Con una trayectoria profesional envidiable, el Dr. Fernando Autrán recibe, con mucho orgullo e ilusión, este importante reconocimiento otorgado por el Consejo General de Dentistas de España. «Para mí, es lo máximo a lo que puedo aspirar», destaca el Dr. Autrán, quien ve con optimismo el futuro de la profesión y considera, además, que la Odontología española se sitúa en un nivel muy alto.
Sus méritos en materia de salud bucodental le han llevado a recibir el Premio Dentista del Año 2021. ¿Cómo valora este reconocimiento? ¿En qué pensó cuando recibió la noticia?
—Para mí es un auténtico honor y recibo este premio con muchísima ilusión. Cuando me llamó el Dr. Óscar Castro para comunicármelo le dije, de todo corazón, que probablemente había muchísimas personas que reunían más méritos que yo para recibir este premio. Y realmente lo sigo pensando, sin embargo, también le confesé
que me hacía una ilusión brutal y que me sentía el tipo más feliz del mundo.
Charlando, me dijo que la votación había sido por unanimidad. Tengo que decir que, en ese momento, me emocioné. No quiero incurrir en falsa modestia; nada mas lejos de mi intención. Sin embargo, sigo pensando que, aunque hay colegas que seguro que lo merecen más que yo, el hecho de que alguien propusiera mi nombre y el resto me votara por unanimidad, quiere decir que algo habré hecho bien, y eso me enorgullece.
Desde el punto de vista profesional, que tus propios compañeros te elijan dentista del año, para mí es lo máximo a lo que puedo aspirar. No puedo estar más feliz.
—El galardón, además de premiar la trayectoria profesional, reconoce los valores humanos y la ética profesional durante el ejercicio de la profesión. En su opinión, ¿cuáles son las cualidades que debe tener un buen dentista?
—Deben ser buenas personas. Hace algún tiempo escuché de alguien que no se puede ser un buen profesional en ninguna materia, si no se es, ante todo, una buena persona. Y estoy completamente de acuerdo con esta aserción.
Hay que ser empático con los pacientes, saber escuchar y preocuparse realmente de entender qué quieren y qué necesitan. Hay que ser paciente y delicado en el trato, y entrenar constantemente las habilidades técnicas de la profesión. Y, por descontado, el dentista debe ser gente que se preocupe de estar siempre al día en su formación.
«Hay que ser empático con los pacientes, saber escuchar y preocuparse realmente de entender qué quieren y qué necesitan»
—Desde que se inició en la Odontología, ¿cuál diría que ha sido su mejor y peor momento en el sector? ¿Se le pasó por la cabeza dedicarse a otra cosa?
—Voy a contestar la pregunta por el final. Mi peor momento de la profesión fue cuando llevaba diez años de ejercicio. Estaba muy desengañado con la profesión. Me aburría soberanamente lo que hacía, no encontraba motivación en mi trabajo. Todo esto coincidió con una crisis personal importante y estuve seriamente tentado de dejarla. Estuve muy cerca de hacerlo y, si no hubiera sido por dos personas que me aconsejaron lo contrario, hoy no sería dentista.
¿El mejor momento? Probablemente te diría que hoy. Mi profesión me ha dado todo lo que tengo. Tengo una clínica que me encanta, llevada por un equipo de profesionales que serían la envidia de cualquiera. Fundé Autrán Dental Academy
hace 18 años, gracias a la cual he conocido a grandísimos nombres de la Odontología española y mundial, y muchos de ellos hoy, son mis amigos. Hago lo que más me gusta hacer; composites anteriores y dedicarme a la docencia. Y, ahora con el premio, la verdad es que no se puede pedir más.
—Es usted todo un referente en el campo de la Estética Dental, tanto a nivel clínico como académico. ¿Cómo entiende el papel de la Estética dentro de los equipos multidisciplinares de la Odontología y cuáles diría que han sido los avances más notables en esta disciplina en constante evolución?
—El papel de la Estética Dental en la Odontología actual es el de protagonista. De hecho, actualmente, ni los pacientes ni los dentistas podemos separar el concepto de Estética Dental de los tratamientos en general.
Quiero decir que, el concepto de Estética Dental, el paciente lo entiende por defecto. Es decir, cualquier tratamiento tiene que ser, por definición, estético. Si al paciente le damos una solución funcional perfecta, pero carente de estética, el paciente percibirá ese tratamiento como un tratamiento fallido.
