La sensibilidad dental es un dolor o molestia como respuesta a cambios térmicos o a ácidos (es decir, por la naturaleza química de la sustancia que estamos comiendo), que aparece como consecuencia de la exposición de la dentina al medio bucal.
Si cuando comes alimentos o bebidas frías, calientes, ácidas o dulces sientes un dolor exagerado, que desaparece tan pronto como desaparece el estímulo que lo causa, y además el dolor o molestia está perfectamente localizado en un diente o zona concreta, entonces tienes sensibilidad dental.
No es nada raro: la sensibilidad dental afecta a 1 de cada 7 personas.
¿Cómo se produce la sensibilidad dental?
La sensibilidad dental surge como consecuencia de la exposición de la dentina al medio bucal.
Si tus dientes están sanos habrá una capa de esmalte que protege a la corona y una capa de cemento que protege a la raíz del diente. Debajo de ambas capas está la dentina, que contiene túbulos microscópicos. Estos túbulos o tubos microscópicos, a su vez, recorren la dentina transmitiendo los impulsos nerviosos o estímulos al interior del diente, donde se encuentra la pulpa dental o nervio.
Por eso, cuando la dentina pierde la cubierta protectora del esmalte o cemento, o las encías se retraen dejando parte de la raíz expuesta, al beber o comer alimentos y bebidas calientes, frías o dulces puede provocar que estos estímulos se transmitan directamente al nervio, provocando un pinchazo molesto o un dolor breve y agudo.
¿Qué puede causar sensibilidad en los dientes?
La sensibilidad dental viene originada por un desgaste del esmalte o del cemento. Y este desgaste, a su vez, puede haber sido provocado por motivos muy diversos:
Determinados alimentos y bebidas
Algunos alimentos tienen un pH bajo, lo cual contribuye a la erosión del esmalte y del cemento:
- Cítricos
- Mermeladas
- Yogur
- Té
- Bebidas ácidas como el vino o el agua carbonatada
- Refrescos
- Alimentos que contienen ácidos como las frutas ácidas, aperitivos con vinagre o golosinas.
Otro elemento a tener en cuenta es el cloro: es frecuente que algunos nadadores padezcan sensibilidad dental por el contacto frecuente con el agua con cloro.
La caries dental
La caries puede provocar un desgaste que llegue hasta la dentina, provocando así sensibilidad.
Ciertos medicamentos
Si has tenido o estás teniendo un tratamiento con aspirina o vitamina C desde hace ya tiempo, es posible que puedas padecer sensibilidad dental.
Enfermedades sistémicas y trastornos
En general, lo que provoque vómitos o regurgitación constantes, ya sea una persona con hernia de hiato o con algún trastorno alimenticio como la bulimia.
Una incorrecta higiene bucal
- Nunca te cepilles con mucha fuerza porque, sobre todo, si tienes un biotipo gingival fino (es decir, tu encía es delgada) puedes provocar recesión gingival y abrasión cervical.
- Cuidado con las pastas blanqueadoras, pues normalmente entre sus componentes podemos encontrar elementos abrasivos. Es decir, elementos que desgastan el esmalte.
- Presta atención a los colutorios. Si contienen alcohol y sustancias químicas pueden irritar a las encías.
- No dejes que se acumule placa bacteriana, ya que esta puede destruir tanto la capa protectora de esmalte como la de cemento.
- Y por último, como consejo: si has ingerido comidas o bebidas ácidas, espera un rato antes de lavarte los dientes.
Rechinar los dientes puede producir sensibilidad dental
O lo que es lo mismo, el bruxismo. A causa de rechinar los dientes durante la noche o apretarlos excesivamente a lo largo del día, se produce un desgaste del esmalte.
Dientes en mal estado
Si tu diente o dientes presentan un desgaste o fractura o si tienes un empaste en mal estado, eres susceptible de padecer sensibilidad dental.
Encías en mal estado
Ya sea por inflamación del tejido gingival de las encías o por la recesión de las mismas, la consecuencia igualmente puede ser que las raíces o el cuello del diente (que tiene un esmalte de menor grosor) queden expuestos. Y, por tanto, puede aparecer la sensibilidad dental.
