Introducción
Desde su descripción en el año 2002 hasta la actualidad, el conocimiento sobre la Osteonecrosis Maxilar relacionada con fármacos (ONMRF) ha aumentado de manera exponencial, no solo por la publicación de innumerables casos y series, sino por la amplia investigación que se ha desarrollado especialmente alrededor de la etiopatogenia y el manejo terapéutico del proceso.
La ONMRF supuso un gran reto para el profesional de la Odontoestomatología, de la Cirugía Bucal y la Maxilofacial al informarse desde el principio que los actos quirúrgicos intraorales actuaban como factor desencadenante del cuadro. Esto hizo que se restringieran las indicaciones de las técnicas quirúrgicas y se creara un cierto grado de confusión y miedo a la hora de tratar a estos pacientes en las consultas, por el riesgo que había de provocar osteonecrosis tras los tratamientos bucales.
Esto hizo que este tipo de paciente se considerara complejo e incómodo, obligando a conocer a fondo el proceso y a realizar una anamnesis detallada que permitiera conocer el riesgo real de padecer el cuadro, así como a saber manejarlo si finalmente aparecían los síntomas. El elevadísimo número de pacientes en tratamiento con estos fármacos, sobre todo los bifosfonatos para el manejo de la osteoporosis, y el que fueran apareciendo nuevos fármacos que también provocaban las lesiones, convertía el abordaje de los pacientes de riesgo de ONMRF en un auténtico desafío para el clínico (1).
El paso del tiempo trajo consigo un mejor conocimiento de la etiopatogenia de la ONMRF, aunque sigue habiendo aún demasiados interrogantes en torno al cuadro. Hoy se acepta que existen diferentes factores implicados, y así, si al principio se consideraba el acto quirúrgico como el principal factor de riesgo de la lesión, cada vez ha ido tomando más protagonismo como factor etiopatogénico la presencia de infección/inflamación oral, lo que ha modificado las estrategias de manejo del problema (2, 3).