Introducción
Una de las decisiones más importantes a la hora de la planificación del tratamiento es, si al realizar la prótesis, ésta será cementada o atornillada.
Los argumentos a favor de la cementación pueden ser la estética, hábitos profesionales, la simplicidad del procedimiento y la sencillez de la prótesis. Como desventajas de la cementación tendríamos el cemento subgingival, infiltraciones intraprotésicas cuando hay gaps, la dificultad de descementar la prótesis para apretar los muñones, periimplantitis crónica o fracturas (1).
La solución de atornillar la prótesis a los implantes se ha popularizado debido a su aparente facilidad, tamaño compacto de la prótesis y la posibilidad de retirarla fácilmente. Las desventajas más importantes son: las chimeneas del pilar, prótesis más complicadas en cuanto a estética y ajustes pasivos de la estructura (2).
Coronas telescópicas sobre implantes
Las características ideales de la prótesis sobre implantes para la fijación ideal se pueden resumir de la siguiente manera: invisibilidad, facilidad a la hora de remover, biológicamente seguro, compacto y simple de realizar.
Con los conceptos convencionales de prótesis sobre implantes, estas características no se pueden cumplir siempre. El ajuste pasivo, la existencia de la tronera de acceso a los tornillos, los excesos de cemento, etc. son complicaciones que no solo nos apartan del objetivo ideal, sino que pueden comprometer la viabilidad de la restauración a largo plazo.