A propósito de un caso.
Introducción
La prevención o el tratamiento exitoso de la patología pulpar depende de una minuciosa limpieza químico-mecánica, una buena instrumentación y un relleno tridimensional del sistema de conductos. El conocimiento de la anatomía radicular y sus posibles variaciones morfológicas influyen directamente en el resultado del tratamiento endodóntico (1).
Sabemos que el primer molar mandibular puede presentar diversas variaciones anatómicas. La mayoría de los primeros molares mandibulares caucásicos presentan dos raíces, con dos conductos mesiales y uno distal. La principal variación anatómica del primer molar mandibular es el Radix entomolaris, que se describe como un diente con una raíz adicional distolingual. Esta variación fue descrita la primera vez por Carabelli (2).
Se considera una macroestructura supernumeraria que ocurre más frecuentemente en el primer molar que en el segundo molar y se ubica por lingual como un apéndice de la estructura lingual del molar. Cuando esta estructura se presenta hacia vestibular se denomina Radix paramolaris (3), cuyo encuentro es menos común que el Radix entomolaris. El Radix entomolaris se presenta en forma cónica y con un recorrido curvo con aspecto de gancho que se dirige en un sentido bucolingual (4).
Su etiología no ha sido aún definida; se le relaciona con elementos genéticos, raza y factores externos que afectan a la odontogénesis. En raíces dismórficas y supernumerarias, su formación podría estar relacionada con factores externos durante la odontogénesis, o a la penetrancia genética de un gen atávico (atavismo es la reaparición de un rasgo después de varias generaciones de ausencia) o sistema poligenético. En raíces eumórficas, los factores genéticos raciales influyen en la expresión más profunda de un gen particular que da como resultado la manifestación fenotípica más pronunciada (5).
La frecuencia de Radix entomolaris en caucásicos y africanos es <5%, mientras que en poblaciones con rasgos mongoloides (como chinos, inuit y nativos americanos), ocurre con una frecuencia que oscila entre el 5% y >30% (6, 7).