Los próximos meses se presentan cruciales para la continuidad del proyecto que lleva el sello de iDental, la cadena nacida en 2014 y que cuenta con locales repartidos por toda España con una superficie total que supera los 100.000 metros cuadrados. Al menos una docena de las clínicas que llevan el sello iDental se enfrentan a causas de desahucios, lo que llevaría a su cierre en el caso de no ser satisfechas las cantidades que se adeudan y que rozan en total el millón y medio de euros.
Es lo que se desprende de la sorprendente información que ha publicado el diario digital El Independiente. Y sorprende porque hace poco más de cinco meses la cadena creada por Antonio Javier García Pellicer había sido adquirida por el fondo Weston Hill, que desembolsó 25 millones de euros y anunció un plan de saneamiento de la firma.
En esa misma información, que cita un informe interno de la compañía fechado el pasado 21 de febrero, se habla de una deuda que supera los 230.000 euros solo por el alquiler de su clínica de Rivas Vaciamadrid, que pasa por ser la más grande del mundo en el ámbito dental, con sus 10.000 metros cuadrados de superficie. Otras clínicas que se suman a la madrileña y que contribuyen a engrosar esa millonaria deuda son las de Cádiz (244.000 euros, que suma los impagos del laboratorio dental), Valencia (100.000 euros), Tarragona (31.000 euros), Castellón (22.000 euros) y el laboratorio de Córdoba (21.400 euros). En estos últimos cuatro casos se prevé que los embargos se lleven a cabo antes de que finalice el mes de marzo.
Pero recién llegada la primavera, en abril, las acciones de desahucio llegarán a la clínica de Barcelona, endeudada en más de 214.000 euros, y en mayo les tocaría el turno a la clínica y laboratorio de Gerona, que adeudan 150.000 euros, y a la clínica de Sevilla con 144.000 euros en números rojos.
Estas deudas de 1,5 millones de euros que afectan al mantenimiento de locales se suman a los más de 2 millones de euros que iDental mantiene con extrabajadores, de los que 600.000 euros, según el documento citado por El Independiente, se corresponden con las conciliaciones ya fijadas en su día.
De confirmarse esta información, la caída de la cadena que anunciaba su modelo de negocio en el «emprendimiento social» será una mala noticia, porque detrás de esas frías cifras –millonarias, pero frías– hay pacientes que quedarán sin atender, profesionales dentistas y protésicos sin empleo y empresas sin cobrar los materiales suministrados.
Son los problemas que muchos preveían para el modelo de cadenas dentales que buscan un crecimiento desmedido, sin control, y con gastos que superan los ingresos, en función de unos planes expansivos excesivamente optimistas.
José Luis del Moral
