SECOM edita un libro de cirugía maxilofacial
Los documentos y las fotos de las técnicas utilizadas por un dentista destinado en un hospital de sangre para tratar las heridas en el rostro de combatientes de la guerra civil han sido recogidos en un libro editado por la SECOM, coincidiendo con el 75 aniversario del final de la contienda.
La Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial (SECOM) ha editado el libro La otra cara de la guerra civil (Lunwerg) en el que se recogen fotos, dibujos y anotaciones de las patologías de heridos por arma de fuego en el rostro durante la guerra civil española y de las técnicas utilizadas por el doctor Jesús Martín Sánchez, dentista destinado en el hospital de sangre del madrileño barrio de Chamartín.
Legado único
El doctor Martín Sánchez, natural de Castropol (Asturias), dentista titulado en 1932, trabajó hasta el comienzo de la guerra civil como ayudante del doctor Bernardino Landete, al que se considera fundador de la cirugía maxilofacial en España. Durante el fratricida conflicto bélico, el doctor Martín «se dedicó a tratar las patologías de los heridos por arma de fuego, de los que tomó fotografías y anotaciones que han sido recogidas en este libro», comenta el doctor José Luis Cebrián, vicepresidente de la SECOM y coordinador de este volumen, junto al doctor Arturo Bilbao. Fue este quien, entonces vocal de SECOM, recibió el material que se ha utilizado para elaborar el libro de manos de la hija de este pionero de la cirugía maxilofacial española, un legado único contenido en una carpeta verde que –reduerda el doctor Bilbao– se encontró en el archivo de la consulta donde su padre ejerció tras el final de la guerra, en la calle Postigo de San Martín, de Madrid, ciudad en la que falleció, en 1993, a los 85 años.
Valor científico
El libro, de «un enorme valor científico», dice Cebrián, se divide en tres partes, una primera en la que se expone la situación de la sanidad de la época en Madrid; una segunda en la que se hace una semblanza del cirujano, así como de los pocos casos estructurados de principio a fin entre los pacientes que trató, y, finalmente, un tercer capítulo dedicado al futuro del trasplante facial.
En el apartado gráfico destacan las fotos hechas por el propio dentista y los dibujos «de gran calidad» firmados por Sáez, un paciente, que son testimonio de los casos documentados en el libro.
La otra cara de la guerra nace con una triple justificación, apuntada por José Luis Cebrián en el acto de presentación del volumen: «Ofrecer la obra a los familiares del doctor como homenaje al doctor Martín Sánchez; mostrar el papel conciliador del médico en las guerras, independientemente de ideologías, y presentar nuestra sociedad científica».