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Dr. João Caramês: «No debemos olvidar que detrás de la tecnología debe estar la figura del profesional»

Se confiesa un clínico 100% dedicado a la profesión, poseedor de un fuerte espíritu emprendedor y abierto a los desafíos diarios de aprendizaje que le impulsan en el camino de la excelencia. Así es el Dr. João Caramês, un referente indiscutible de la Odontología ibérica, quien nos recibe en su Instituto de Implantología® (con sedes en Lisboa y Cascais), para, entre otros puntos, hacer repaso de su trayectoria, abordar los retos que se ha marcado al frente de organizaciones profesionales y académicas y analizar el papel de la tecnología en la actividad clínica de nuestros días.

Dr. João Caramês, el pasado mes de octubre fue nombrado presidente de la Sociedad Portuguesa de Implantología y Osteointegración (SOPIO). ¿Cómo afronta este nuevo reto profesional?

– En Portugal, la Sociedad Portuguesa de Implantología y Osteointegración (SOPIO) ha contribuido al desarrollo y promoción de la Implantología Oral en los últimos años. En un ámbito tan desafiante y con diferentes niveles de complejidad como éste, creo que solo podemos ser competitivos si avanzamos conociendo nuestras capacidades reales e invirtiendo en formación de calidad y acreditada. SOPIO ha jugado un papel importante en esta formación continua, al igual que otras sociedades científicas europeas. Por lo tanto, con un honorable espíritu de liderazgo acepté la invitación a presidir la organización.
Los principios y estándares que subyacen a la práctica de una correcta y actual Implantología Bucal han sido objetivos esenciales alcanzados por SOPIO a lo largo de su historia. Con base a este mérito y esta perspectiva, apuntamos a un futuro de crecimiento, reconocimiento continuo y amplio intercambio de conocimiento con asociados de otras sociedades a nivel internacional.

El desarrollo, la investigación, el estudio y la promoción de la Medicina Dental, y de la Implantología Oral en particular, son algunos de los objetivos que persigue la SOPIO. ¿Cómo se canalizan los esfuerzos de la organización para lograrlos?

– El equipo que forma parte de SOPIO tiene mucha capacidad científica y un alto sentido de organización. Entre los retos que hemos definido para los próximos meses destacan, entre otros: el regreso a los eventos formativos presenciales, la celebración de la 6a edición de nuestro congreso y el establecimiento de sinergias con sociedades científicas europeas afines, que permitirán un importante intercambio de conocimiento entre colegas y asociados, además de una difusión internacional de nuestra Sociedad. También será una realidad el acceso de nuestros miembros a publicaciones científicas de referencia, o la concesión de premios científicos patrocinados por la industria y SOPIO en la próxima edición de su congreso.

Contando con todo aquel que quiera sumarse a SOPIO, pondremos el dinamismo científico necesario para generar un amplio espacio de formación y debate sobre los temas más actuales y relevantes en Implantología. Esta perspectiva enriquecerá a todos sus asociados y participantes, confirmando a SOPIO como una sociedad científica de referencia en Implantología en Europa.

«La mejor práctica en Odontología es, sin duda, aquella que supone la mejora continua del clínico. ¡Tenemos que estar abiertos al “life long learning”!»

Este nombramiento es un reconocimiento más a su brillante trayectoria en el terreno implantológico. ¿De dónde le viene su pasión por la Implantología?

– Desde muy temprana edad desarrollé el gusto por las Ciencias Médicas. Sentí una particular vocación por el área quirúrgica combinada con los aspectos estéticos y funcionales. Al aprender a reconstruir y mejorar la «sonrisa» de los pacientes y notar la mejora en su autoestima y calidad de vida, me convertí en un clínico 100% dedicado a la profesión. Al mismo tiempo, comencé a darme cuenta del enorme impacto de la salud bucal en el funcionamiento de otros sistemas de nuestro cuerpo y en la salud general del paciente. Esta perspectiva nos invita a asumir un sentido holístico y plenamente integrador del paciente en el contexto sanitario.

Hoy, y después de 30 años de una formación de posgrado verdaderamente diferenciadora y enriquecedora en la Universidad de Nueva York, no me arrepiento de la elección realizada a nivel clínico y académico. Siento un enorme orgullo por el camino recorrido en las áreas de Implantología y Cirugía Bucal.

Miembro del área internacional del Consejo de Innovación y Excelencia de GD, el Dr. João Caramês es un gran referente de la Odontología portuguesa.

