El fin del curso académico 2019/2020, así como el inicio y desarrollo del próximo están condicionados por la COVID-19. Los decanos de dos facultades de Odontología cuentan a Gaceta Dental cómo están superando el desafío impuesto por la pandemia.
“En una carrera con tan alta tasa de experimentalidad como la Odontología, el cierre de las actividades presenciales supuso bruscamente una experiencia inédita”, explica a Gaceta Dental, el Dr. José Luis Gutiérrez, decano de la facultad de Odontología de la Universidad de Sevilla. El reto ha sido enorme debido a que “la totalidad de los proyectos docentes de las asignaturas estaban diseñados desde criterios de presencialidad, sobre todo en las prácticas clínicas y de laboratorio. Estas incidencias resultaban máximas en la enseñanza postgradurada oficial (tres másteres oficiales especializados) y en los Títulos Propios, con una ingente actividad clínica especializada”, afirma el Dr. Gutiérrez. A pesar de todo, se ha podido responder a este desafío con agilidad, rigor y garantía. “Hemos sido capaces de concluir el curso académico recurriendo a transformar en no-presencial lo inicialmente planificado como presencial mediante actividades de alternatividad y equivalencia y hemos evaluado con rigor a los alumnos de manera telemática y eso, sin duda, nos sitúa en condiciones adecuadas para proyectar el curso próximo en diferentes escenarios de convivencia de la presencialidad con las actividades a distancia, cuando las autoridades sanitarias y académicas vayan definiendo los marcos reales en los que podremos desenvolvernos”, detalla el decano de la facultad hispalense.
Asimismo, añade “para el próximo curso, quizás haya que introducir por primera vez criterios de epidemiología y salud pública en todos los proyectos docentes de las diferentes asignaturas, estableciendo medidas de seguridad colectiva e individual con las que los odontólogos no estábamos del todo familiarizados hasta la fecha en el ejercicio de nuestra profesión. También estamos en la tesitura de determinar si la docencia en la Odontología tendrá que incrementar su componente no presencial al objeto de disminuir el riesgo de exposición al contagio y debilitar los vectores de transmisión de las enfermedades contagiosas no abordables con vacunas, como ocurre con el COVID-19 hasta la fecha”.
Competencias aseguradas
La anticipación fue clave en el caso de la Facultad de Odontología de la UIC Barcelona. “A principios de marzo ya vimos que la grave situación se iba extendiendo por Italia, y nos empezamos a preparar. De este modo, el paso de la docencia presencial a la online se pudo implementar en el mismo momento que se cerró la facultad. No obstante, también es cierto que ha supuesto un gran reto adaptarnos a un cambio tan grande, especialmente en lo referente a los aspectos informáticos y de software. Aunque hemos utilizado metodologías docentes distintas a las previstas inicialmente, puedo decir que en todos los casos las competencias se han alcanzado y que en las guías docentes correspondientes hemos detallado los cambios metodológicos realizados y como éstos han contribuido a alcanzar estas competencias”, explica el decano de la Facultad de Odontología de la UIC Barcelona, Lluís Giner. “Las autoridades pertinentes –continúa– dictaron unas normativas en tiempo récord para que pudiéramos adaptarnos a esta nueva situación e impartir la docencia y evaluar de forma online a nuestros alumnos con las máximas garantías de calidad. Con todo ello, en algunos casos muy concretos quedan algunas actividades clínicas que deberemos recuperar tan pronto sea posible”.
De cara al futuro más a corto plazo, los cambios van a ser necesarios. “Aún desconocemos cuáles serán las ratios de alumnos por aula y laboratorio, pero estamos simulando distintos escenarios para estar preparados de cara al próximo curso y garantizar en todo momento la máxima seguridad a nuestros alumnos y profesores. También somos conscientes que siempre que sea posible deberemos combinar las clases presenciales con la formación online y algunas clases en streaming”, relata el Dr. Giner. En cuanto a las prácticas que realizan nuestros alumnos en la Clínica Universitaria de Odontología del Campus, “sabemos que hay cambios que debemos realizar siguiendo los protocolos de bioseguridad en la atención al paciente. Por ello ya estamos adaptando todas las directrices sanitarias para ofrecer la máxima seguridad tanto a nuestros pacientes como a los profesores, alumnos y personal de servicios y administración que trabajan en la clínica. Algunos ejemplos son la instalación de purificadores de aire, definir nuevos recorridos de alumnos y pacientes para evitar aglomeraciones, gestionar las citas de los pacientes de modo que se reduzca el paso por la sala de espera, etc”, explica el decano de la facultad de Odontología de UIC Barcelona.