Cada vez son más frecuentes los casos de adultos que, teniendo una compresión maxilar esqueletal, pueden ser tratados mediante expansión sin necesidad de ayuda
quirúrgica (SARPE) para ello.
De forma contraria a otras suturas craneales, la sutura palatina es la única que puede permanecer sin un cierre completo hasta la edad adulta.
En la literatura encontramos distintos rangos de edades que apuntan a que
la sutura se mantiene parcialmente abierta sobrepasada la edad adolescente, mostrando grandes variaciones en la progresión del cierre. Sin embargo, son numerosos los estudios que confirman que el aumento de la edad conlleva una
disminución en la respuesta del maxilar al movimiento de expansión debido al cierre progresivo de las suturas maxilares. Concretamente el estudio de Melsen (1) realizado sobre cadáveres, observó que el crecimiento transversal de la sutura
continúa superados los 16 años en el género femenino y los 18 años en el
masculino.
Persson y Thilander (2), dos años más tarde, describieron las fases de desarrollo cronológico de la osificación de la sutura media palatina sobre 24 individuos, con
edades comprendidas entre los 15 y 35 años, donde establecieron que, aunque en la etapa juvenil podía observarse obliteración sutural, era poco frecuente encontrar un cierre evidente antes de los 30 años. Así también lo confirman Thadani y cols. (3), observando que la obliteración puede comenzar en la adolescencia, pero su fusión completa rara vez se encuentra antes de la tercera década de la vida.
La decisión de cuál es el tratamiento adecuado ante una falta de desarrollo maxilar
transversal no debe ser confiada únicamente a la edad cronológica, sino también debe estar relacionada con la etapa de maduración de la sutura palatina. Esta sutura que divide al hueso maxilar en dos mitades, presenta cinco etapas de maduración (Figura 1): A, B, C, D y E.