Tras 20 años trabajando en diferentes clínicas dentales, la Dra. Elisabeth Egio ha conseguido materializar su sueño con la fundación de su clínica “Elisabeth Egio. Ortodoncia y Cuidado Dental’’, una iniciativa que ha sido muy valorada por parte del Ayuntamiento de Elche, haciéndola merecedora del Premio Iniciativa Emprendedora.
– Dra. Elisabeth Egio, recientemente, el Ayuntamiento de Elche le ha hecho merecedora del Premio Iniciativa Emprendedora por su proyecto “Elisabeth Egio. Ortodoncia y Cuidado Dental’’. ¿Cómo valora este reconocimiento?
– Lo valoro muy positivamente. Es un reconocimiento del Ayuntamiento de Elche, mi ciudad, para proyectos de empresarios emprendedores locales. En mi caso, aunque llevo casi 20 años dedicada a la Ortodoncia de forma exclusiva trabajando en varias clínicas dentales, ha sido ahora cuando he decidido llevar a cabo mi proyecto personal, y este tipo de premios supone un reconocimiento y una visibilidad para la clínica que es muy favorable.
– ¿Y por qué se ha decidido ahora y no antes? ¿Cuál ha sido su motivación?
– Siempre he tenido mucha inquietud empresarial y, tras 20 años colaborando en clínicas dentales, ha sido ahora cuando a nivel personal y profesional he encontrado las circunstancias más favorables para sacar adelante el proyecto. Mi motivación principal ha sido y es poder desarrollar mi especialidad de Ortodoncia en una clínica enfocada totalmente a tal fin, liderar mi propio equipo, apostar por un servicio de atención exquisita enfocado en el paciente; todo ello en un entorno especial, único y diferente. Hemos hecho una apuesta fuerte en el diseño de la clínica y también a nivel tecnológico, con una clínica confortable, especial y totalmente digitalizada.
– ¿Cuántos años ha tardado en montar la clínica? ¿Con qué dificultades se ha topado por el camino y cómo ha conseguido solventarlas?
– Aunque el concepto del tipo de clínica llevaba años en mi mente, desde que se iniciaron las gestiones de creación de la marca, naming, diseño y distribución de los espacios, hasta que finalizó la obra y pudimos abrir la clínica, transcurrió un año. Un año muy intenso, de mucho trabajo y esfuerzo, lleno de ilusión y, en ocasiones, temores.
Las principales dificultades tuvieron que ver con la obtención de licencias de obra, apertura, permisos de actividad, radiológicos, etc.; y todos los aspectos puramente constructivos o propios de una obra tan singular como es una clínica dental.
– Para poder abrir la clínica, ¿ha recibido algún tipo de ayuda o subvención por parte de la Administración?
– Lo cierto es que a nivel de ayudas o subvenciones, son pocas o ninguna para este tipo de negocio. Únicamente pude optar al Kit Digital que lo empleé para desarrollar la web. Y esto es todo. La mayoría de ayudas en estos momentos van dirigidas a otras áreas más relacionadas con empresas digitales, startups, o empresas de innovación y desarrollo. Tanto a nivel nacional como local y autonómico, esto es algo a mejorar.
– ¿De qué manera le ha beneficiado haber trabajado anteriormente en otras clínicas antes de abrir la suya propia?
– Sin duda, tras 20 años colaborando en clínicas dentales, vas elaborando de forma clara qué aspectos implementarías en tu clínica y cuáles no. A nivel profesional, me he enriquecido de trabajar con compañeros de otras especialidades, lo cual me otorga una visión muy amplia de la Odontología, y un extenso conocimiento a la hora de enfocar mis tratamientos cuando es necesaria la intervención de otra área como Odontopediatría, Periodoncia, Cirugía, Estética Dental, etc.
Por otro lado, he ido observando cómo, en ocasiones, el ritmo frenético de algunas consultas dentales hace que el paciente sea atendido a una velocidad que hace algo difícil que pueda ser escuchado, comprendido y se sienta tratado como merece. Esto es algo que intento tener en cuenta en mi clínica, implantando un modelo de atención muy personalizada, basado en producción por calidad, y no por cantidad, con tiempos de espera mínimos, y tratamientos supervisados siempre por la misma profesional.
Me he dado cuenta de que cada vez más los pacientes valoran la especialización en el sector. Por eso, mi clínica se enfoca principalmente en dos especialidades: Ortodoncia y Odontopediatría, para poder ofrecer los tratamientos más novedosos y específicos en esas dos áreas.
«A nivel profesional, me ha enriquecido de trabajar con compañeros de otras especialidades»
– El miedo al fracaso o los problemas de financiación son, entre muchos otros, algunos de los motivos que frenan a los jóvenes a emprender en Odontología. En base a su experiencia, ¿cree que es posible cambiar esta tendencia? ¿Qué consejo le daría usted a un profesional que quiere emprender, pero no se atreve?
– En efecto, esos son motivos importantes que pueden frenar a la hora de abrir tu propia clínica. La tendencia es que, con el número tan alto de licenciados en Odontología que empiezan a ejercer cada año, parece difícil pensar que todos y cada uno de ellos puedan abrir su propia clínica, y por eso cada vez más la tendencia es a especializarse y colaborar en varias clínicas. Mi consejo es adquirir mucha experiencia antes de tomar la decisión de abrir tu propia clínica y tener muy claros los “pros” y los “contras” de cada uno de los modelos antes de decidir emprender.
– Gastos, impuestos, seguros, equipamiento, inversión, bajas de personal… Son muchos los aspectos a tener en cuenta antes de abrir una clínica. ¿Ha recibido algún tipo de formación sobre gestión empresarial o cuenta con la ayuda de un gestor?
– Dado que siempre estuvo en mi mente abrir mi clínica, en el año 2010 realicé de la mano del Dr. Primitivo Roig, el Máster de Gestión y Dirección de Clínicas Dentales. Sin duda, ahí empezó todo y, durante todos estos años, me he interesado mucho sobre los aspectos puramente empresariales de una clínica dental, de la gestión de personal, recursos, procesos, etc. Por otro lado, es indispensable contar con un despacho de asesoría y gestoría fiscal, contable, financiero y laboral para todo tipo de gestiones administrativas y burocráticas.
– ¿Hay algún organismo que le haya orientado sobre la documentación y requisitos que se necesitan para abrir una clínica?
– Estos aspectos los solventé contratando a una empresa de ingenieros especializados en obtención de licencias, permisos, documentación y demás trámites necesarios. Es difícil, o al menos en mi caso fue así, que desde los organismos públicos te orienten con claridad y en los tiempos necesarios que el proyecto requiere. El Colegio de Odontólogos de Alicante sí que me ayudó con algunas consultas previas a la apertura de la clínica.
– Además de la formación, dinero, plan de negocio, equipamiento… A su juicio, ¿qué más se necesita para emprender?
– Ilusión, trabajo, dedicación, liderazgo, esfuerzo, constancia, tiempo, apoyo familiar, paciencia, y crear un equipo que te acompañe y sea comprometido con el proyecto.
– Por último, ¿cuáles son las ventajas de montar tu propia clínica?
– El poder trabajar con los medios que has escogido, el personal que has seleccionado, los tiempos que consideras necesarios para cada tratamiento, el material que decides, los protocolos que implementas para cada procedimiento y, en definitiva, hacer las cosas a tu manera, decidiendo tú cómo, cuándo y dónde.
Sin duda, tras el esfuerzo enorme que conlleva emprender un negocio, la gran satisfacción es ver crecer tu propia clínica con pacientes contentos con sus tratamientos y que te recomiendan a otros pacientes. Ahí está el premio.