Desarrollo acelerado
El Gráfico 1 permite observar cómo el consumo de productos dentales por parte de los dentistas españoles atraviesa un desarrollo continuo y estructural, con una tasa de crecimiento anual compuesto (TCAC o también CAGR, Compound annual growth rate, en inglés) del 3,8% desde 2011, porcentaje que roza el 6% anual a partir de 2013, el peor año para el sector dental en la última década.
Tras una terrible crisis, vivida de forma unitaria en la economía global en el bienio 2012-2013, el sector dental ha acelerado su desarrollo. Todo ello se debe, sobre todo, a los mayores volúmenes de venta y no tanto al aumento de los precios, que de hecho se encuentran muy contenidos (o incluso rebajados) como consecuencia de la fuerte presión competitiva en el sector de la distribución y del aumento en el peso de las compras de la Odontología corporativa, que, gracias a un mayor poder de compra, afecta negativamente sobre los precios.
También ha cambiado ligeramente la composición del negocio, con un aumento de los productos vinculados a la prevención y a la higiene (incluidos los blanqueamientos) y a la regeneración ósea, probablemente a causa del fuerte aumento en la venta de implantes (las unidades vendidas en 2018 son un 38% más que en 2013).
Es cierto que tras la crisis en la economía general, el país ha continuado su crecimiento, con un Producto Interior Bruto que ha vuelto a ser positivo tras 2014. Sin embargo, como podemos observar en el Gráfico 2, el crecimiento del consumo en productos dentales supera abundantemente el incremento del PIB.
El gráfico compara el crecimiento acumulado absoluto (con base fija 2011) del consumo dental y del PIB, permitiendo observar cómo en 2018 el negocio de productos dentales consumibles vale un 28% más que el de 2011. En ese mismo periodo la economía general creció un 13%.
Optimismo
Sin duda alguna, la mejora de la economía y la reducción del desempleo han tenido un impacto muy positivo también sobre los tratamientos dentales, pues la ciudadanía ha vuelto a hacerse cargo de su salud bucodental. Además, intervenciones importantes desde el punto de vista económico (como los implantes, la prótesis y la ortodoncia), que tienen un impacto importante sobre el presupuesto familiar, nuevamente se convierten en prioritarias, como es normal que suceda en la salud y en el cuidado del propio aspecto.
Precisamente éstas son las razones por las cuales el valor del dental crece duplicando el de la economía general. Debemos por tanto leer en clave optimista todos estos datos, convencidos de que el sector en el que operamos presenta fundamentos económicos con buenas prospectivas futuras.
Artículo supervisado por FENIN.
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