¿Qué le aportó esa experiencia americana que mencionaba anteriormente?

– A principios de los años 90, la formación de posgrado en las áreas en las que decidí diferenciarme, Implantología y Cirugía Bucal, era escasa en Portugal. Ir a Estados Unidos fue una de las decisiones más importantes en mi carrera como dentista. No sólo por la experiencia clínica y el conocimiento científico adquirido en la Universidad de Nueva York (EE.UU), sino también por la experiencia emprendedora que transmite la sociedad americana. Los tres años en Nueva York constituyeron una gran inversión profesional y personal. El compromiso y trabajo desarrollado durante este período significó distinción, me permitió recibir un reconocimiento académico y crear lazos de amistad que perduran hasta el día de hoy. En el área de Medicina Dental, NYU destacó por la calidad de su enseñanza y la presencia de referentes en el área de Implantología como los doctores. Dennis Tarnow, Stephen Chu y muchos otros.

Después de este enriquecimiento curricular, mi mayor motivación fue llevar el «saber hacer» aprendido a mis pacientes en Portugal. Mi proyecto empresarial, Instituto de Implantología®, tiene su génesis en la experiencia americana y surge de mi determinación de promover un centro multidisciplinar pionero en Portugal dedicado a las áreas de Implantología, rehabilitación oral y estética. Hoy, Instituto de Implantología® ya ha cumplido 25 años de vida.

Con esta dilatada experiencia a sus espaldas y una cifra superior a los 50.000 implantes colocados. ¿Cómo se alcanza el nivel de excelencia del que goza actualmente?

– El nivel de excelencia alcanzado sólo es posible con un gran espíritu de trabajo y, en ocasiones, de sacrificio personal. Creo que es necesario un ejercicio cada vez más exigente y dedicado de la profesión.
A pesar de la experiencia, la perspectiva de mejora clínica continua de cara al dominio de nuevas técnicas, como las que se encuentran en el área de la Odontología Digital, constituye un reto diario motivador. Esta ha sido siempre mi guía dentro de la profesión, además de mi espíritu emprendedor y pionero. Mi mayor proyecto es asegurar la continuidad de este sentido de liderazgo, tanto a través de la innovación en la práctica clínica como a través del fomento de la investigación en las áreas de Cirugía Oral, Implantología y Rehabilitación Oral.

El Instituto de Implantología® es la clínica que creé como modelo de referencia en la prestación de asistencia sanitaria y rehabilitación bucal a la población, y cuya estructura ahora es reconocida gracias a un gran equipo clínico distribuido en dos centros, en Lisboa y Cascais. Sólo me queda agradecer y compartir con el equipo con el que trabajo día a día, el éxito alcanzado.

¿Es posible realizar una práctica odontológica de calidad sin una formación continuada?

– La formación continua de calidad es fundamental en nuestro recorrido profesional. La mejor práctica en Odontología es, sin duda, aquella que supone la mejora continua del clínico y su permanente actualización. ¡Tenemos que estar abiertos al «life long learning»!

¿Y sin tecnología? ¿Qué papel cree que juegan las herramientas digitales en el campo odontológico? ¿Son más importantes para los profesionales o para los pacientes?

– La Odontología representa uno de los mejores ejemplos de la era digital y la mejora continua de las nuevas tecnologías en el ámbito sanitario. No cabe duda de que los distintos recursos tecnológicos que progresivamente se han ido poniendo a disposición de los odontólogos en los últimos años (equipos CBCT, escáneres intraorales, escáneres faciales, impresoras 3D…) nos permiten actualmente y lo harán en el futuro: mejorar la comunicación con el paciente, tener mayor asertividad en el diagnóstico o planificar y ejecutar, de forma más eficaz y menos invasiva, la gran mayoría de los tratamientos. Desde esta perspectiva, la tecnología digital ha beneficiado tanto a los dentistas como a los pacientes. Es fundamental que nuestras habilidades clínicas estén claramente diferenciadas, sin esperar que las tecnologías digitales compitan con nuestra experiencia clínica.

«No debemos olvidar que detrás de la tecnología debe estar la figura del profesional, estableciendo el principio rector del plan de tratamiento y reconociendo también las limitaciones actuales de la Medicina Dental Digital»

Le pregunto esto, porque hace unos años, en una visita que le realizamos a la sede de su Instituto de Implantología® de Lisboa, todo un referente en el campo de la Medicina Dental del país, nos decía: «Debemos filtrar de forma crítica el mundo digital». ¿Sigue siendo cauto respecto a la Odontología Digital?

