En general, a muchas personas les preocupa el dolor que puede causar un empaste dental. Sin embargo, el procedimiento no suele ser doloroso, ya que se lleva a cabo con anestesia local, o en casos de empastes superficiales, incluso sin anestesia. De hecho, la anestesia adormece el área alrededor del diente que va a ser tratado, lo que ayuda a reducir cualquier sensación de dolor durante el procedimiento.
Además, los empastes son utilizados para tratar caries o restaurar dientes dañados por lo que durante el procedimiento, el dentista elimina la parte de la estructura dental que está afectada por la caries y sella la cavidad con un material de relleno, como composite o amalgama. En consecuencia, es posible que se sienta movimiento o presión durante el proceso, pero en cualquier caso, el paciente no debería experimentar dolor significativo gracias a la anestesia local.
¿Cómo identificar los síntomas de dolor tras un empaste?
Los empastes pueden causar sensibilidad o dolor después de ser colocados, pero suele ser leve y pasajero. Por tanto, los síntomas que podrían indicar la presencia de dolor tras una obturación son lo siguientes:
- Se puede experimentar sensibilidad repentina a bebidas o alimentos fríos o calientes en el diente donde se realizó el empaste.
- Sentir dolor al morder o masticar aplicando presión sobre el diente tratado.
- Experimentar dolor sin razón aparente, es decir, sin estar comiendo o bebiendo.
- Inflamación o sensibilidad en las encías.
- Dolor agudo, punzante o pulsátil.
¿Cuánto tarda en desaparecer el dolor tras una obturación?
Comúnmente no se debería sentir molestias pasados 5 días de la realización del tratamiento, sin embargo, en algunos casos, podría durar un poco más dependiendo de cada paciente.
No obstante, el malestar debería ir disminuyendo progresivamente. Por el contrario, si el dolor dura más de lo debido, aumenta o produce síntomas como fiebre, es recomendable acudir al dentista para evaluar la situación.
Consejos para reducir el malestar post empaste
Como ya hemos comentado, el dolor suele desaparecer por sí solo en unos días. Sin embargo, este proceso puede ser más llevadero siguiendo estás recomendaciones:
- Durante las primeras horas o días posteriores al empaste, evitar masticar alimentos duros en la zona tratada para reducir la presión sobre el diente.
- Ingerir analgésicos indicados por el dentista son una de las mejores maneras para aliviar el dolor después de un empaste.
- Para reducir el hinchazón y el malestar se pueden aplicar hielo o compresas frías en el área externa de la boca donde se realizó el empaste.
- Se recomienda cepillar suavemente la zona del empaste para evitar irritar el área.
- Enjuagarse la boca con agua salada tibia puede ayudar a reducir la inflamación y promover la cicatrización de los tejidos.