Tratamientos odontológicos
En ocasiones, tras algún tipo de tratamiento para la periodontitis como una cirugía resectiva o un raspado radicular, puede suceder que al desinflamarse la encía se retraiga, quedando al descubierto parte de la raíz.
También es posible que si te has sometido a un blanqueamiento dental en clínica notes cierta sensibilidad dental durante unos días, pero esto es normal y suele desaparecer poco a poco. Si no es así, consulta con tu dentista.
Consejos para controlar la sensibilidad dental
Hay dos puntos en concreto en los que te puedes enfocar para aliviar y controlar la sensibilidad dental. En ambos casos se trata, más que nada, de reducir el estímulo que la provoca.
Sigue una dieta adecuada
La alimentación es una de las principales causas de sensibilidad dental, por lo que si la modificamos, es posible que podamos notar cómo disminuye la hipersensibilidad dental:
- En el caso de alimentos y bebidas que erosionan el esmalte (refrescos, alimentos con alto contenido en azúcar, bebidas ácidas, etc.), consúmelas con menos frecuencia.
- Toma más alimentos ricos en oxalato. Dos ejemplos muy fáciles de encontrar: plátanos y espinacas.
- No te olvides de incluir en tu dieta productos lácteos como la leche o el queso, ya que su alto contenido en calcio puede favorecer el alivio de la sensibilidad dental al ayudar a recuperar la mineralización del diente de forma natural.
- No tomes líquidos que estén excesivamente fríos o calientes.
Cuida tu higiene bucal
Este consejo vale para cualquier tipo de problema que se pueda presentar en tu boca. Sobre todo, para aplicarlo de forma preventiva, que siempre es lo mejor.
En este caso en concreto, lo que debes tener en cuenta es lo siguiente:
- Usa un cepillo de dureza media para evitar abrasiones del esmalte y que empeore la sensibilidad dental.
- Utiliza una pasta dental desensibilizante. Después de varias aplicaciones, a veces puede ayudar a bloquear el dolor asociado con los dientes sensibles. Tu dentista te puede aconsejar sobre cuál es la mejor en tu caso concreto, ya que existen varias opciones en el mercado.
Pero si todo esto no funciona, entonces, ¿cómo se cura la sensibilidad dental?
Posibles tratamientos
Cualquiera que sea la causa de la sensibilidad dental, y sobre todo si esta no desaparece tras los consejos dados en el punto anterior, es aconsejable acudir al dentista, ya que existen tratamientos para la sensibilidad dental que se pueden aplicar, en función de qué es exactamente lo que la está causando:
Gel de flúor o fluoruro
En la clínica dental te pueden aplicar gel de flúor o fluoruro en las áreas sensibles de los dientes. De esta manera se fortalece el esmalte, por lo que disminuye la transmisión de estímulos a través de los túbulos dentinarios, que estarán ahora más protegidos. A veces también el odontólogo puede recetar pastas desensibilizantes que pueden ayudar a reducir estos síntomas.
Coronas o empastes
Si tienes problemas en el diente, como puede ser una caries, está agrietado o incluso roto, tu odontólogo podrá corregirlo (siempre que sea posible) con una corona, empaste o incrustación. Una vez más, quedando la pieza dental protegida y no expuesta, lo normal es que la sensibilidad dental desaparezca.
En caso de bruxismo
Hablando de dientes agrietados y desgastados, esto puede ser algo frecuente en personas con bruxismo (que rechinan los dientes). Es importante tratar el origen del bruxismo antes de rehabilitar las piezas, ya que de lo contrario las reconstrucciones podrían estar rompiéndose continuamente.
Resina adhesiva o injerto radicular
Si la sensibilidad viene determinada por una pérdida de tejido de las encías, en los casos indicados será posible realizar un injerto de encía para recubrir esa zona, recuperando parcial o totalmente el tejido perdido.
Otra opción puede ser el aplicar sobre la superficie de la raíz una resina adhesiva o realizar un empaste.
Endodoncia
En casos de sensibilidad dental grave, que no desaparece y no puede ser tratada por otros medios es posible que sea necesario desvitalizar el diente, o lo que es lo mismo, realizar una endodoncia o un tratamiento de conductos.
Extracción dental
Por último, si la sensibilidad dental te está causando un gran dolor y ningún otro tratamiento se muestra efectivo o no puede ser realizado, la última solución será extraer la pieza.