La maloclusión dental es una patología que puede afectar a niños, adolescentes y adultos. Se produce cuando los dientes superiores no encajan con los inferiores al cerrar la boca (es decir, cuando mordemos) debido a la incorrecta alineación de las piezas dentales.
Tipos de maloclusión dental
Maloclusiones transversales
- Mordida cruzada: La arcada dentaria superior o inferior se sitúa por dentro o por fuera de la arcada antagonista
- Mordida de tijera: Es cuando la arcada dentaria superior o inferior queda totalmente por fuera o dentro de la arcada antagonista.
Maloclusiones verticales
- Mordida abierta: Al cerrar la boca, queda un espacio entre los incisivos superiores e inferiores.
- Sobremordida: Los dientes de la arcada superior cubren a los dientes inferiores.
- Mordida borde a borde: Se produce cuando al cerrar ambos incisivos, contactan entre ellos con las caras oclusales.
Maloclusiones sagitales
Se clasifican según las relaciones de los molares permanentes en sentido anteroposterior. Y son caracterizadas por un perfil con mentón prominente.
- Oclusión molar Clase I: Se considera que es la oclusión ideal.
- Maloclusión molar de Clase II: La arcada dental superior se sitúa adelantada respecto a la arcada dental inferior, como le pasaba a Freddy Mercury.
- Maloclusión de Clase III: La arcada dental inferior se sitúa adelantada con respecto a la superior.
Causas de la maloclusión dental
La aparición de la maloclusión dental puede asociarse a diversos factores:
- Factores hereditarios y defectos congénitos.
- Si el bebé se chupa el dedo o sigue usando chupete y/o biberón más allá de la erupción de los incisivos temporales.
- Niños en los que los dientes de leche ocupan poco espacio y, al crecer los dientes definitivos ocupan más espacio del que hay.
- Existen algunos hábitos, como morder objetos, que pueden provocar su aparición.
- A causa de la caries. El perder los dientes de forma prematura puede dar lugar a que los definitivos nazcan en una posición incorrecta, o a que los adyacentes cambien de posición.
- Cuando se pierden dientes por un golpe o no han llegado a formarse y aparecer (agenesia).
- Si hay dientes con formas anómalas.
- En personas respiradoras orales. Este patrón anómalo de respiración puede hacer que el maxilar superior no se desarrolle correctamente al no tener el estímulo de la respiración nasal.
Prevención
A pesar de que una de las causas principales de la maloclusión dental son los factores hereditarios, en base a lo que acabamos de ver, está claro que algunas acciones pueden ayudar a prevenirla durante la infancia.
Porque el mejor momento para prevenir una maloclusión es la edad infantil, alrededor de los 7 años, ya que es el momento en el que el niño/a está en pleno recambio dental, con lo cual pueden detectarse de forma temprana posibles alteraciones que puedan afectar en el futuro. El tratamiento en esta fase se conoce como ortodoncia interceptiva, y puede evitar mayores complicaciones cuando el niño/a llegue a la edad adolescente o adulta.
Algunas pautas preventivas:
- Evitar que los niños se chupen el dedo continuamente y no prolongar el uso de biberón o chupete más allá de los 3-4 años de edad.
- Cuando llegue el momento, es recomendable sustituir la dieta blanda por una más sólida, para permitir el correcto desarrollo de todas las estructuras faciales del niño/a.
- Tener controladas las caries.
- Tener unos buenos hábitos de higiene oral, lo cual ayudará a que el niño o niña conserve sus piezas hasta que termine su desarrollo.
- Si se diera una pérdida temprana de dientes y aún no hay pieza definitiva que lo ocupe, el ortodoncista puede valorar la colocación de un mantenedor de espacio hasta que el diente definitivo nazca.
Consecuencias de la maloclusión dental
¿Qué sucede si no se detecta ni corrige la maloclusión dental a tiempo? Pueden darse los siguientes problemas:
- Morderse las mejillas accidental y frecuentemente.
- Los dientes desviados, apiñados o que sobresalen, pueden causar problemas de estética.
- Los dientes apiñados impiden su correcta limpieza, con todo lo que esto puede implicar: caries, periodontitis, recesión de encías…
- Los dientes que no estén correctamente alineados pueden provocar dificultades para comer (al no poder masticar bien), hablar (al generar la maloclusión problemas en la articulación de fonemas en la primera infancia) e, incluso, problemas para respirar, provocando muchas veces el respirar por la boca y lo que eso conlleva.
- La maloclusión puede afectar a la ATM (Articulación Temporomandibular), produciendo dolores en la propia articulación, pero también en la mandíbula e, incluso, dolores de cabeza y musculares.
- Existe también una relación entre las alteraciones oclusales y la postura. La falta de dientes y/o su malposición puede conllevar problemas en la musculatura masticatoria debido a un mal engranaje de los dientes, lo que puede provocar sobrecargas musculares y articulares en cuello, espalda, piernas, etc., y aumentar el riesgo de lesiones deportivas. Por este motivo, Bruno Hortelano tuvo que retirarse de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, a causa de una maloclusión. Y Pau Gasol tuvo que someterse a un tratamiento de ortodoncia cuando fichó con la NBA.
¿Cómo se corrige la maloclusión dental?
Corrección de la maloclusión infantil
La manera más sencilla de corregir la maloclusión dental es que sea tratada de forma temprana, cuando el crecimiento óseo y dental está todavía en etapa de desarrollo. En esas edades, un posible tratamiento de ortodoncia interceptiva con una aparatología funcional podría corregir y dirigir el desarrollo maxilar del niño/a.
Una preortodoncia u ortodoncia interceptiva son las maniobras ortopédicas clínicas que, generalmente, se realizan de forma previa al tratamiento en dentición permanente, y tienen por finalidad tratar aquellos problemas dentales y/o esqueletales de la infancia que pueden interferir en el normal desarrollo de su macizo dento-craneal.
Maloclusión en adultos
En este caso, la solución más habitual para arreglar los problemas de maloclusión y dientes apiñados y/o mal alineados es la ortodoncia.
Y, dependiendo de la complejidad del caso, es posible que se requiera además corregir la posición de los maxilares con una cirugía ortognática.
El diagnóstico es una parte clave
Antes de acometer cualquier tipo de tratamiento, y especialmente en ortodoncia, es necesario realizar un diagnóstico craneofacial previo.
Este diagnóstico puede incluir pruebas radiológicas, resonancias de la ATM, fotografías, vídeos, escáneres faciales, escáneres intraorales, etc.
Con toda esa información seremos capaces de detectar el problema o problemas, y enfocar el tratamiento para obtener la mejor solución y resultado.