Y esto es en todos los ámbitos de la Odontología. No solo en Restauradora o en Prótesis, sino también en Periodoncia, en Ortodoncia, etc.
Por tanto, cualquier tratamiento o secuencias de tratamientos, tienen que perseguir un final funcional perfecto, pero con una estética impecable. De lo contrario tendremos pacientes insatisfechos.
De todo esto podríamos deducir que, en el diagnóstico y el plan de tratamiento
de cada paciente, debemos contemplar la estética como un resultado final ineludible. Por ello también pienso, y es una opinión personal, que el director del tratamiento debería ser el especialista en Estética Dental, dirigiendo y coordinando al resto del equipo.
«El papel de la Estética Dental en la Odontología actual es el de Protagonista. Ni los pacientes ni los dentistas podemos separar el Concepto de Estética Dental de los tratamientos en general»
—¿Ha marcado la irrupción de la Odontología digital al campo de la Estética un antes y un después dentro de la profesión? ¿Hay ventajas e inconvenientes sobre su aplicación, o diría que todo es positivo?
—No solo en Estética, sino en toda la Odontología. La Odontologia digital está llevando a las clínicas a un cambio profundo. Evidentemente, el paso definitivo y total a lo digital, llevará mucho tiempo. Ni todas las clínicas ni todos los profesionales están haciendo digital, pero bien es cierto también que, progresivamente, vamos entrando en ese mundo.
Ya son bastantes los que tienen y usan un escáner intraoral; otros se han introducido a través del mundo de la impresión 3D; algunos diseñan sus rehabilitaciones con softwares específicos. Las fresadoras están sustituyendo cada vez más los trabajos manuales artesanales. La cirugía guiada ya es una realidad cotidiana. ¿Solo hay ventajas en ello? Yo creo que hay enormes ventajas: la fiabilidad, la inmediatez, la precisión, etc., pero también hay inconvenientes. Estamos ante un cambio de paradigma, y esto siempre requiere una pequeña revolución y hay resistencia al cambio.
Por otro lado, está el tema de la inversión. Entrar en un flujo digital completo requiere una inversión importante. Escáneres, CBCT, impresoras 3D, softwares específicos, fresadoras, hornos de acabado, y un largo etcétera, que iremos descubriendo con el tiempo conforme se desarrolle y mejore este tipo de Odontología.
Y, por otro lado, está la formación; todo el equipo debe conocer y controlar este tipo de sistemas. La curva de aprendizaje no es sencilla y lleva tiempo y esfuerzo.
Está claro que esto es imparable, pero aún nos llevará unos cuantos años que el flujo digital completo esté asentado en un alto porcentaje de clínicas. Y siempre quedará aquel profesional que prefiera una estratificación manual en composite, o una carilla feldespática hecha por un maestro ceramista.
—¿En qué cree que ha cambiado la demanda de tratamientos estéticos de unos años a esta parte, teniendo en cuenta también la actual pandemia del COVID? ¿Nos enfrentamos a un nuevo paciente?
—En mi opinión, ya llevamos muchos años en que las demandas estéticas de los pacientes están cambiando. No me parece algo reciente, ni relacionado con la pandemia. Y la evolución se centra en que los pacientes ya no solo quieren estética en sus tratamientos, sino que vienen en busca de tratamientos para cambiarla y
mejorarla. Es decir, tratamientos exclusivamente estéticos. Blanqueamientos, carillas, composites estéticos, ortodoncia (pero buscando estética), etc.
Y esto ha sucedido en un momento en el que la profesión ha podido responder a esas demandas. Lo que ha aportado la adhesión a la Odontología actual es de valor inestimable. La mínima invasión en tratamientos restauradores y estéticos hubiera sido imposible sin los avances en adhesión. Los pacientes quieren tratamientos estéticos y mínimamente invasivos, y lo mejor de todo es que, en la gran mayoría de casos, podemos dárselos.
En el lado negativo de todo esto tenemos que poner que nuestros pacientes cada vez son más exigentes en los resultados, y en muchas ocasiones sus expectativas están por encima de lo realmente realizable. Es muy importante en los pacientes
de Estética Dental situar bien sus expectativas a nivel de lo que podemos conseguir con nuestros tratamientos.
—¿Qué otras áreas de la Odontología (Ortodoncia, Implantología, Periodoncia…) están marcando actualmente el devenir de la Estética Dental?
