El presidente del Consejo General de Dentistas emite este mensaje frente a los usuarios que sustituyen el cepillado de sus dientes por el uso de estos productos. Solo el odontólogo debe indicar su utilización según cada situación clínica. Además, no son aptos para todos los pacientes.
El Dr. Óscar Castro, presidente del Consejo General de Dentistas de España, ha decidido emitir una serie de aclaraciones sobre el uso de los colutorios. El número de personas que los utilizan se ha incrementado debido a la publicidad de enjuagues bucales. El 63% de la población usaba colutorios a diario en 2015. Cinco años antes, el 23%. Son datos del Libro Blanco publicado por esta organización colegial.
La publicidad de los enjuagues bucales no es clara, según sostiene el Dr. Óscar Castro. También señala que confunde a los ciudadanos sobre el uso correcto de estos productos. «Muchos están utilizando el colutorio como sustituto del cepillado, cuando en ningún caso debe ser así», apunta. Lo adecuado es cepillar los dientes, al menos, dos veces al día, durante dos minutos con pasta dentífrica fluorada. Después se debe usar hilo dental o cepillo interdental.
Asimismo, el representante de la organización colegial explica que los enjuagues bucales o colutorios son una parte complementaria, pero no esencial, de la higiene bucodental. «Efectivamente, tienen muchos beneficios, pero deben ser utilizados siempre bajo prescripción del dentista, ya que son específicos para cada situación clínica (infecciones, sensibilidad dentinaria, halitosis, gingivitis, etc.)». Por este motivo, añade, «no deberían ser un producto de autoconsumo, puesto que un uso prolongado puede tener consecuencias como la aparición de sarro, tinciones dentarias indeseables o problemas mayores».
Precisamente, el Dr. Castro recuerda que la Proposición de Ley de Publicidad Sanitaria contempla que la publicidad sanitaria destinada al público debe utilizar «mensajes comprensibles en su integridad, evitando usar términos que puedan confundir al ciudadano». Además, debe incluir las advertencias y precauciones que sean necesarias para informar al paciente de los posibles efectos adversos o riesgos. La propuesta parlamentaria se presentó en marzo en el Congreso de los Diputados.