¿Qué es la Escultura Digital?
La Escultura Digital es la utilización de la tecnología digital aplicada al modelado de la morfología dentaria. La base del conocimiento es la misma que en otras técnicas de modelado (2), como no podía ser de otra manera, pero en vez de utilizar herramientas tradicionales, como cera y bisturí, se implementa tecnología digital con un software adecuado que permita el desarrollo del proceso mediante un protocolo de trabajo establecido, y que a lo largo de este artículo desarrollaremos.
Para el desarrollo de la técnica de Escultura Digital nos hemos decantado por una técnica de modelado progresivo digital por diferentes razones: esta técnica tiene como objetivo, por un lado, conocer la morfología oclusal, y por otro lado, comprender la función oclusal, proporcionando un modelo para conseguir como objetivo final una oclusión correcta. Además, al ser una técnica aditiva se ofrece una mejor explicación de los efectos de la articulación de cada uno de los elementos sobre la forma oclusal: altura y distribución de las cúspides, dirección de las crestas y surcos, y profundidad de las fosas (3). Su ventaja con respecto a técnicas sustractivas, como la técnica del tallado, es que ofrece un procedimiento organizado paso a paso para desarrollar la forma anatómica oclusal (4). Además, se puede interpretar el movimiento mandibular en relación con las superficies oclusales de los dientes.
Con la metodología que vamos a presentar en este artículo no se intenta explicar la anatomía natural, ni tampoco pretendemos defender que ésta sea la técnica más adecuada, simplemente deseamos proponer un nuevo sistema de aprendizaje de modelado digital, que ayude a comprender los conceptos básicos de la oclusión, que resulte más atractivo para los y las estudiantes, y que les permita adquirir competencias digitales.
El ejercicio de modelado progresivo digital o escultura digital ayudará a comprender la dinámica mandibular relacionándola con la anatomía de las superficies oclusales, proporcionando una pauta para conseguir una oclusión correcta. Teniendo muy en cuenta que la fisiología de los movimientos mandibulares, el tipo de oclusión así como las relaciones de los dientes entre sí, influyen en la forma de las superficies oclusales (5).
Planificación del Modelado Digital
En el centro de formación, antes de proceder al modelado digital, se propone el siguiente protocolo de trabajo para la planificación de los puntos anatómicos importantes, que hemos adaptado a partir de otras obras de referencia (6, 7).
A continuación ofrecemos un breve resumen de la secuenciación de trabajo:
1. Primero dibujaremos las líneas de referencia. Se dibuja la línea de surco principal mesiodistal, que pasa aproximadamente por el centro de la cara oclusal, separando las cúspides vestibulares de las linguales, y que va de la fosa distal a la mesial. Los surcos principales mesiodistales de cada diente de la arcada coinciden con esta línea, pero no son rectos. Las prolongaciones del surco principal mesiodistal hacia el borde mesial o distal de cada diente reciben el nombre de surcos marginales mesiales o distales (Figura 3).
2. Pasamos a dibujar los surcos principales vestibulolinguales. Estos surcos separan las cúspides mesiales de las cúspides distales. Los encontraremos en los molares y en el segundo premolar inferior. Además, también se pueden apreciar en esta imagen los surcos secundarios, que parten de las fosas y van hacia vestibular o lingual. Son la separación entre las crestas de las cúspides, son más pequeños y menos marcados que los surcos principales (Figura 4).
3. Seguidamente aparecen los vértices cuspídeos, son la parte más elevada de una cúspide. Se han dibujado sobre las líneas auxiliares previamente trazadas y los representamos mediante un círculo (Figura 5).
4. La figura 5 muestra las crestas principales que son relieves que se elevan de la cara oclusal y forman las cúspides. Cada cúspide va a estar formada por cuatro crestas principales: una oclusal, una vestibular/lingual o palatina, una mesial y otra distal (en el dibujo se representan con las líneas discontinuas). Las crestas dividen la cúspide en cuatro vertientes, que reciben el nombre de las superficies correspondientes. Las vertientes vestibulares y linguales o palatinas también se denominan vertientes externas, mientras que las vertientes oclusales también reciben el nombre de vertientes internas. Además, cada diente tiene dos crestas marginales, una mesial y otra distal. Es importante no olvidar que en los molares superiores se unirá la cresta distal de la cúspide mesiopalatina con la cresta palatina de la cúspide distovestibular para formar la cresta oblicua (Figura 6).