta los distintos fenotipos, también en recomendar un cepillado regular y uso del hilo dental, para así evitar una acumulación excesiva de placa.