– Planificar y ejecutar con herramientas digitales impone siempre un pensamiento biológico orientado a los tejidos que componen la cavidad bucal y los desafíos que presenta cada tipo de rehabilitación. El uso de flujos digitales sólo tendrá sentido si el flujo de trabajo generado se basa en el conocimiento y la consideración clínica del médico y contribuye a mejorar la previsibilidad y eficacia del tratamiento. Es importante no olvidar que detrás de la tecnología debe estar la figura del médico estableciendo el principio rector del plan de tratamiento y reconociendo también las limitaciones actuales de la Medicina Dental Digital. Es claro que a día de hoy tenemos que sacar partido de las ventajas del flujo digital, pero sin olvidar el analógico siempre que esa sinergia digital/analógica permita resultados más eficaces.

Su labor en el campo implantológico le llevó a crear un sistema de clasificación de rehabilitación total con implantes -Caramês Classification-, que es utilizado por una gran cantidad de profesionales en todo el mundo. ¿Cómo beneficia a sus colegas este sistema?

– La «Clasificación Caramês» deriva de una larga experiencia clínica de más de 24 años en la rehabilitación de pacientes completamente edéntulos o candidatos a rehabilitación fija total con implantes. Este sistema de clasificación considera la información clínica del paciente como base del proceso de planificación y toma de decisiones terapéuticas. Se reúnen factores médicos, biomecánicos, anatómicos, diseño protésico y expectativas del paciente y se toman como punto de partida para evaluar y clasificar cada caso clínico. Todos los pacientes son únicos y requieren un enfoque individual de su caso. Por tanto, esta clasificación contradice la idea de que una técnica quirúrgica estándar pueda ser aplicable a todo tipo de casos. Por el contrario, sostiene que debemos aplicar la técnica quirúrgica al caso clínico que pretendemos tratar. Para elaborar esta propuesta, analizamos retrospectivamente más de 3.500 arcadas desdentadas operadas y rehabilitadas en el Instituto de Implantología®.

Esta es una clasificación sugerente de cómo proceder en cada nivel del caso clínico, desde IC hasta CV. Se trata naturalmente de un sistema vivo que, ante la permanente evolución de la Implantología, acepta igualmente modificaciones y actualizaciones.

«Solo podemos ser competitivos si avanzamos conociendo nuestras capacidades reales e invirtiendo en formación de calidad y acreditada», destaca el Dr. Caramês.

¿Qué es lo que usted, como profesional de la Implantología, espera de un sistema de implantes?

– Se espera que un sistema de implantes disponible en el mercado presente varios estudios clínicos con un alto nivel de evidencia que apunten a su éxito biológico y biomecánico. Son fundamentales aspectos como la facilidad y calidad de manejo del sistema, la macro y microgeometría del implante que favorecen no solo la colocación, sino también la consecución de torques de inserción para la aplicación de protocolos de carga inmediata y acelerar su osteointegración. Al mismo tiempo, deben existir opciones protésicas para los distintos tipos de rehabilitación que garanticen una adecuada complementariedad implantológica, favorezcan el sellado biológico de la zona periimplantaria y minimicen el riesgo de complicaciones protésicas. Actualmente, las diversas opciones protésicas tienen que considerar el aspecto digital.

Por su conocimiento y experiencia, ¿qué tipo de implante recomendaría a sus colegas de profesión para obtener los mejores resultados?

– No existe un solo tipo de implante ni un solo sistema de implantes que ofrezca los mejores resultados. Sobre todo, cada profesional debe conocer, según los criterios que mencioné anteriormente, el sistema de implante que coloca y desarrollar una curva de aprendizaje adecuada en su uso.

«La “Ciudad de la salud bucal digital” es uno de los proyectos en curso más recientes y atractivos»

Periimplantitis, osteointegración… la Implantología tiene varios desafíos abiertos. Si tuviera que identificarlos, desde su punto de vista, ¿cuáles serían y cómo pronostica que evolucionarán en el futuro?

