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Radiografía de la formación de postgrado y continua en el sector odontológico español

Opciones formativas para dentistas, protésicos e higienistas

Protagonistas de la formación, tipos de programas y contenido de los mismos, criterios de elección de un curso, oferta para odontólogos, protésicos e higienistas… Así es el panorama en la formación de postgrado y continua del sector dental.

La Odontología ha experimentado en los últimos años un importante desarrollo científico y tecnológico. Paralelamente, el escenario laboral también ha dado un vuelco. El desempleo y las malas condiciones laborales han aparecido en un sector caracterizado tradicionalmente por todo lo contrario. La inexistencia de númerus clausus en el acceso a la carrera de Odontología y el descontrol en la apertura de nuevas facultades han creado una cantera de profesionales totalmente sobredimensionada para las necesidades del país. De hecho, España es el país de la Unión Europea donde más dentistas se gradúan. Mientras que la Organización Mundial de la Salud recomienda una ratio dentista/habitante de 1 profesional por cada 3.000-3.500 ciudadanos, en nuestro país es de 1 por cada 1.400.

268_FormacionAsimismo, el exceso de profesionales, unido a la aparición de modelos de negocio lejanos a las clínicas tradicionales, con fuertes políticas comerciales y expansivas, han empeorado las condiciones laborales del profesional dental, obligado a aceptar contratos con horarios exhaustivos y salarios bajos e, incluso, a salir fuera de España en busca de una oportunidad profesional.

Hemos sacado, en resumen, tres elementos al tablero de juego: rápido desarrollo de la Odontología, con la aparición constante de nuevos materiales, técnicas, productos y tecnologías; existencia de plétora profesional y aparición de un mercado empresarial mucho más competitivo con nuevos modelos de negocio. Y un dato más que se antoja también relevante: España, junto a Austria y Luxemburgo, son los únicos países europeos que no tienen reconocidas oficialmente las especialidades odontológicas.

Cuatro factores que nos llevan, entre otros, a una conclusión sencilla: hoy en día, el profesional del campo odontológico si quiere estar al día y diferenciarse en un mercado laboral tan competitivo tiene que hacer una clara apuesta por la formación de postgrado y continua.

No es que antes no fuera necesaria, siempre lo ha sido. Los rápidos avances y la aparición constante de nuevas herramientas, tecnologías y materiales han obligado al profesional dental a estar al día permanentemente con el objetivo de ofrecer la mejor atención a sus pacientes. Sin embargo, hoy la formación de postgrado y continua en el sector odontológico es más clave que nunca.

Amplia oferta formativa

Universidades, centros de formación, sociedades científicas, asociaciones y colegios profesionales, clínicas y empresas ofrecen a los profesionales de la Odontología, la Prótesis y la Higiene Dental una amplia oferta de formación de postgrado y continua, una oferta que se antoja tan rica y variada que llegan a aturdir al estudiante o profesional cuando tiene que elegir un programa de garantía y ajustado a sus necesidades.

Así, dentro de la formación universitaria de postgrado nos encontramos con distintos tipos de cursos. Éstos son: Máster Oficial Universitario, Doctorado y Títulos Propios que, a su vez, se dividen en Másteres Propios o Magísteres y Especialistas y Expertos Universitarios.

Dentro del Máster Oficial Universitario se enmarca el de Ciencias Odontológicas, que tiene una duración de 60 créditos (ECTS), y está diseñado para aquellos graduados que tengan como interés principal la investigación. Al igual que los estudios de Doctorado que además se dirigen a quienes quieren orientar su carrera a la docencia.

Los Títulos Propios figuran al margen del catálogo oficial, por lo que cada centro tiene libertad en el diseño y desarrollo de los mismos, aunque suelen someterse a procesos de evaluación y garantía de calidad internos en cada universidad. Bajo las denominaciones de Máster Propio o Magíster y Especialista y Experto Universitario suelen ser programas de gran demanda tanto por recién graduados como por profesionales en ejercicio ya que ofrecen estudios dinámicos muy adaptados a las necesidades del mercado y capaces de dotar de altos niveles de especialización.

Los Másteres Propios o Magísteres suelen constar de un mínimo de 500 horas teórico-prácticas; los Títulos Propios de Especialista Universitario, de unas 300 horas, y los de Experto Universitario, de 250 horas.

Formación continua

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La universidad es uno de los principales actores formativos en el campo odontológico. En la imagen, la Facultad de Odontología de la UCM.

Al margen de la formación de postgrado, existe una amplia variedad de cursos de formación continua destinados a actualizar los conocimientos de los profesionales, donde se englobarían diplomas, certificados y cursos que imparten universidades, escuelas y centros de formación, colegios y asociaciones profesionales, sociedades científicas, clínicas privadas y empresas del sector dental.

