Consultas virtuales, recetas electrónicas o aplicaciones médicas son algunas de las herramientas que, especialmente a partir de la pandemia de COVID-19, cada vez son más comunes en los servicios de salud.
Así lo expresa la UOC, quien también afirma que existe una necesidad imperiosa de formar en salud digital a los profesionales sanitarios de Cataluña. Una necesidad que, muy probablemente, se extienda al resto de España.
Para aportar datos, los investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) han participado en un estudio que ha diseñado una nueva herramienta para evaluar las competencias digitales de este colectivo en la región, así como sus necesidades de formación.
En concreto, se analizaron las competencias digitales de 803 profesionales sanitarios que trabajan en Cataluña, incluyendo a dentistas, así como a médicos y enfermeras, nutricionistas, ópticos, farmacéuticos, fisioterapeutas, podólogos, logopedas y otros especialistas en salud, como biólogos, químicos y psicólogos.
Los resultados, publicados en abierto en el Journal of Medical Internet Research, concluyen que la mayoría poseen un nivel básico. Y tal como expone Francesc Saigí, profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC: «conocer el nivel de competencia digital de los profesionales sanitarios es fundamental para promover políticas y acciones estratégicas relevantes en beneficio del rendimiento profesional”.
Hay, sin embargo, un factor importante a tener en cuenta: la edad. La competencia digital era más alta para los profesionales más jóvenes (entre 18 y 25 años), lo que «evidencia que el uso de las tecnologías digitales en el ámbito personal favorece su uso en la práctica profesional«, afirma Eulàlia Hernández, investigadora del grupo de investigación Behavioural Design Lab del eHealth Center de la UOC.
El estudio también recoge información sobre cuáles son las herramientas digitales profesionales más utilizadas, siendo estas las ofimáticas, las redes sociales y los registros sanitarios electrónicos. Asimismo, se pregunta sobre cuáles de las herramientas les gustaría recibir más formación, destacando las de prevención de enfermedades y promoción de la salud, las ofimáticas, las de seguimiento remoto y los registros electrónicos de salud.
Esto implica, según los investigadores de la UOC, que no basta con dominar las herramientas profesionales, el reto de la capacitación digital va más allá.
«A pesar de que los profesionales sanitarios estén habituados a las tecnologías digitales (manejo de la historia clínica electrónica o la eConsulta, entre otras), si el nivel de alfabetización digital es bajo, no estamos aprovechando todos los beneficios que ofrece la salud digital, y en esto, los profesionales sanitarios se convierten en la pieza clave», subraya Francesc Saigí.