Gracias a las tecnologías digitales
Como ya se anticipó en nuestro anterior artículo, durante los últimos dos años hemos asistido a una auténtica explosión del interés de los dentistas españoles hacia las tecnologías digitales con uso protésico, particularmente, con respecto a la utilización del escáner intraoral.
Los datos confirman esta tendencia, pues revelan que en 2018 se han vendido más del doble de escáneres que en el año anterior y que la intención de compra de este tipo de tecnología afecta a un tercio de todas las clínicas dentales españolas. Los datos proceden de un amplio estudio de mercado desarrollado por el Instituto de Investigación Key-Stone sobre una muestra representativa de clínicas dentales de diferentes países europeos.
Se estima que, en el momento actual, son alrededor de 2.000 las clínicas que ya poseen un escáner intraoral. Pero, ¿cuál es la experiencia y la percepción de los dentistas con respecto a estas nuevas tecnologías?
Se trata de un tema de carácter relevante al que se ha intentado responder con el estudio de mercado y respecto al cual realizo un breve resumen, que espero resulte de interés para los lectores.
Nuevas soluciones protésicas
La primera cuestión que se ha examinado se refiere a la influencia de las tecnologías digitales con respecto a las metodologías de realización de la prótesis. Como se puede observar en el Gráfico 1, aproximadamente un 55% de los entrevistados declara que en el futuro próximo la técnica digital sustituirá en gran parte a la tradicional. Esta proporción se eleva hasta el 66% entre quienes ya proponen a sus pacientes prótesis procedentes de flujo digital, y al 78% para quienes ya poseen un escáner intraoral. Resulta irrelevante la proporción de dentistas que considera que no influirá en la producción protésica (3%).
Se trata entonces de un cambio en el tiempo que puede tener efectos relevantes también sobre la tipología de rehabilitación protésica y sobre los materiales empleados por dentistas y protésicos. Pero también el «know-how» del que deben dotarse los operadores del sector representa un verdadero reto, un cambio de conciencia, una transformación en las actitudes cognitivas y en la manualidad de los profesionales.
Se ha querido entonces profundizar en cómo, según la opinión de los entrevistados, podrían cambiar las restauraciones protésicas a partir del advenimiento de las tecnologías digitales. El aspecto más importante que se subraya por parte de la muestra es la relación entre prótesis fija y removible. De hecho, es bastante común la opinión que declara una pérdida de peso y relevancia de la prótesis removible en favor de la prótesis fija gracias a las tecnologías digitales. También los materiales cambiarán progresivamente con estas tecnologías (más circonio, cerámica de vidrio y cromo cobalto sinterizado, y cada vez menos aleaciones preciosas). Finalmente, también es común la percepción de que aumentará la prótesis atornillada respecto a la cementada.
En lo que respecta a la prótesis sobreimplantada, no se prevé, en cambio, un posterior incremento en el uso de implantes, que ya es muy elevado en España, un país que, según los estudios de mercado ya publicados, presenta la tasa más alta en el mundo de implantes colocados anualmente por habitante
Relación entre dentista y protésico
Pero también la relación entre el laboratorio y la clínica, el papel del dentista y del protésico, podrían cambiar con el tiempo. La cuestión es particularmente relevante y, en este caso, se ha realizado un análisis comparativo con los resultados del mismo estudio desarrollado en 2015.
En la víspera de la aparición de las tecnologías digitales para la producción protésica, un cierto escepticismo y pesimismo llevaban a pensar en un posible cambio en el papel de los protésicos, que parecían bastante preocupados por la pérdida de sus funciones en el canal productivo. Tuvieron lugar varias discusiones y polémicas sobre un posible intrusismo de los dentistas o, incluso, de los fabricantes en dicho proceso productivo. Tan es así, que en 2015 el 37% de los protésicos consideraba que los dentistas desarrollarían en el futuro una parte de la producción protésica (directamente o a través de los fabricantes) y también una parte de los dentistas, el 38%, estaba de acuerdo con esta visión, tal y como se puede observar en el Gráfico 2.
A pesar de todo, ya entonces, la mitad de los dentistas entrevistados consideraba que, gracias a las tecnologías digitales, la relación entre médico y protésico se habría intensificado, pues los conocimientos del protésico con relación a los materiales y sus competencias en la estética y los procesos digitales serían aún más importantes. Sin embargo, en aquel momento, solo el 35% de los protésicos creía en una hipotética mejora e intensificación de esta relación.
Tras solo tres años, la toma de conciencia del papel fundamental y renovado de los protésicos ha aumentado notablemente: dos de cada tres dentistas resaltan cómo la relación entre médico y protésico no podrá sino mejorar (era el 49% en 2015), mientras que solo un 22% cree que el papel del protésico podría reducirse de algún modo, frente al 38% de quienes lo pensaban en el estudio anterior.
También los protésicos han tomado conciencia de cómo esa supuesta amenaza que podría suponer un cambio en sus funciones se va reduciendo, pues el anterior 37% de «desconfiados» (parte de ellos viven el fenómeno como una amenaza) se ha reducido a un 29%, y, sobre todo, la mitad de los protésicos entrevistados está convencida de que la relación con los dentistas se intensificará, mejorando en el respeto hacia las competencias de cada uno de ellos, un porcentaje que era del 35% en 2015.
Conclusiones
Como conclusión, es posible afirmar que, tras las incertidumbres y preocupaciones iniciales, de carácter «fisiológico» y debidas al riesgo percibido en el cambio (de tecnologías, materiales, metodologías y relaciones), la visión sobre el futuro está evolucionando positivamente. La confianza cada vez mayor hacia las tecnologías digitales, también las de uso privado, permite vivir de manera estimulante todo lo que conlleva una forma de hacer Odontología. Con este propósito, téngase en cuenta que al menos un tercio de quienes hoy poseen un escáner intraoral se ocupa directamente y en primera persona del diseño electrónico CAD de la estructura, lo cual es señal de un fuerte interés por la materia. Pero también, por ejemplo, que ya son miles los implantólogos que confían en la cirugía guiada para las intervenciones implantares.
Así como quien se ocupa de cirugía general ha debido cambiar radicalmente de actitud y procedimientos manuales, teniendo que adoptar técnicas mínimamente invasivas (técnicas laparoscópicas, artroscópicas, exploraciones endoscópicas, etc.), pues las intervenciones se realizan a menudo frente a un monitor y no directamente sobre el paciente; del mismo modo cambia también la profesión odontológica.
El desarrollo de las tecnologías digitales en Odontología representa, de hecho, un gran desafío que obliga a todos los actores (desde dentistas hasta protésicos, personal de las empresas, consultores de la industria, técnicos de asistencia, formadores etc.) a adquirir un nuevo aprendizaje, a dejar de lado los temores al cambio, el miedo a esa «novedad» que podría, indudablemente, generar un poco de ansiedad, pero que, al mismo tiempo, sirve de estímulo para la mejora.
Un reto fascinante que nos envuelve en un proceso de evolución laboral y personal, un recorrido que no podrá sino mejorar la profesionalidad de todos y la calidad para el paciente.