Que levante la mano el que no se ha dado un capricho al cobrar su primera nómina… Eso es lo que ha hecho el jugador profesional de baloncesto LaMello Ball, quien a sus 19 añitos se ha regalado la dentadura más cara, y por qué no decirlo, de dudoso gusto, de la NBA. El base, de 2,00 metros, que ya jugó profesionalmente en Lituania y Australia, parte como uno de los aspirantes a ser el mejor novato de la temporada. Novatada debió parecerle el encargo al joyero de Atlanta elegido para confeccionar a medida una dentadura de oro blanco de 14 quilates y diamantes. En su primer año en la NBA con los Charlotte Hornets, Ball ganará 7,8 millones de dólares. Sin duda, un sueldo que da para mucho, pero ¿qué será lo siguiente? Se admiten apuestas.