El labio leporino es un defecto congénito que afecta a uno de cada 700 menores en todo el mundo, siendo su rehabilitación y cuidado en niños un aspecto que atañe a especialistas de Enfermería, Cirugía Plástica y, por supuesto, dentistas.
La solución suele ser la cirugía oral, prestando además especial atención a la higiene bucal en caso de que esta, por diferentes motivos, no se pueda realizar.
En un estudio piloto publicado por ‘Special Care in Dentistry’ se quiso analizar cómo la realidad virtual influía en el entendimiento y aceptación del moldeado nasoalveolar prequirúrgico (PNAM) como atención prequirúrgica a los lactantes afectados por labio leporino y paladar hendido.
Para ello, se seleccionó a madres/padres o cuidadores de bebés afectados por labio leporino y paladar hendido y se dividieron aleatoriamente en dos grupos:
- Grupo I: Doce participantes recibieron información de forma convencional, es decir, con explicaciones verbales y fotografías ilustrativas.
- Grupo II: A otros doce participantes se les explicaron los conceptos a través de videos educativos personalizados basados en VR.
Ambos grupos recibieron a posteriori un cuestionario para evaluar cómo era su aceptación del procedimiento de tratamiento, y los resultados fueron los siguientes:
- Solo el 33% de los participantes del Grupo I pudo entender la explicación del médico sobre el PNAM.
- El 100% de los participantes del Grupo II pudo visualizar los beneficios del PNAM y por tanto lo aceptaron voluntariamente como atención prequirúrgica esencial.
Es decir, para que un paciente acepte un tratamiento es necesario llevar a cabo con ella o él una comunicación efectiva que genere confianza. En este sentido, los enfoques innovadores pueden ayudar mucho a conseguir este objetivo, ya que cada vez hay más herramientas que se pueden utilizar. En este estudio se ha descrito un uso muy concreto de la realidad virtual, pero también hay investigaciones que han analizado cómo puede ayudar la RV a disminuir el miedo al dentista, por ejemplo.
Lo cierto es que, en general, las innovaciones tecnológicas cada vez abren más el camino y se hacen esenciales no solo para proporcionar mejores tratamientos, también para educar al paciente en cuanto a lo que estos tratamientos conllevan o cuáles van a ser los resultados.