– Debemos reconocer que los retos de la Implantología afectan no sólo a los futuros candidatos a la rehabilitación oral con implantes, sino también a los millones de pacientes portadores de implantes que, a lo largo de su vida, pueden presentar algún tipo de complicación biológica o protésica. En una evaluación sistemática de estudios clínicos con un seguimiento de 10 o más años, se reconoce que la tasa de supervivencia del implante es significativamente alta, superior al 95%, lo que apunta a la alta previsibilidad de esta opción de tratamiento. Sin embargo, el resultado, la supervivencia, es insuficiente para traducir su eficacia en la población general. Cuando se evalúa, se observa que la prevalencia de periimplantitis es de hasta el 47% y que hay una correlación positiva entre su aparición y la vida útil del implante. Dependiendo del tipo de rehabilitación y del material utilizado, también se registran diferentes niveles de complicaciones protésicas. Salvo en determinados contextos regionales, no conocemos la frecuencia de complicaciones de los implantes en la población.

En muchos países no hay cuestionarios observacionales nacionales centralizadas sobre salud bucal. Su implementación ayudaría a comprender mejor la realidad que nos rodea y significaría un aporte importante al esclarecimiento y alfabetización de los pacientes. Como enfermedad inflamatoria con repercusiones sistémicas, la periimplantitis es un factor de riesgo funcional y estético para los implantes cuyo diagnóstico precoz y tratamiento preciso aún son difíciles de establecer. Seguimos sin poder dar una respuesta eficaz para la resolución de la enfermedad periimplantaria cuando se presenta en estadios más avanzados. Su control es un desafío que se expresa en la investigación y propuesta de nuevas superficies de implantes con propiedades antibacterianas, o en nuevos medios y protocolos de tratamiento quirúrgico y no quirúrgico. Se trata de líneas de investigación relevantes que podrían traer importantes novedades en el área de la Implantología.

También ha renovado hace unos meses su cargo como director de la Facultad de Medicina Dental de la Universidad de Lisboa, ¿a qué desafíos se enfrenta la enseñanza odontológica de cara a los próximos años?

– La ampliación, modernización y crecimiento de la Facultad de Medicina Dental de la Universidad de Lisboa (FMDUL) son algunos de los desafíos definidos para el presente y futuro del centro. A pesar de un riguroso plan de gestión, al renovar mi mandato como director de la FMDUL para el período 2024-2026, no abandono la perspectiva de modernización e innovación del centro. Por ello, uno de los proyectos en curso más recientes y atractivos, fruto de la obtención de financiación europea externa, es la «ciudad de la salud bucal digital». La creación de este hub impulsará un proyecto pedagógico innovador en Portugal, que consolidará la estrategia de transición curricular al campo digital, con la oferta de formación continua de posgrado para profesionales del área de la salud bucal.
La «ciudad de la salud bucal digital» brindará acceso a una variedad de herramientas tecnológicas fundamentales para la educación universitaria de vanguardia (como escáneres intra y extraorales, impresoras 3D o equipos CAD-CAM), software de inteligencia artificial para apoyar la toma de decisiones clínicas, y la capacidad de los estudiantes de simular y planificar todas las fases del tratamiento de forma virtual, adquiriendo y entrenando habilidades adicionales antes de la intervención clínica. Somos un centro que busca la mejora permanente y somos conscientes de que su éxito depende, considerablemente, de la dedicación, dinamismo y movilización de toda la comunidad académica.

«La Odontología representa uno de los mejores ejemplos de mejora continua de las nuevas tecnologías en el ámbito sanitario»

A su juicio, ¿hay un buen presente y futuro «ibérico» en la profesión odontológica

– Vislumbrar los retos presentes y futuros de la Odontología Ibérica exige, sin duda, un sentido de unidad entre los profesionales y futuros profesionales en torno a una actitud consciente, comprometida, honesta y responsable hacia la profesión. Creo que Portugal y España, como países hermanos, tienen mucho en común. Por un lado, tienen de las Odontologías más avanzadas del mundo y, por otro, sufren del excesivo número de profesionales graduados por las Universidades Ibéricas, lo que complica la entrada de los jóvenes en el mercado de trabajo. A pesar de la realidad socioeconómica más adversa que estamos viviendo en Europa, creo que el mercado laboral de nuestra zona siempre puede acoger a quienes «tratan mejor la profesión». Aconsejo a los más jóvenes que den lo mejor de sí mismos, que se lleven la formación y el ejemplo de la «escuela» donde se graduaron y que persigan la atención óptima a sus pacientes. Su determinación individual de una buena práctica clínica, imbuida de competencia médica y sentido ético, es fundamental para que todos podamos ampliar la necesaria promoción de la salud bucal en Portugal y España.

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