—Todas. Todas las que has citado y las que no. En realidad, el enfoque de cualquier disciplina en Odontología, actualmente, no se concibe sin buscar ese resultado estético final del que hablábamos anteriormente. En los últimos años hemos asistido a un cambio espectacular en nuestra profesión. Los avances en Ortodoncia con los tratamientos con alineadores mucho más cómodos y estéticos que los brackets; los avances en Implantología con cirugías guiadas y navegadas; los tratamientos de regeneración tisular; las cirugías mucogingivales que aportan una estética final bellísima en los tratamientos periodontales… Todo ello hace que hoy podamos ofrecer a nuestros pacientes una Odontología mucho más precisa, predecible y estética en todos los campos.
—Bueno, siempre ha habido esa tendencia popular, donde cualquier indocumentado se erige dando consejo, normalmente erróneo y, a veces, incluso peligroso, a quien quiera escucharlo. Lo que sucede hoy, es que a esos indocumentados se les ha dado un altavoz al que llamamos redes sociales. Y lo peor, algunos cobran por dar esos consejos sin saber de lo que hablan.
Efectivamente, todo esto puede hacer mucho daño, ya que hay muchas personas que dan más valor y más importancia a lo que pueda decir un youtuber o un influencer, que lo que le pueda decir su propio dentista.
Tenemos que luchar contra eso desde la consulta de cada uno de nosotros educando a nuestros pacientes, y desde las instituciones, colegios, Consejo, etc., haciendo campañas donde se explique la realidad y se desmientan los bulos, denunciando públicamente este tipo de prácticas.
Creo que el reto al que hay que enfrentarse desde nuestro lado de la cancha, es a evitar todo tipo de sobretratamientos. Es fácil caer en la tentación de «solucionar» cualquier tipo de problema estético con diez o doce carillas, o mejor, microcarillas
lentes de contacto, que tan de moda están.
Paradójicamente, eso no es mínima invasión. A veces podemos solucionar una demanda estética con pequeños cambios en una sonrisa.
Yo les propongo a todos mis alumnos siempre que, ante el plan de tratamiento de un paciente, se pregunten si le harían el mismo tratamiento si el paciente fuera su padre o su madre, su pareja, sus hijos o su mejor amigo. Este simple planteamiento nos tiene que hacer reflexionar sobre los tratamientos que ofrecemos y realizamos.
«Creo que los dentistas de hoy van a vivir una Odontología tan distinta a lo que vivimos los dentistas de mi Generación, que van a disfrutar como nunca»
—Como director del centro de formación para postgraduados, Autrán Dental Academy, y en referencia a la formación continuada de los profesionales ¿cuáles diría que son las «obligaciones» que tiene usted como formador de cara a sus alumnos? ¿Y a qué tienen que aspirar los alumnos a la hora de elegir la formación más correcta?
—Creo que lo más importante es intentar darles siempre lo mejor a nuestros alumnos. Intentar buscar a los mejores profesionales del mundo, no solo por sus méritos y sus capacidades, sino también por su amor a la docencia y sus ganas de transmitir sus conocimientos y habilidades. Una de nuestras «obligaciones» principales es darles siempre a nuestros alumnos información contrastada y basada en la evidencia científica.
Bajo mi punto de vista, el «yo lo hago así, y me funciona» sin ninguna base científica, no es para nada suficiente para estar en nuestra academia. Como docente propiamente dicho, lo que intento siempre es no quedarme en enseñarles un tratamiento o una técnica, sino que, además, siempre intento motivarlos, estimularlos para que crezcan como profesionales. Quiero que salgan de nuestros
cursos con ganas de realizar lo aprendido y con ganas de aprender más. En definitiva, de ser los mejores profesionales.
En cuanto a los alumnos, pienso que en la formación de postgrado deben buscar que sus profesores sean auténticos referentes. Que sean profesionales con publicaciones, con un pasado sólido en formación, pero también con amplia experiencia clínica. Con suficiente experiencia en lo que enseñan. Deben buscar docentes que no se guarden nada, que lo den todo en las clases y en las prácticas. Y, por descontado, buenas instalaciones, aulas perfectamente equipadas para las prácticas, y un seguimiento constante, manteniendo el contacto con los docentes, después de los cursos para sacar el máximo rendimiento.
«Una de nuestras ‘obligaciones’ es darles a nuestros alumnos Información contrastada y basada
en la evidencia científica»
—¿Considera que la Estética Dental en España, y sus profesionales, superan el nivel de la de los países de nuestro entorno? ¿En qué se diferencia de otros países?
