La exposición de los fumadores pasivos al humo del tabaco puede aumentar el riesgo de sufrir cáncer oral de labios, boca y garganta en más de un 50%. Así lo indica un estudio publicado el pasado mes de abril en Tobacco Control, en el que se pone en evidencia que aquellas personas que son o han sido fumadoras pasivas durante un período de tiempo de entre 10 y 15 años pueden tener el doble de probabilidades de desarrollar algún tipo de cáncer oral. «Nuestra revisión sistemática y metaanálisis respaldan una asociación consistente y estadísticamente significativa entre la exposición al humo de forma pasiva y el riesgo de cáncer oral», afirmó el grupo de autores dirigido por Kurt Straif, PhD, profesor invitado en el Instituto Schiller de Ciencias Integradas y Sociedad en Boston College en Chestnut Hill (Massachusetts).
El tabaquismo pasivo, un factor cancerígeno
El tabaquismo está relacionado con numerosas enfermedades y afecta negativamente a la salud bucal. No solo genera más placa dental, sino que también empeora las enfermedades de las encías y los problemas periodontales. Los datos han demostrado que la exposición al humo de los fumadores pasivos puede causar inflamación en la cavidad oral y afectar a la función de las glándulas salivales. Además, también repercute directamente en los dientes y en los microorganismos que se encuentran en la boca.
Se sabe que fumar tabaco, beber alcohol y consumir sustancias como el tabaco de mascar o el betel quid aumentan el riesgo de desarrollar cánceres orales. Esta patología da lugar a 448.000 nuevos casos de cáncer al año, y provoca alrededor de 228.000 muertes en todo el mundo, según la plataforma Global Cancer Observatory.
Escasez de estudios
A pesar de las estadísticas, los investigadores creen que la relación entre la exposición de los fumadores pasivos al humo del tabaco y los cánceres bucales no se ha examinado a fondo. En 2009, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer confirmó que había pruebas suficientes para concluir que la exposición al humo de tabaco es un factor cancerígeno para los seres humanos. Se dio a conocer que puede ocasionar cáncer de pulmón, y se reveló la existencia de un vínculo positivo entre la exposición pasiva y los cánceres de laringe y faringe. Desde entonces, se han publicado varios estudios que examinan en profundidad los riesgos del tabaquismo pasivo y el cáncer oral. Sin embargo, según indican los autores del estudio, no se han incluido en una revisión sistemática y metaanálisis hasta ahora.
Para analizar los vínculos potenciales entre el tabaquismo pasivo y el riesgo de cáncer oral, los investigadores realizaron una revisión sistemática de los estudios publicados hasta el 10 de mayo de 2020. Analizaron cinco estudios que incluían a un total de 6.977 personas. Entre ellas, 3.452 estuvieron expuestas al humo de forma pasiva, y las 3.525 restantes no. Estos estudios se realizaron en América del Norte, Asia, Europa y América Latina.
El riesgo de los fumadores pasivos se duplica
La revisión muestra que las personas que estuvieron expuestas al humo de cigarrillos sin ser fumadoras aumentaron el riesgo de padecer cáncer oral en un 50%. Además, aquellas personas expuestas a entre 10 y 15 años de humo de forma pasiva eran más propensas a desarrollar esta patología.
La investigación tuvo varias limitaciones, incluida la pequeña cantidad de estudios comprendidos en el análisis. Sin embargo, el número total de casos y controles en el metaanálisis fue alto, ya que varios de los estudios originales agrupaban muchos otros individuales. Tal y como señalan los autores, es necesario realizar otros estudios futuros para fortalecer la evidencia y abordar estas limitaciones.
La revisión también muestra una asociación significativa entre el tabaquismo pasivo y el riesgo de cáncer oral, y la duración de la exposición apoya este argumento. Por lo tanto, los resultados deberían usarse para adoptar medidas preventivas apropiadas dentro del Convenio Marco para el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud. Según concluyeron los investigadores, «la identificación de los efectos nocivos de la exposición proporciona orientación a los profesionales de la salud pública, los investigadores y los legisladores a medida que desarrollan y ejecutan programas eficaces de prevención de la exposición».
Fuente: Dr. Bicuspid