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¿Por qué estudiar un postgrado?

Y después de la carrera, ¿qué? Esta es una de las grandes preguntas que se plantean los recién graduados en Odontología. Estudiar un postgrado puede ser una muy buena opción, pero ¿cuál elegir? Y lo más importante: ¿cuándo es el mejor momento para hacerlo? Te resolvemos todas las dudas.

Para poder ofrecer a los pacientes una atención inmejorable y seguir ejerciendo su profesión con todas las garantías en cuanto a calidad y competitividad, la formación continua es una de las máximas del profesional dental. Y es que, el sector odontológico se encuentra en un constante avance en cuanto a técnicas, herramientas y tecnología, como resultado de la inversión e investigación por parte de empresas y universidades. Este constante progreso exige, por tanto, una formación continua tanto para los recién graduados, que aspiran a destacar en un mercado laboral competitivo, como para los profesionales con experiencia, que deben renovarse constantemente para mantenerse actualizados.

Así, en función del perfil demandante de formación odontológica, ésta se divide en dos bloques: la formación de postgrado, necesaria para satisfacer la demanda de especialización requerida el sector; y la formación continuada, orientada, sobre todo, al aprendizaje y cualificación permanente.

La formación continua es una de las máximas del profesional dedicado a la Odontología

Tipos de títulos en la formación de postgrado

Dentro de la formación universitaria de postgrado, que va dirigida, principalmente, a perfeccionar lo aprendido durante los estudios de Grado y a adquirir nuevos conocimientos, es posible encontrar diferentes tipologías de cursos: el Máster Oficial Universitario, el Doctorado y los Títulos Propios (Máster Propio o Magíster, Experto y Especialista).

Imagen: Shutterstock. FS Stock

Máster Oficial

Es aquel que cuenta con la acreditación de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), adscrita, a su vez, al Ministerio de Educación. Se trata de un tipo de máster homologado a nivel europeo, por lo que los países del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) también lo reconocen. Dentro del Máster Oficial Universitario se enmarca el de Ciencias Odontológicas, cuya duración es de 60 créditos (ECTS), que se puede cursar a tiempo completo o parcial. Dentro de esta titulación existen tres categorías: Máster Oficial Universitario, cuando esta titulación es impartida por una única institución; el Máster Oficial Interuniversitario, cursado en varias facultades dentro del territorio nacional; y el Máster Erasmus Mundus, que se otorga a aquellos que han estudiado en, al menos, tres universidades de tres países europeos distintos.
Para poder acceder a cualquiera de las tres opciones de un Máster Oficial de Odontología es imprescindible tener concluidos los estudios de Grado en el momento de realizar la matrícula para la inscripción en cualquier Máster Oficial.

Doctorado

Es la opción ideal para aquellos alumnos que pretendan enfocar su carrera profesional tanto a la enseñanza como a la investigación. Para acceder a su estudio es necesario haber completado los 300 créditos, aunque en la mayoría de las carreras los alumnos tan solo obtienen 240, por lo que, para acceder al Doctorado, es necesario que estudien un Máster Oficial que les dote de los 60 créditos restantes.
La duración de los estudios de Doctorado es de un máximo de tres años a tiempo completo, a contar desde la admisión hasta la presentación de la tesis. Sin embargo, y previa autorización de la comisión académica responsable del programa, se puede solicitar realizar estos estudios a tiempo parcial, en un tiempo máximo de cinco años. Una vez aprobada la tesis doctoral, tras un examen y una lectura pública de la misma, la universidad otorga el título de Doctor, que faculta al profesional para ejercer la docencia y la investigación.

