Es muy común que los niños a tengan miedo de visitar el dentista. Las estadísticas sugieren que la tasa de miedo y ansiedad dental en los niños se sitúa entre el 5 y el 20% en todo el mundo, lo cual es una barrera para el éxito de los tratamientos dentales.
Se han dado ya numerosos consejos e intentado varios métodos para que los niños no tengan miedo al dentista: desde impartir divertidos talleres para ayudarles a superarlo, editar libros que les ayuden a ver al dentista desde otro punto de vista, recurrir a la terapia cognitivo-conductual…
Y en este estudio publicado en el Official Journal de la European Academy of Paediatric Dentistry, se ha demostrado que la terapia con mascotas, sobre todo con perros, es beneficiosa para reducir la ansiedad en los niños que se someten a procedimientos dentales simples. Además se evalúa su uso a largo plazo para el manejo de la conducta,, así como el grado de aceptación de la técnica por parte del niño y de los padres.
Para llevar a cabo el estudio, se seleccionaron al azar 102 niños de entre cinco y diez años que requerían procedimientos dentales simples y se dividieron en dos grupos:
- En el Grupo A, el tratamiento dental se llevó a cabo en presencia de un perro de terapia.
- En el Grupo B (el grupo de control), el tratamiento dental se llevó a cabo en una configuración dental regular.
Los niveles de ansiedad se evaluaron mediante la frecuencia del pulso y la escala de calificación de ansiedad. Antes de salir de la cabina, se pidió a los padres que calificaran la interacción del niño con los perros de terapia.
Los resultados según una prueba t independiente fueron que la reducción de la ansiedad fue muy significativa ( p <0,001). Por lo que se concluye que la terapia asistida por animales es una estrategia eficaz para manejar el comportamiento de los niños que sienten miedo cuando acuden al dentista.
Este no es, sin embargo, un concepto nuevo. En el año 2019, Dentistry Today publicaba una información similar, pero en este caso, como evidencia, los investigadores recogían muestras de saliva de los niños antes y después de que los perros estuvieran con ellos en la consulta del dentista. En la saliva, se medían el cortisol y la alfa-amilasa, ambos indicadores de estrés, así como la oxitocina, una respuesta de relajación.
“La investigación existente ha proporcionado evidencia de los beneficios. Lo que no ha quedado tan claro es cómo ayudan los animales de terapia», explicaba Anna Vincent, instructora e investigadora de la Escuela Mandel. Añadiendo que cada vez más, se está aceptando que el tener mascotas así como la terapia asistida por animales, tiene varios efectos biopsicosociales positivos en las personas.
Y por supuesto, es algo que se puede aplicar a la práctica dental en el caso de ayudar a que los niños no sientan tanto miedo al dentista.
Fuentes: Dentristy UK.
Springer Link desde la European Archives of Paediatric Dentistry.