Una de las preguntas más comunes en el verano suelen ser si el cloro de las piscinas es malo para los dientes. Pero lo cierto es que si el agua de la piscina puede o no dañar tus dientes no depende solo del cloro, sino también de su nivel de pH, por lo que, en realidad, debemos tener ambos elementos en cuenta.
El PH del agua de la piscina
El pH de nuestra saliva se mueve entre los rangos de 6,5 y 7; mientras que el pH del agua de una piscina suele estar alrededor de 7,4.
Esta diferencia de valores entre ambos pH podría dar lugar a ciertos problemas dentales.
- Si el pH del agua de la piscina está por debajo del 7,4, puede afectar a tus dientes al ser demasiado ácido, provocando desgaste y erosión del esmalte. Lo cual, a su vez, puede desembocar en sensibilidad dental o, incluso, caries. Pero lo cierto es que para que esto ocurra, debes haber pasado muchas horas al día en el agua con un pH muy ácido.
- Si el pH del agua está por encima de 7,4, puede dar lugar a lo que se conoce como ‘sarro del nadador’, que se da con más frecuencia en los nadadores profesionales, que pasan muchas horas en el agua.
El sarro de los nadadores
Este sarro se forma porque el agua de la piscina hace que las sales minerales precipiten más fácilmente. ¿Cómo es esto posible?
Muy fácil: Un pH básico del agua de la piscina favorecerá que las proteínas de nuestra saliva se descompongan, incrementando así los depósitos orgánicos que se adhieren a la superficie de los dientes, formando la placa bacteriana, que, cuando se mineraliza, se convierte en el conocido sarro dental.
El cloro de las piscinas
En una piscina pública, de un complejo turístico o comunitaria, hay mucha afluencia de gente. Por lo que, a veces, para asegurar la correcta desinfección, puede haber una alta cantidad de cloro (o más bien de cloramina, que es una parte del cloro que se usa para piscinas, y que tiene un efecto desinfectante).
Si bien es cierto que este exceso de cloro podría llegar a perjudicar el esmalte de los dientes, para que el efecto se note y cause un problema en tus dientes, tendrías que pasar muchas horas al día en el agua. Circunstancia que, como ves, es la tónica general para que los dientes se vean afectados.
En cualquier caso, no está de más que, después de todo un día de chapuzones, te cepilles los dientes con una pasta fluorada, para ayudar a remineralizar su superficie.
¿El cloro mancha los dientes?
Es otra pregunta frecuente. Efectivamente, el cloro del agua de la piscina puede provocar la aparición de manchas amarillentas si estás en contacto con él durante muchas horas y continuamente, incluso si tienes una buena higiene bucal.
Por lo que, una vez más, a no ser que seas nadador profesional o pases horas y horas cada día del verano sumergido en la piscina, por norma general, el cloro no debería causar manchas.
A tener en cuenta: el picoteo
Muchas veces, cuando vas a la piscina, te llevas tus “provisiones”, que suelen ser refrescos (bebidas azucaradas y carbonatadas) y, seguramente, también bocadillos o, incluso, una rápida ensalada de pasta (tanto el pan como la pasta tienen muchos hidratos de carbono).
Hay que ser conscientes de que si al azúcar y los hidratos de carbono le unimos que la piscina pueda no tener la cantidad de cloro ni un pH adecuado, es aún más importante mantener una correcta higiene bucal, para evitar que todos estos ácidos afecten a nuestros dientes.
¿Y qué hacemos con los niños?
Lo mejor es que los niños no se metan agua de la piscina en la boca y que tampoco se la traguen. Y como ya se ha mencionado, la higiene dental es fundamental. Esta tarea, dependiendo de su edad y del hábito que tenga formado al respecto, puede ser más o menos fácil. Es aconsejable enseñarles y establecer una rutina para que lo hagan.
Y hablando de enseñar un estudio concluye que los elogios de los padres durante el cepillado de dientes de sus hijos influyen en que poco a poco vayan adquiriendo este hábito. Por lo tanto, no te olvides de decirle lo bien que lo ha hecho. Su boca te lo agradecerá.
Entonces, en resumen: ¿afecta el cloro a mis dientes?. Pasando un tiempo moderado en la piscina, el cloro del agua no debería afectar a tus dientes de ninguna manera negativa.