El Doctorado es ideal para quienes pretenden enfocar su carrera en la enseñanza o investigación

Títulos propios

La diversificación de la oferta se encuentra en los Títulos Propios, cuyo diseño y desarrollo son elaborados libremente por cada universidad. Sin embargo, generalmente se someten a procesos internos de evaluación y garantía de calidad en cada institución. Estos pueden ser Másteres Propios o Magísteres, títulos de Especialista Universitario y títulos de Experto Universitario.
Los Másteres Propios o Magíster suelen constar de un mínimo de 500 horas teórico-prácticas, de dos años de duración por lo general, y van dirigidos a la adquisición de competencias profesionales por los alumnos. Por su parte, los Títulos Propios de Especialista Universitario o requieren haber cursado un mínimo de 300 horas teórico-prácticas (lo que viene a equivaler a un año), cuyo propósito es ampliar conocimientos en una determinada materia.
En el caso de los programas de Experto Universitario, es necesario un mínimo de 250 horas teóricoprácticas y una duración de un año. Para acceder a estos títulos es necesario poseer, en términos generales, un título de Grado o de Licenciatura, aunque las universidades pueden establecer aquellos requisitos que estimen oportunos.

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¿Cuándo hacer un postgrado?

A la duda de qué tipo de postgrado hacer se le suma la pregunta de cuándo hacerlo. La respuesta aquí es sencilla: depende de los objetivos que persigamos. Para la Dra. María Jesús Suárez, directora del Máster de Prótesis Bucofacial y Oclusión de la Universidad Complutense de Madrid, «no es lo mismo el perfil del estudiante de un máster académico de investigación, que son titulaciones oficiales de las universidades y suelen ser estudios que dan acceso al doctorado y a la carrera docente. En este caso, los egresados lo suelen realizar inmediatamente al terminar los estudios de grado para luego continuar con el doctorado».

Por otro lado, continúa la Dra. Suárez, «están los másteres profesionalizantes, que pueden ser oficiales o pueden ser títulos propios de las universidades. Aquí el perfil puede ser distinto. Puede haber estudiantes que acceden nada más terminar la carrera, mientras que otros no acaban de tener claro a lo que quieren dedicarse y prefieren trabajar antes para visualizar cuál puede ser su futuro y hacia dónde dirigirse. En estos casos, se pueden pasar 2 o 4 años trabajando antes de acceder al máster».

También es importante tener en cuenta que, realizar un postgrado nada más terminar la carrera, puede resultar muy beneficioso para el alumno, ya que todavía mantiene el hábito de estudio y le facilita centrarse en la formación, incluso cuando empiezan a surgir responsabilidades profesionales. En cambio, retomar la formación tras haber avanzado en la carrera profesional puede resultar más complicado.

Estudiar un postgrado te dará las herramientas necesarias para montar tu propia clínica dental

Además, la Dra. María Jesús Suárez incide aquí «en que los alumnos que llegan al máster recién graduados son aquellos que lo tienen muy claro y están enfocados en lo que quieren hacer. Son estudiantes que vienen sin “vicios” adquiridos, suelen ser más disciplinados y más ávidos de aprender. Quieren hacerlo todo el primer año. En cambio, en contra les veo que son más jóvenes e inmaduros, tienen menos manejo del paciente y su curva de aprendizaje puede ser un poco más lenta el primer año, después se van igualando al de alumnos que ya han trabajado».

Por el contrario, argumenta la Dra. Suárez, «en el caso de aquellos alumnos que ya llevan un tiempo trabajando, preferiblemente no más de dos años, vemos que vienen con aprendizajes previos que no siempre son los más ortodoxos, lo cual es muy difícil de eliminar. Y, además, por lo general, no son tan disciplinados porque se creen que ya saben mucho de lo aprendido fuera de la universidad». Desde la perspectiva de estudiante de varios másteres en distintos momentos, el Dr. Andrés Sánchez Monescillo, director de la Clínica Turrión Monescillo de Madrid, está convencido de que «si la persona tiene las ideas más o menos claras, debe comenzar en el mismo momento en que acaba la carrera porque parar y luego volver a comenzar a estudiar, cuesta más, conlleva más esfuerzo».

Las clínicas reconocen la capacidad de aportar innovación y excelencia de los estudiantes de postgrado

Razones para estudiar un postgrado

En un sector en constante evolución, donde las técnicas, tecnologías y conocimientos avanzan rápidamente, estudiar un postgrado te proporciona una educación y formación especializadas que son esenciales para mantenerse al día con estos avances y poder ofrecer a los pacientes un tratamiento de la más alta calidad.

