Con motivo del Día Mundial sin Tabaco, la Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia (SEDO) recuerda que las consecuencias del tabaco son todas negativas, por lo que recomienda y anima a los fumadores a abandonar su vicio, dejando un dato: “en España se registran alrededor de 7.000 nuevos casos de cáncer oral al año y mueren 1.500 personas por esta causa”.
Además, resalta la importancia de que “todos los sanitarios impulsen desde sus respectivas clínicas todas las iniciativas que fomenten que la población española no adquiera el hábito de fumar, así como aquellas encaminadas a ayudar a los que fuman a dejarlo”.
Algunos datos importantes
Como dato esperanzador, recuerdan desde la SEDO, según el último informe presentado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cantidad de hombres que consumen tabaco está disminuyendo.
Además, el consumo global de tabaco en general ha disminuido, pasando de 1.397 mil millones en 2000 a 1.337 mil millones en 2018. Es decir. aproximadamente 60 millones de personas fumadoras menos.
Aunque según el informe, Europa es la región que avanza más lentamente en la reducción del consumo de tabaco, sobre todo entre las mujeres.
Si hablamos de los datos que comparte en el caso de España:
- El 22% de la población afirma fumar a diario.
- El 2% es fumador ocasional.
- Y el 25% se declara exfumador.
- Por otra parte, más de la mitad se declara no fumador, siendo esto más frecuente en mujeres a partir de los 75 años.
- En cuanto a la cifra de personas mayores de quince años que afirma fumar a diario, asciende a alrededor de 8,6 millones de personas. Mientras que la de no fumadoras asciende hasta casi 20 millones de personas.
- Por su parte, según cifras recientes del Ministerio de Sanidad español, cerca de una cuarta parte de los hombres son fumadores habituales, frente a casi un 18% de las mujeres.
Consecuencias del tabaco en los dientes y la salud oral
La SEDO recuerda que “los dientes de un fumador amarillean debido a la nicotina y el alquitrán que se depositan en la superficie dental y que, en muchos casos, llega a penetrar en los túbulos dentinarios”. Además, subraya, “el tabaco es un vasoconstrictor (reduce el riego sanguíneo de las encías) lo que provoca un aspecto más pálido y que se puedan ver menos inflamadas de lo que realmente están, lo cual provoca que las enfermedades bucodentales tarden en detectarse más tiempo”. Y para cuando se detecten, es posible que ya no exista una solución para paliarlas.
“Encender un cigarrillo influye en nuestra salud bucodental y, con ella, atacamos también nuestra salud general”, insisten desde la SEDO. Halitosis, deterioro del sentido del gusto y el olfato, manchas en los dientes, aumento de riesgo de sufrir periodontitis, caries, escaso éxito en tratamientos bucodentales, alteraciones de la saliva, dificultad de cicatrización en las heridas de la boca… y como máximo castigo, cáncer oral.
