Según los datos de la Encuesta de Salud Oral en España de 2020, cerca del 56% de los adultos jóvenes de 35 a 44 años han perdido, al menos un diente, siendo dos la media de dientes ausentes.
El grupo de 65 a 74 años es el que más sufre la pérdida dental, con una media de once piezas dentales perdidas. El 9,5% presenta 16 o más dientes ausentes y el 7,3% se considera desdentado total.
La pérdida dental, también conocida como endentulismo, suele ocurrir con más frecuencia en personas de edad avanzada, pero también puede darse en cualquier etapa de la vida.
Causas de la pérdida dental
Entre las causas de la ausencia de dientes podemos encontrar:
– Una caries muy profunda puede llegar a provocar la pérdida del diente, debido a la destrucción de los tejidos.
– La enfermedad periodontal avanzada (piorrea) destruye el hueso de sostén del diente, produciendo la pérdida dental.
– Algunas fracturas dentarias pueden hacer imposible la reconstrucción del diente.
– Factores como la diabetes, la presión arterial alta o la artritis reumatoide.
– Ausencia de higiene bucodental.
– Dieta a base de alimentos perjudiciales.
– Tabaco.
– Alcohol.
Recomendaciones para evitar la pérdida de dientes
– Una buena higiene bucodental. Los expertos recomiendan cepillarnos los dientes, al menos, dos veces al día con pasta dentífrica fluorada. Sin olvidar la higiene interdental (con cepillo interdental o seda dental), una correcta limpieza de la lengua y renovar el cepillo cada tres meses.
– Visitar al dentista, al menos, una vez al año. El odontólogo puede diagnosticar a tiempo una patología que podría derivar en la pérdida del diente.
– Una dieta saludable rica en verduras, pescado y frutas, ingerir alimentos con calcio y no tomar azúcar.
– Uso de protectores bucales en la práctica deportiva para evitar traumatismos.
– Evitar malos hábitos como morderse las uñas, usar los dientes como herramientas, fumar y beber alcohol.
Tal y como nos recuerda el Dr. Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas, “Es importante realizar visitas periódicas al dentista para detectar posibles patologías y tratarlas a tiempo, impidiendo que el problema bucodental o la enfermedad se desarrolle hasta provocar la pérdida del diente”.