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Magnificación en Odontología restauradora

El uso de la magnificación juega un papel sumamente importante y/o indispensable en la Odontología moderna. Estamos en una profesión donde se requieren habilidades motoras precisas guiadas por una agudeza visual, la cual es muy limitada. Es entonces donde podemos conseguir diferentes opciones en el mercado para mejorar estas limitaciones: desde lupas simples o compuestas hasta microscopios.

El microscopio es un instrumento diseñado para magnificar nuestra visión a niveles sin precedentes y permitirnos realizar diagnósticos y tratamientos con precisión. Esto nos da la oportunidad de mejorar la calidad de nuestros procedimientos y realizar una Odontología extremadamente conservadora con el diente (1).

Existen tres conceptos clave que ayudan a dimensionar la utilidad del microscopio: la magnificación, la iluminación y la documentación. La magnificación es determinada por la potencia del ocular, la longitud focal de los binoculares, el regulador de los factores de aumento y la longitud focal del objetivo. La iluminación de los microscopios es coaxial con la línea de visión, lo que permite que se pueda ver el campo de visión sin sombras. Al ser paralela la luz, se evita la convergencia ocular,
manteniendo los ojos en reposo, y así poder realizar procedimientos prolongados sin fatiga ocular. Además, a través de diferentes aditamentos, ofrece la capacidad para la documentación de todo el procedimiento clínico (2).

Actualmente es muy conocido el uso del microscopio en el área de la Endodoncia, pero cada día la popularidad de estos dispositivos va ganando terreno en diferentes especialidades, debido a los innumerables beneficios, accesorios y herramientas que pueden hacer aplicadas a las áreas de Cirugía, Periodoncia, Odontología restauradora y la técnica dental. Durante varias décadas, muchos técnicos de laboratorio dental han utilizado microscopios estereoscópicos para recortar matrices, refinar piezas fundidas y realizar otros procedimientos que requieren un alto grado de precisión (3).

La Odontología restauradora y la cirugía son disciplinas muy exigentes a nivel visual y postural. La necesidad de ver en detalle estructuras anatómicas muy pequeñas requiere, en muchas ocasiones, acercarse en exceso sobre el área de tratamiento, lo que da a lugar a posturas inadecuadas y forzadas. Trabajar a distancias muy próximas supone, además, someter a nuestro sistema visual a una situación de esfuerzo constante.

Todos los profesionales dentales deben considerar el uso de la mejora visual adecuada para hacer que la práctica de la Odontología sea más precisa, más fácil, más placentera y para reducir el riesgo de lesiones musculoesqueléticas (1).

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Autores

Licenciado en Odontología. Universidad Santa María (Venezuela). Especialista en Estomatología Integral del Adulto. Universidad Santa María. Especialista en Implantología. CPO Uninga São Paulo (Brasil). Miembro activo de la Academia Latinoamericana de Oseointegración (ALAO). Miembro activo de Digital Dental Craftsmen. Director de Dentimpact.

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