Son varias las consideraciones que hay que seguir en el cuidado dental en bebés de 0 a 24 meses. Donde no solo es importante una buena higiene bucal, sino que también, tal como indica el Colegio de Dentistas de Santa Cruz de Tenerife, se debe tener en cuenta que la lactancia materna beneficia la futura salud bucodental del recién nacido.
Entre otros motivos, porque el bebé, mediante la succión, fortalece la musculatura oral y el crecimiento de la mandíbula, lo que es importante en el desarrollo de una correcta deglución, al estar todos los sistemas musculares interconectados.
Además, una buena higiene oral desde los primeros meses de vida contribuye a que los primeros dientes del bebé no presenten problemas como caries rampante, causada por las bacterias que se alimentan de los azúcares de la leche materna o de fórmula.
Para evitarla, es importante que tras cada toma se limpien las encías de los bebés muy suavemente con una gasa mojada. Y se debe hacer tanto para la leche materna como la de fórmula.
Igualmente, cuando comiencen a erupcionar los primeros dientes, se deberán limpiar con un cepillo de dientes suave y la cantidad de pasta dental de un grano de arroz.
Por último, el Colegio de Dentistas de Santa Cruz de Tenerife recomienda llevar al bebé al dentista entre los seis meses y el año, para que el profesional pueda observar su evolución y recomendar las medidas necesarias de higiene bucodental. Las visitas también ayudarán a que desde pequeño el bebé se familiarice con la consulta dental y así no desarrolle un miedo al dentista que haya que tratar posteriormente.
Lo más adecuado es llevar al bebé a un odontopediatra, donde la vocación y experiencia en el cuidado exclusivo de la salud oral de los más pequeños hará todo el proceso más fácil.