Imagen: Shutterstock. Ground Picture.

También te abre puertas a mejores oportunidades laborales, ya que muchos de los estudiantes de postgrados se colocan y acceden a clínicas donde pueden desarrollar su especialidad y seguir progresando. Estas clínicas no solo reconocen la formación especializada de estos profesionales, sino que también valoran su capacidad para aportar innovación y excelencia a sus prácticas.

Igualmente, si existen aspiraciones de emprendimiento, estudiar un postgrado te dará las herramientas necesarias para montar tu propia clínica dental. Y es que, contar con una especialización y conocimientos avanzados te permitirá ofrecer una amplia gama de servicios dentales y calidad a tus pacientes.
Además, la credibilidad y reputación que obtendrás con un postgrado respaldarán tu práctica clínica y te ayudará a atraer a más pacientes. Establecer una sólida red de contactos es otra de las ventajas, ya que te dará la posibilidad de interactuar con diversos profesionales del sector, lo cual puede ser de gran valor para tu desarrollo laboral a largo plazo.

¿Qué tener en cuenta para elegir un postgrado?

Hay numerosos factores que se deben considerar para evitar tomar una decisión equivocada al elegir un curso y centro educativo. Entre ellos destacan:

  • Contenido y objetivos del curso.
  • Programa, estructura y modalidad.
  • Metodología y evaluación del trabajo.
  • Proporción de contenidos teóricos y prácticos.
  • Nivel de especialización.
  • Perfil del alumnado.
  • Reputación del centro educativo.
  • Experiencia del equipo docente.
  • Instalaciones y materiales empleados.
  • Acreditaciones.
  • Relaciones institucionales.
  • Oportunidades de networking.
  • Posibilidades de expansión de la red de contactos.
  • Requisitos de admisión.
  • Coste y financiación.
  • Idioma en el que se imparte.

Las especialidades, ¿cada vez más cerca?

A día de hoy, España sigue siendo el único país de la Unión Europea que no tiene reconocidas de manera oficial las especialidades odontológicas. Se trata de una reivindicación histórica dentro de la profesión, una demanda en la que van de la mano las principales organizaciones del sector.

Tanto es así que seis sociedades científicas de Odontología de España, junto con el Consejo General de Dentistas y la Conferencia de Decanos de Facultades de Odontología, elaboraron en abril de 2024 un documento conjunto para solicitar el reconocimiento de las especialidades odontológicas oficiales, tal y como sucede en el resto de Europa. La petición plantea la creación de las especialidades de Odontología en un formato de escuela tipo MIR.

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La Sociedad Española de Endodoncia (AEDE), la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), la Sociedad Española de Cirugía Bucal (SECIB), la Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP), la Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial (SEDO) y la Sociedad Española de Prótesis Estomatológica y Estética (SEPES) persiguen con esta acción un doble objetivo: el de garantizar una formación de calidad a los odontólogos y el de proporcionar el mejor servicio a los pacientes que podrán beneficiarse de una atención especializada y regulada.

Las consejerías de sanidad o salud de las comunidades autónomas, tal y como establece el Anexo I del Real Decreto 589/2022, de 19 de julio, son las encargadas de acreditar la necesidad de los nuevos títulos de especialista en Ciencias de la Salud. De este modo, estas seis sociedades científicas de ámbito nacional, que reúnen al 70% de los profesionales de cada una de sus respectivas aéreas de conocimiento, llevan años trabajando conjuntamente para solicitar a las administraciones autonómicas el reconocimiento de las especialidades odontológicas y su correspondiente formación de postgrado.

En el documento enviado a las áreas de salud de las distintas autonomías, no solo instan a sus gobiernos a crear un nuevo título de especialista en Ciencias de la Salud o diploma de área de capacitación específica, sino que plantean la revisión de los ya fijados, así como el acceso y la formación de las áreas de capacitación específica. De hecho, desde el equipo de trabajo de estas sociedades científicas han establecido las normas aplicables a las pruebas anuales de acceso a plazas de formación en especialidades en Ciencias de la Salud, el número de profesionales necesarios, los recursos asistenciales disponibles y el presupuesto que esto supone.

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