Rehabilitado mediante elevación de fosa nasal e implantes cortos. Caso clínico con diez años de seguimiento.
La pérdida de piezas dentales, tanto en el maxilar superior como en la mandíbula,
conlleva un proceso de remodelación del hueso alveolar, que es progresivo desde el momento de la ausencia del diente y que, en ocasiones, en pacientes con edentulismo de larga evolución o que han sufrido procesos infecciosos prolongados
(tanto en piezas dentales como en implantes previos), deja un lecho óseo extremadamente atrófico en altura, en anchura o en ambos sentidos del
espacio (1, 2).
Actualmente, disponemos de diferentes técnicas y opciones quirúrgicas para el tratamiento de las atrofias óseas, cada vez menos invasivas, que nos permiten el
tratamiento con implantes dentales, incluso en las situaciones más extremas, no existiendo prácticamente limitación a la rehabilitación implantosoportada a ningún paciente (3-5). Cuando nos enfrentamos a los casos más complejos, desde el punto de vista de presencia de un volumen óseo muy limitado, realizar un abordaje sencillo y mínimamente invasivo es más complicado, ya que la situación en la que debemos
trabajar a menudo demanda grandes reconstrucciones del lecho óseo como punto de partida (3-7).
La llegada de los implantes cortos y extracortos nos ha facilitado el poder realizar tratamientos simples en casos con extrema atrofia ósea en sentido vertical, pero existen situaciones, como el caso clínico que vamos a abordar en el presente trabajo, donde incluso con estos implantes no es posible la rehabilitación de forma directa (8-12).
Para ello, siempre desde el punto de vista de la menor morbilidad para el paciente, se han desarrollado técnicas quirúrgicas asociadas a estos implantes de menor longitud como la elevación de seno transcrestal (13) para los sectores posteriores del
maxilar o la elevación de fosa nasal para la zona anterior (premaxila).
Actualmente recogemos tasas de éxito en la literatura internacional para el abordaje crestal con osteotomos en torno al 94-100% (14), no existiendo muchos datos relativos a la elevación de fosa nasal, siendo más escasos los estudios con reportes de casos clínicos y altura residuales en torno a los 7-10 mm. Éstos posibilitarían,
actualmente, la inserción directa de los implantes cortos o extracortos sin necesidad de técnica accesoria (15-19).
En el presente caso clínico mostramos una paciente con una extrema reabsorción del maxilar superior en sentido vertical dejando un volumen óseo residual en toda su
extensión de entre 1 y 4 mm de altura, tratado mediante técnicas quirúrgicas
mínimamente invasivas y prótesis fija implantosoportada.