Artículo premiado en la XIII Reunión Nacional Jóvenes Odontopediatras, patrocinada por GACETA DENTAL
La displasia ectodérmica hipohidrótica es un trastorno que afecta a diversos componentes derivados del ectodermo, entre ellos, los dientes. Los pacientes que lo padecen presentan oligodoncia e, incluso, anodoncia, lo cual implica unas repercusiones morfológicas, funcionales, estéticas y psicológicas que deben solucionarse de manera precoz. El odontólogo tiene un papel importante en la rehabilitación bucal de estos pacientes, ya que debe reemplazar los dientes ausentes para proporcionarles una mejor calidad de vida. Esto se lleva a cabo mediante tratamientos protésicos, prótesis completas o parciales, fijas o removibles, desde edades muy tempranas; aunque en la actualidad tenemos otras opciones, como la rehabilitación con implantes, que provoca un debate continuo entre los profesionales.
Palabras clave: displasia ectodérmica hipohidrótica/anhidrótica, oligodoncia, anodoncia, rehabilitación protésica, paciente infantil, crecimiento, implantes.
Introducción
La displasia ectodérmica (DE) es un término que agrupa a diversos trastornos caracterizados por la afectación de uno o varios componentes derivados del ectodermo, como son: piel, pelo, uñas, glándulas sudoríparas y dientes (1). Fue Thurman, en 1878, el primero en describir las manifestaciones clínicas de este cuadro (2,3).
Dentro de todos los tipos que podemos encontrar de DE fue Weech, en 1929, quien primeramente las clasifica en dos grandes grupos: hidróticas o hipohidróticas/anhidróticas (4). El término «hidrótico» hace referencia a la presencia de sudoración en la piel, y es precisamente ese dato el que nos hace diferenciar unas displasias de otras, aunque, en este artículo, nos centraremos en las segundas.