Resumen
La disfunción craneomandibular (DCM), desde que yo recuerdo, ha sido, y es, una patología temida por los profesionales de la Odontología. En parte esto se debe a una falta de referencias claras para su diagnóstico. Aunque la historia clínica es el elemento más valioso para un correcto diagnóstico de la misma, ciertas pruebas complementarias nos ayudan a confirmarlo o descartarlo y nos orientan en la actitud terapéutica. El presente artículo pretende actualizar las indicaciones de este tipo de pruebas para facilitarnos nuestras decisiones clínicas.
Palabras clave: desórdenes temporomandibulares, diagnóstico, desórdenes craneomandibulares, resonancia magnética, electromiografía, tomografía, CBCT, artrografía temporomandibular, ultrasonografía, índice de Helkimo, imágenes radiológicas.