Recientemente, ha habido un creciente interés en las propiedades colectivas de las comunidades microbianas orales, consideradas importantes para el desarrollo de enfermedades bucales, que son moldeadas por interacciones físicas y metabólicas entre los participantes de la comunidad. Sin embargo, aún no se ha investigado si las interacciones interespecíficas tienen un impacto en la producción de compuestos volátiles, lo que conduce al desarrollo de la halitosis.
Esto es lo que afirma un grupo de investigadores de la Universidad de Osaka (Japón) quienes informan que una combinación particular de bacterias presentes en nuestra boca puede ser responsable de producir algunos olores muy desagradables.
El estudio, publicado en la revista mSystems, revela que la interacción entre dos tipos comunes de bacterias orales conduce a la producción de un compuesto químico que es una de las principales causas del mal aliento.
El mal aliento o halitosis es causado por compuestos volátiles que se producen cuando las bacterias de la boca digieren sustancias como sangre y partículas de alimentos. Puede tener un impacto significativo en la vida social de las personas afectadas, y la elucidación de los mecanismos relacionados con la producción de CH3SH que se explican a acontinuación, se espera que conduzca al desarrollo de nuevas estrategias para el manejo de la halitosis.
El metilmercaptano (CH 3 SH)
Uno de los compuestos más malolientes que se generan en la boca es el metilmercaptano (CH 3 SH), que es producido por microbios que viven alrededor de los dientes y en la superficie de la lengua, y la halitosis es resultado de su producción.
Sin embargo, se sabe poco sobre qué especies bacterianas específicas están involucradas en este proceso.
«La mayoría de los estudios anteriores que investigaban las bacterias orales productoras de CH 3 SH han utilizado enzimas aisladas o volúmenes de cultivo relativamente pequeños», explica el autor principal, Takeshi Hara. «En este estudio, nuestro objetivo era crear un entorno más realista en el que investigar la producción de CH 3 SH por parte de las principales bacterias orales».
Para ello, los investigadores desarrollaron un sistema de co-cultivo anaeróbico de gran volumen que les permitió probar las interacciones entre múltiples tipos diferentes de bacterias que viven en la boca.
Este sistema pudo comprobar tanto las interacciones físicas directas entre las bacterias como si estas especies podían afectarse entre sí a distancia, por ejemplo, mediante la secreción de sustancias activas.
Resultados del estudio y conclusión
«Los resultados fueron muy intrigantes», dice Masae Kuboniwa, autor principal. «Descubrimos que Fusobacterium nucleatum produce grandes cantidades de CH 3 SH en respuesta a Streptococcus gordonii, otra bacteria oral».
Mediante el uso de trazadores de isótopos estables y el análisis de la expresión genética, los investigadores demostraron que S. gordonii libera una sustancia llamada ornitina que incita a F. nucleatum a producir más de una molécula llamada poliamina.
Debido a que F. nucleatum necesita metionina para producir poliamina, esta producción mejorada de poliamina activa su vía de recuperación de metionina, lo que a su vez da como resultado una mayor producción de CH 3 SH.
«En conjunto, estos hallazgos sugieren que la producción de CH 3 SH en la boca está impulsada por la interacción entre S. gordonii y F. nucleatum», dice Hara.
El estudio concluye que la elucidación de los mecanismos relacionados con la producción de CH3SH se espera que conduzca al desarrollo de nuevas estrategias para el manejo de la halitosis.. Es decir, comprender cómo estas dos especies de bacterias trabajan juntas para causar mal aliento podría ser útil para desarrollar formas de tratar o incluso prevenir el mal aliento.
Además, dado que el mal aliento suele estar asociado a la enfermedad periodontal, tratar este síntoma a tiempo podría ayudar a prevenir daños más graves en el futuro.