—Efectivamente, llevo ya tiempo pensando y diciendo que España tiene un nivel en
Odontología realmente muy alto, y si hablamos de Estética Dental, probablemente estamos dentro de los líderes mundiales junto con Brasil e Italia. Evidentemente, en todos los países hay dentistas buenos, regulares y malos, pero creo que aquí en España el nivel promedio es bastante alto, y comparándonos con Europa, por ejemplo, creo somos líderes en Estética Dental. Por ejemplo, 8 de nuestras universidades están dentro del ranking de las 300 mejores universidades del mundo en Odontología. Este dato ya dice mucho de cómo salen nuestros recién graduados.
Sin embargo, creo que uno de los factores que ayuda a que nuestro nivel sea muy alto es la formación continuada de nuestros dentistas. En España tenemos una gran oferta de formación de postgrado y un porcentaje de odontólogos que se están formando y reciclando constantemente. Y, sin duda, uno de los campos en los que hay más oferta y también demanda es en Estética Dental. Es sabido que España es un país muy atractivo para los dentistas de muchos países de Europa y Latinoamérica para continuar y ampliar su formación.
—¿Ve con optimismo el futuro de la profesión? ¿Qué les diría a los futuros odontólogos?
—Puede parecer errado, e incluso un poco ingenuo, decir que veo el futuro de la profesión con optimismo. Muchos pensarán que dónde puedo ver ese futuro optimista. Sin embargo, creo que los dentistas de hoy van a vivir una Odontología tan absolutamente distinta a lo que vivimos los dentistas de mi generación, que van a disfrutar de su trabajo como nunca se ha disfrutado en nuestra profesión.
Mi generación es la generación de las completas, de los esqueléticos, de las extracciones, y de las amalgamas. Si alguien nos hubiera dicho que en el futuro podríamos tomar impresiones con una máquina, sin pastas ni cubetas; que podíamos confeccionar las coronas y las incrustaciones en cuestión de minutos en nuestra propia clínica; que podríamos implantar dientes postizos; hacer crecer el hueso… Y la adhesión, esa maravilla que nos permite hacer tratamientos sin «rebajar» los dientes; toda esa ciencia ficción junta la estamos viviendo hoy, y es lo que van a vivir las nuevas generaciones de dentistas.
Por eso, a los jóvenes dentistas que vienen a formarse con nosotros siempre les digo que les envidio; que les ha tocado vivir la época dorada de la profesión; que se enamoren de ella; que disfruten trabajando; que no dejen de estudiar y de aprender. Siempre habrá trabajo para la gente buena, honrada, que quiera triunfar y destacar honestamente en su profesión.
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REFERENTES DE TODA UNA VIDA PERSONAL Y PROFESIONAL
«En mi vida profesional he seguido y he admirado a muchos colegas. Pero me gustaría destacar al Dr. Newton Fahl Jr., que ha sido uno de mis maestros y ha sido inspiración en mi trabajo, tanto clínico como en mi labor docente. Aquí, en España, uno de mis referentes fue el Dr. Manuel Antón Radigales, recientemente fallecido. Y alguien al que admiro desde hace muchísimos años es al Dr. Eduardo Anitua, enorme profesional, magnífico docente, incansable investigador e innovador, y un tipo encantador.
Pero si hay una persona que influyó en mi vida profesional de forma decisiva fue el Dr. Jaime Murtra, quien hizo renacer mi vocación. Fue quien consiguió que me volviera a enamorar de mi profesión. Con él descubrí la Estética Dental y la Implantología. Y él fue el que me empujó a formarme más, a buscar más allá de nuestro día día en el trabajo y tener la ambición y el tesón necesarios para crecer y crecer en la profesión.
Y el motor, sin duda, ha sido mi esposa Eva. Ella fue quien, junto con Jaime Murtra, me hizo reflexionar y buscar algo en la Odontología que me enganchara otra vez. Cuando empecé con la Estética Dental, me animó, me apoyó, y siempre ha estado ahí, a mi lado, dándome la fuerza para seguir buscando y creciendo. Cuando empecé a dedicarme a la formación, ella fue quien más me ayudó, y desde entonces siempre ha estado a mi lado. Ella es la verdadera alma de Autrán Dental Academy. Sin ella a mi lado, estoy seguro que mi vida profesional hubiera sido muy distinta»