El elevado grado de especialización y su carácter intensivo suelen ser señas de identidad de estos programas. Sus enseñanzas se imparten principalmente en fines de semana para poder compatibilizarlos con la actividad profesional.

En otro nivel, también se encuadrarían las jornadas, congresos y simposios que sobre diferentes temáticas organizan los distintos actores del área dental.

Criterios de elección de un curso

La tipología de cursos, así como las organizaciones que los imparten son muy variadas, pero ¿cómo encontrar un buen programa?

El estudiante o profesional debe dedicar un tiempo a investigar las opciones que ofrece el mercado y escoger la que más se ajuste a sus objetivos y necesidades. Entre los principales criterios que se deben tener en cuenta figuran: el contenido del curso, el nivel de especialización del mismo, el perfil de a quién se dirige, la metodología de enseñanza, el prestigio del centro que lo imparte, las instalaciones donde tiene lugar la formación, el nivel del profesorado, las relaciones institucionales o los servicios de apoyo que tenga la organización que lo imparte y las acreditaciones que se obtienen una vez finalizado el curso.

Por ahondar más en alguno de estos aspectos, es importante conocer el tiempo que se dedicará a la teoría y a la práctica, priorizando en los programas con alta carga práctica; observar el número de laboratorios, gabinetes dentales o quirúrgicos a disposición del alumno; la ratio profesor-alumno, pues la dedicación del docente al estudiante será mayor cuantos menos alumnos tenga; la existencia de relaciones internacionales con otros centros que faciliten estancias formativas o clínicas más allá de nuestras fronteras o el reconocimiento de los programas por instituciones con créditos oficiales, válidos para la promoción profesional en concursos oposiciones, bolsas de contratación o concursos de traslados.

Quién es quién en la formación

Las organizaciones que ofertan cursos de postgrado y reciclaje son muy diversas. Nos encontramos con universidades, tanto de carácter público como privado, que ofertan numerosas titulaciones, cuyos contendidos se someten a controles de calidad.

También los colegios profesionales de odontólogos, protésicos e higienistas dentales organizan cursos destinados a mejorar las competencias de sus colegiados. Suelen estar desarrollados de forma independiente por la propia institución o contar con el apoyo de sociedades científicas o casas comerciales. Por general, son programas de corta duración y se centran en temas de actualidad e interés profesional. Su calidad viene avalada por sus comisiones científicas, órganos que determinan y seleccionan los programas que pueden tener mayor interés para los colegiados.

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Una vez graduados, odontólogos, protésicos e higienistas deben seguir apostando por la formación.

Las sociedades científicas y asociaciones profesionales son otros claros protagonistas en la formación de postgrado y continua en el sector dental. Realizan una importante labor, centrándose en el área de conocimiento de la que son representantes y aportando programas altamente especializados en el campo en el que actúan. Estas organizaciones suelen contar con el apoyo de la industria, no sólo en los cursos que convocan sino también en los congresos, simposios y jornadas formativas que organizan periódicamente. Estas últimas acciones suelen contar con el aval de un comité científico específico, un grupo de profesionales que diseña los programas buscando el máximo aprovechamiento de los inscritos.

El papel de la industria

Pero no solo las empresas apoyan las acciones formativas de colegios y sociedades científicas, también desarrollan actividades formativas propias. Las compañías del sector dental enseñan a utilizar los nuevos productos, materiales, técnicas y tecnologías a la comunidad odontológica, difundiendo con ello toda su labor investigadora y formando a los profesionales dentales en nuevas áreas de conocimiento y especialización. En los cursos que ofertan también cuentan con el respaldo de doctores y profesionales de dilatada experiencia. «La industria ha tenido un rol muy importante en la formación de los profesionales dentales, pero a día de hoy aún más», afirman desde la compañía Sweden&Martina. «Los cursos y congresos en los que colaboran la mayoría de las empresas más importantes del sector son de un nivel muy elevado, con dictantes muy preparados que transmiten técnicas nuevas y enseñan a utilizar nuevos productos», explican. No obstante, advierten que hay que tener en cuenta que casi el 80% de un congreso de cualquier sociedad científica es financiado por las casas comerciales. «Por este motivo sería interesante que la industria, los órganos directivos de los colegios profesionales y las sociedades científicas se reunieran con asiduidad para organizar y optimar esta formación de manera todavía más eficaz. Hoy existen demasiados cursos y congresos y sería importante empezar a unir algunos puntos para utilizar los recursos económicos de la mejor forma posible», finalizan.

