Un gran porcentaje de los pacientes oncológicos puede presentar problemas bucales provocados por los efectos de la quimioterapia y la radioterapia. Y precisamente la necesidad de potenciar la atención bucodental para evitar las complicaciones derivadas de dichos tratamientos es uno de los temas que se trataron en Infarma Madrid 2022 – celebrado los días 22, 23 y 24 de marzo.
En el evento, Teresa de la Jara, especialista en medicina y cirugía oral, y Carlos Benavent Núñez, farmacéutico formulista, participaron en una mesa moderada por Rosalía Gozalo, vocal en funciones de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del COFM, como parte de la conferencia “Salud bucodental en el paciente oncológico”.
En su intervención, Teresa de la Jara puntualizó que el paciente oncológico no es solo el que padece un tumor en este momento, sino también “el que ha sufrido un tumor, porque los efectos de sus tratamientos dejan residuos en su cuerpo por más de 10 años y tiene repercusión para su salud bucal”.
Señalaba igualmente que es importante entender la terapia que recibe un paciente oncológico y cómo afecta a su salud antes, durante y después de los tratamientos, ya que estos provocan efectos secundarios que afectan a las funciones básicas de los pacientes.
Algunos de los efectos secundarios mencionados por De la Jara fueron “la mucositis, muy limitante y dolorosa para el paciente, que se presenta en forma de lesión con eritema rojo que les impide comer. La xerostomía, que se produce cuando las glándulas salivales no generan suficiente saliva para mantener la boca húmeda, problemas para tragar o la disgeusia o distorsión del sabor de los alimentos al comer”.
Y defendía así que la atención de los pacientes oncológicos requiere “equipos multidisciplinares, que incluyan médicos, farmacéuticos, odontólogos, fisioterapeutas o psicólogos, entre otros profesionales sanitarios”.
No en vano, la Federación Dental Internacional (FDI) unió fuerzas el año pasado con la Sociedad Internacional de Oncología Oral (ISOO) con el objetivo de desarrollar una aplicación móvil que guíe a los profesionales de la salud en el manejo de las complicaciones orales que surjan como consecuencia de las terapias contra el cáncer.
Teresa de la Jara recordó así mismo la importancia que tiene la recomendación farmacéutica en la higiene bucal. “Los cepillos de la farmacia son los mejores para prevenir el índice de cario génesis del paciente, y utilizar buenos productos con flúor, que son determinantes para la prevención”.
Por su parte, Carlos Benavent defendió el manejo para el tratamiento bucodental del paciente oncológico desde la farmacia “desarrollando escucha activa, empatía y acompañamiento de estos pacientes para lograr un mayor éxito terapéutico antes, durante y después de las terapias quimio o radioterápicas”.
Para ello, consideró necesario “partir de la prevención, detección y cribado” con pautas sencillas, como enseñar a los pacientes oncológicos a cepillarse los dientes correctamente o la importancia de utilizar un cepillo lingual al menos dos veces al día para limpiar la lengua.
Ya en 2018 se publicaba la Primera Guía sobre cómo actuar desde la farmacia ante consultas relacionadas con la salud dental, una iniciativa conjunta del COEC y el Consejo de Colegios de Farmacéuticos de Cataluña, con el apoyo del Departamento de Salud de la Generalitat. Y este mismo año, en febrero, se ha firmado un nuevo acuerdo entre dentistas y farmacéuticos para mejorar la calidad asistencial de los pacientes, rubricado por Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas de España, y Jesús Aguilar Santamaría, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos.
Además, partiendo de la atención farmacéutica, Carlos Benavent defendió la formulación magistral como la “pieza clave de la farmacia para el tratamiento individualizado del paciente”, declarando que es una herramienta que “nos puede ayudar para hacer frente a las necesidades de nuestros pacientes, como problemas de disfagia”. Al respecto, el ponente recordó que los pacientes cuando tienen problemas de deglución no pueden tragar cápsulas y “debemos preparar su medicación en una suspensión para que les ayude a tomar otros medicamentos”.
Por último, el farmacéutico madrileño defendió la necesidad de establecer “una intercomunicación profesional porque necesitamos tener conexión con el odontólogo o el médico de cabecera para lograr un efecto sinérgico global que permita cubrir las necesidades del paciente. La formulación es una herramienta perfecta para esto y muchos profesionales no prescriben por desconocimiento”.
Benavent no es el único en abordar la necesidad de una mayor y mejor comunicación entre los profesionales de la salud. Los Dres. Román y Carasol, oncólogo IOB Instituto de Oncología, de Madrid y médico estomatólogo, defendían también que el dentista es clave en el diagnóstico precoz, tratamiento y seguimiento de la patología bucodental del paciente oncológico, ya que las complicaciones bucodentales pueden alterar no solo la calidad de vida del paciente oncológico, también modificar el plan terapéutico frente al cáncer y, por tanto, sus resultados finales.