La práctica odontológica es muy exigente a nivel visual y postural. Un campo de trabajo reducido, con áreas profundas y oscuras, procedimientos que requieren gran precisión y un continuo proceso de toma de decisiones clínicas, tanto en el diagnóstico como en el tratamiento, son los principales factores que influyen en la ergonomía en Odontología.
Estos factores contribuyen a que los clínicos adopten posturas inadecuadas y forzadas que pueden ocasionar trastornos musculoesqueléticos (TME) con las consecuencias que supone para su salud. Otra consecuencia de esas condiciones vinculadas al trabajo odontológico es la fuerte demanda visual por lo minucioso del trabajo en la cavidad oral y el trabajar a distancias de enfoque muy próximas, lo que puede ocasionar molestias oculares a estos profesionales.
Sistema visual y su relación con la práctica odontológica
Hoy en día, nuestro mundo es cada vez más visual. Captamos una gran información de nuestro alrededor gracias al sentido de la vista y eso nos permite realizar infinidad de actividades de nuestra vida diaria. De hecho, el 80% de la información que
recibimos de nuestro entorno, nos llega a través de nuestros ojos. Para el profesional de la Odontología, ver bien es fundamental, ya que sus decisiones diagnósticas y de tratamiento se basarán, en gran parte, en la información visual que reciban.
La manera en la que vemos las cosas forma parte de un proceso complejo donde se producen una serie de etapas en el ojo y el cerebro. Todo este proceso es muy fácil de entender si comparamos el funcionamiento del ojo con una cámara de fotos.