Desde 3Dental reivindican también el importante papel de la industria en el campo formativo. «La industria puede y debe estar vinculada a la formación de nuestros profesionales. En el día a día vemos avances en el sector y podemos anticiparnos y conseguir preparar a los profesionales para que estén siempre a la última, bien sea dando formación especializada o ayudando a los centros de estudios a diseñar programas acordes a las necesidades del sector», aseguran desde la compañía.

Además de universidades, sociedades científicas, colegios y asociaciones profesionales, centros de formación, clínicas privadas o laboratorios se suman a la lista de actores dentro del panorama formativo odontológico español.

Formación por áreas

La falta de especialidades odontológicas oficiales en España ha influido también en el desarrollo de una rica oferta formativa de postgrado. Dada la variedad de cursos, y el importante esfuerzo económico y personal que exigen al alumno, antes de elegir un curso hay que reflexionar y estudiar todas las opciones. En este sentido, el contenido del programa de postgrado va a ser un factor de análisis clave.

Actualmente, hay cursos en cada una de las disciplinas odontológicas y hay que tener muy claro qué campos deben abordar cada uno de ellos. Miembros del comité científico de Gaceta Dental nos han ayudado a identificarlos.

Cirugía Oral y Maxilofacial e Implantología

Así, en el campo de la Cirugía Oral y Maxilofacial, «la formación de postgrado debería dirigirse al desarrollo integral de conocimientos y aptitudes del alumno, más aún si los másteres actuales se convierten en un futuro en másteres realmente profesionalizantes dirigidos a una posible futura especialización», asegura el Dr. Juan López-Quiles. En relación a los temas, los programas por los que se opte deben abordar: diagnóstico; anatomía y embriología; anestesia, reanimación, pacientes especiales y farmacología; Periodoncia básica; cirugía dento-alveolar; infecciones bucales y maxilofaciales; patología de las mucosas; cirugía preprotésica; patología de la articulación temporomandibular; quistes y tumores bucofaciales; patología de las glándulas salivales; patología nerviosa bucofacial; cirugía periodontal; traumatología bucofacial y anomalías dentofaciales. Asimismo, señala el Dr. López-Quiles, «dentro de la Cirugía Bucal hoy en día destaca, por su gran actividad clínica, la Implantología, que requiere, de forma imprescindible, de una formación quirúrgica previa. Principios básicos, anatomía y fisiología aplicadas a la Implantología, selección y diagnóstico del paciente implantológico, técnicas quirúrgicas en Implantología, técnicas quirúrgicas avanzadas, aspectos prostodóncicos en Implantología, mantenimiento y seguimiento, complicaciones y fracasos, resultados y criterios de éxito e investigación en Cirugía Bucal serían las principales áreas de estudio».

Coincide en éstas el Dr. Daniel Torres, quien destaca que un recién titulado en Odontología aún tiene mucho camino por recorrer en las competencias ligadas a la Cirugía Bucal. «Si bien se han trabajado las competencias básicas e indispensables para dar los primeros pasos profesionales de forma autónoma, hay muchos ámbitos básicos en los que se puede y debe profundizar, así como otros avanzados en los que el recién titulado que busca mejorar su preparación quirúrgica debe comenzar su andadura», puntualiza. Respecto a la Implantología, Torres destaca que ésta está presente en la formación del cirujano bucal y debe ser importante y fundamental en la misma. No obstante, apunta, «no deja de lado ni, por supuesto, puede sustituir la formación en otras áreas críticas y que hacen que la Cirugía Bucal sea una de las especialidades más potentes de la Odontología en Europa y en todo el mundo».

Para el presidente de la Sociedad Española de Implantes (SEI), el Dr. Antonio Bowen, la formación que hay de pregrado en Implantología no se corresponde con la repercusión que ésta tiene en la práctica clínica. «Por ello creemos que es imprescindible que el odontólogo recién graduado haga un programa de formación básica en Implantología, en la que haga un especial hincapié en el diagnóstico, planificación, alternativas prostodóncicas, manejo de complicaciones, nociones quirúrgicas básicas y mantenimiento». Asimismo, apunta, el Dr. Bowen, «la formación que permita al odontólogo la práctica clínica de la Implantología, debe hacerse a través de los diferentes programas universitarios que facilitan la formación para la práctica especializada de la misma. De cualquier manera, –finaliza– siempre podemos distinguir una Implantología básica a la que puede acceder cualquier odontólogo con la adecuada formación básica y otra especializada a la que deben acceder aquellos que hayan tenido una formación competa y reglada».

En la práctica del programa elegido es donde pone el foco el Dr. Juan Carlos Vara. No obstante, apunta que al margen de la «especialización», «es necesario saber un poco de todo, porque la boca pide de todo».

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